Tres víctimas narran sus historias de la persecución cotidiana que sufren los musulmanes, arrestados simplemente por dejarse la barba, cubrirse el cabello o leer el Corán.
La Región Autónoma Uigur de Sinkiang fue establecida en 1955. La historia, sin embargo, demuestra que es “autónoma” solo de nombre. No hay “autonomía” para los musulmanes. Los uigures tienen prohibido hablar su lengua materna, los hombres no pueden dejarse la barba y las mujeres no pueden usar velo. La mayoría de las actividades religiosas han sido prohibidas. Cerca de un millón de uigures están detenidos en los temibles campos de “transformación por la educación” en un frenesí represivo que recuerda al de la Revolución Cultural.
Un reportero de Bitter Winter ha realizado entrevistas en tres hogares de Sinkiang (todos los nombres son pseudónimos), reuniendo historias familiares sobre la represión.
Padre de familia arrestado por dejarse la barba
Erkin es un alumno de secundaria que abandonó la escuela por miedo a la persecución. Cuenta que el 16 de mayo de 2018, él y su familia de pronto perdieron todo contacto con su padre. Varios días después, un miembro de la familia recibió una llamada telefónica y supo que el papá había sido arrestado. Erkin pidió ver a su padre, pero la policía se negó.
Erkin le dijo a nuestro reportero: “Mi papá llamó y dijo que estaba trabajando en el campo cuando se lo llevó la policía solo porque tenía barba, aunque esta era corta. Otras sesenta o setenta personas fueron arrestadas junto con él. Algunas mujeres fueron arrestadas por llevar velo. Todos los hombres en nuestra aldea han sido arrestados”.
Erkin reveló que desde 2016, cinco de sus familiares han sido arrestados. “A dos de mis tíos se los llevaron tres oficiales de policía en septiembre de 2017 porque tenían la barba larga. Otro tío fue arrestado algunas veces por agosto de 2017 mientras estaba vendiendo gominolas en Urumchi y aún está detenido en el Centro de Detención de Urumchi. A otro tío se lo llevaron en agosto de 2016 y fue sentenciado a cinco años. No queda nadie en la familia para trabajar, no hay nadie que se encargue de la tierra. Tenemos un rebaño de ovejas que nadie puede cuidar. No hay nada que podamos hacer por los miembros de nuestra familia que han sido arrestados y no nos atrevemos a decir nada al respecto. Si decimos la palabra equivocada, también nos van a arrestar. Simplemente estamos llenos de una rabia silenciosa”.
Se le quebró la voz y fue incapaz de seguir hablando. Su padre y sus tíos aún están bajo custodia. Erkin aún teme volver a su pueblo natal por miedo a ser arrestado por la policía y tampoco se atreve a llamarle a su familia.
15 miembros de una familia son arrestados por orar y leer el Corán
Hai Chunyan es una musulmana del condado de Huocheng en la ciudad de Yining, en Sinkiang. En tan solo seis meses, 15 miembros de su familia fueron arrestados por las autoridades locales y enviados a “campos de transformación por la educación.”
Hai Chunyan dijo que tres de sus hijos fueron arrestados mientras participaban en un servicio religioso en febrero de 2018 y que después fueron llevados al Centro de Detención de Huocheng. Probablemente, pronto recibirán su sentencia.
Ese mismo mes, su cuñado, al igual que cinco de sus hijos y tres de sus hijas, estaban en casa orando y leyendo el Corán cuando fueron arrestados por el crimen de organizar una “reunión de pandilla”. También se llevaron a su nuera porque encontraron críticas al gobierno en su teléfono celular. Diez miembros de su familia fueron llevados al Centro de Detención de Huocheng y a “campos de transformación por la educación.”
En marzo de 2018, el sobrino de Hai Chunyan fue arrestado por la policía cuando lo sorprendieron leyendo el Corán y aún está detenido en el Centro de Detención de Huocheng.
El 17 de diciembre, el yerno de su hermana fue arrestado por las autoridades del gobierno local por leer el Corán y participar en el culto; fue llevado a un “campos de transformación por la educación.” local.
Ninguno de estos 15 miembros de la familia de Hai Chunyan ha sido liberado. Recientemente escuchó que tres de sus hijos van a ser sentenciados. Su presión sanguínea se ha disparado y ha caído enferma.
La tristeza de una madre por su hijo arrestado
Una mujer uigur en la ciudad de Hami le dijo a nuestro reportero que el 21 de febrero de 2018, su hijo Bai Yong recibió una llamada de un funcionario de la aldea, el cual le indicaba que fuera a estudiar a la “Escuela del Corazón Amoroso”.
El 23 de febrero fue al comité de la aldea de acuerdo con la indicación del funcionario, pero después de más de tres meses aún no vuelve a casa. Después de preguntar muchas veces, su madre finalmente supo que varios oficiales lo habían estado esperando en el comité de la aldea. Fue arrestado al llegar ahí y después fue llevado a un campo para realizar “transformación por la educación”. Aún no ha sido liberado.
Cuando se menciona el arresto de su hijo, no puede contener las lágrimas. Decía: “Se llevaron a mi hijo para ‘educarlo’ sin ninguna justificación y dentro de poco serán ya cinco meses”. Cuando fui a visitarlo, oí al oficial del gobierno decir que los que estaban ahí para educación eran todos como mi hijo, gente con problemas, pero no pudieron decirme qué problema tenía mi hijo. He oído que algunos de los que están encerrados también han recibido sentencias. Algunos han recibido tres o cinco años; algunos, siete u ocho. No sé cuándo volverá mi hijo y no sé si será sentenciado. El Partido Comunista tiene la última palabra, así que si ellos dicen que tienes un problema, tú tienes un problema y ellos simplemente te van a detener”.
También le dijo a nuestro reportero que desde el arresto de su hijo, la tienda de reparaciones de su familia había tenido que cerrar, así que su nuera y su nieto han perdido también su fuente de ingresos. También están preocupados por Bai Yong y viven en constante temor.
Todos nuestros entrevistados dijeron que actualmente en Sinkiang, hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, si expresan la más mínima queja contra las políticas del gobierno o usan ropa larga, se cubren el rostro, se dejan la barba o se cubren el cabello son arrestados y llevados a “campos de transformación por la educación”. Un millón o más han sido arrestados. Los ancianos no tienen quién los cuide y los niños prácticamente se han convertido en huérfanos. Quienes han sido encarcelados están siendo torturados y muchos han sufrido tanto que tuvieron colapsos nerviosos o incluso se suicidaron. Una de las fuentes sostiene que los gritos de dolor están cubriendo toda la tierra de Sinkiang, que el régimen autoritario del gobierno comunista es totalmente ilegal y que ha traído a la gente un dolor y desgracia infinitos.
Artículo de Li Zaili