La policía de Henán detuvo a seis cristianos de una iglesia doméstica y publicó información sobre una de ellos en Internet, violando así de manera flagrante su derecho a la privacidad.
El 15 de agosto, seis agentes de policía de una comisaría de Luoyang allanaron el hogar de una cristiana perteneciente a una iglesia doméstica, Wang Shiye (pseudónimo), y la detuvieron argumentando que “creer en Dios es antigubernamental”. Otros cinco creyentes de la misma iglesia fueron detenidos el mismo día.
Wang Shiye fue trasladada a una comisaría para someterla a un interrogatorio, que resultó infructuoso. Le notificaron que debía volver el 22 de agosto y amenazaron con divulgar información sobre su iglesia. Como la Sra. Wang se negó a proporcionar información, estuvo detenida durante cinco días como sospechosa de participar en una organización xie jiao (enseñanzas heterodoxas), práctica que se castiga con penas de prisión de acuerdo con el Código Penal chino.
La policía publicó detalles de la detención de Wang Shiye en la red social WeChat al día siguiente. En teoría, las leyes chinas garantizan el derecho a la privacidad: el artículo 80 de la Ley de Sanciones para la Administración de Seguridad Pública de la República Popular China establece que “cuando los cuerpos de seguridad pública y la policía se ocupen de casos de seguridad pública, que conlleven secreto de Estado, secreto comercial o privacidad personal, mantendrán el secreto”. Sin embargo, en este caso en particular, las autoridades revelaron información privada sobre la Sra. Wang y, por lo tanto, violaron sus derechos e incumplieron la ley.
El 27 de agosto, Wang Shiye fue liberada. Como la información sobre su detención había sido divulgada, recibió reproches e insultos de sus amigos, familiares y vecinos al regresar a casa y su reputación ha sufrido daños irreparables.
Informado por Jiang Tao