La mayoría de las mezquitas emplazadas en esta ciudad de Sinkiang ya habían sido demolidas, pero ahora también se están clausurando las restantes.
Los residentes de la región occidental de Sinkiang, en China, donde casi la mitad de la población está compuesta por musulmanes de etnia uigur, han estado padeciendo una persecución cada vez más intensa. Disfrazada como lucha contra el terrorismo y el extremismo religioso, la represión contra los musulmanes se ha intensificado especialmente desde que entró en vigor en febrero de este año la revisión al Reglamento sobre Asuntos Religiosos. Desde ser colocados en campamentos de «transformación por medio de educación» hasta no poder celebrar sus festivales religiosos, los residentes de Sinkiang han tenido que soportarlo todo.
En la ciudad de Shihezi, las autoridades han demolido la mayoría de las mezquitas. Bitter Winter recientemente se enteró de que ahora incluso las restantes están siendo clausuradas.
Dos mezquitas emplazadas en la aldea de Liugong fueron clausuradas por la fuerza recientemente. Los símbolos de la luna creciente y la estrella han sido eliminados y la entrada está bloqueada. Las autoridades instalaron cámaras de vigilancia y guardias en las mezquitas para asegurarse de que los creyentes no puedan ingresar a las mismas.
Otra mezquita emplazada en una de las divisiones agrícolas de Shihezi fue clausurada en el mes de abril. Su imán, un hombre de unos sesenta años, fue detenido, y su paradero sigue siendo desconocido hasta la fecha.
Según una fuente local, las autoridades reservan un piso en el Hospital Shihezi de Lyuzhou, en el cual mantienen detenidos a los imanes. Lo que solía ser la sala para pacientes psiquiátricos es ahora el lugar donde estos imanes son torturados.
La fuente también reveló que algunos imanes arrestados procedentes del sur de Sinkiang se encuentran detenidos en el distrito de Dabancheng, en la zona norte de la región, en Urumqi. En el campamento de «transformación por medio de educación» de allí, se ven obligados a pagar diariamente sumas de 400 yuanes o 60 dólares en concepto de gastos de subsistencia y a comer alimentos propios de la cocina han. También se ven obligados a recitar el «Espíritu del XIX Congreso Nacional» del Partido Comunista chino en el campamento.
Informado por Jiang Tao