Creyentes pertenecientes a iglesias controladas por el Gobierno ven cómo sus libertades personales y religiosas son violadas, mientras las autoridades vigilan cada uno de sus movimientos.
Yang Guang’an
En el mes de febrero, el presidente del Movimiento Patriótico Protestante de las Tres Autonomías del distrito de Huaiyin de la ciudad de Huai’an, en la provincia oriental de Jiangsu, mencionó en un informe que en el año 2018, a 155 de las 170 iglesias protestantes aprobadas por el Gobierno y emplazadas en el distrito se les habían instalado cámaras de vigilancia, 120 de las cuales están conectadas a la red de videovigilancia del Gobierno, mientras que el resto, a la de instituciones de seguridad pública.
Informe de trabajo presentado por el presidente del Movimiento Patriótico Protestante de las Tres Autonomías del distrito de Huaiyin.
En una de las iglesias de las Tres Autonomías emplazada en el distrito de Huaiyin y visitada por Bitter Winter, se instalaron 28 cámaras de vigilancia de alta definición, cuatro de las cuales se encuentran situadas en la entrada y seis en el podio. La gran cámara situada en el centro de la sala es controlada de manera remota y proporciona cobertura de vigilancia primaria.
El director de la iglesia se siente impotente al no poder hacer nada al respecto. «La Agencia de Asuntos Religiosos nos presionó para que las instaláramos», explicó. «Cada cámara de vigilancia está conectada a los organismos de seguridad pública, tal y como lo exige la Agencia de Asuntos Religiosos. Los mismos pueden ver cada movimiento en la iglesia. Si no acatamos sus órdenes, la clausurarán».
También se han instalado docenas de cámaras de vigilancia con funciones de grabación de video y audio en la Iglesia de las Tres Autonomías del Poblado de Dingji, emplazada en el mismo distrito. Se pueden ver cámaras de vigilancia frente y detrás del patio, en la sala de oración y en el vestíbulo.
Los creyentes han expresado su fuerte descontento relacionado con esta vigilancia en red «Cada vez que celebramos una reunión, el Departamento de Trabajo del Frente Unido, la Agencia de Seguridad Pública y el Gobierno del poblado envían personal especialmente asignado para que visiten y supervisen a la iglesia», explicó el director de la misma. «Estas personas se turnan en el servicio, se sientan frente a la computadora y observan cada movimiento de las personas en la iglesia. En la actualidad, cuando los creyentes asisten a reuniones, no se atreven a hablar de manera casual».
«Las reuniones celebradas en iglesias domésticas están siendo perseguidas. Nunca pensé que tampoco habría libertad en las iglesias de las Tres Autonomías», afirmó un cristiano que anteriormente pertenecía a una iglesia doméstica y ahora asiste a reuniones en una iglesia de las Tres Autonomías.
El custodio de una iglesia emplazada en Dingji piensa que, para la Agencia de Asuntos Religiosos, las cámaras son la fuente esencial de información en lo que respecta a las actividades diarias llevadas a cabo en las iglesias. “Las mismas pueden ser utilizadas para determinar la situación y controlar el discurso y el accionar de los creyentes. Esto no solo viola su derecho a la privacidad, sino que además constituye el acto ilegal de intervenir en los asuntos de la iglesia».
Ya en el año 2015, la Administración Estatal de Asuntos Religiosos de China formuló una Notificación sobre cómo llevar a cabo un buen trabajo en lo que respecta a la construcción y aplicación de una red de videovigilancia tendiente a fortalecer la seguridad pública en el campo religioso, destinada a las Agencias de Asuntos Religiosos de cada provincia y ciudad, exigiendo una total cobertura de vigilancia de las áreas públicas de espacios religiosos.
A medida que el Partido Comunista Chino (PCCh) intensifica la represión religiosa, el alcance de las cámaras de vigilancia excede las áreas públicas y actualmente cubre cada uno de los rincones de los lugares religiosos, entre los que se incluyen las cajas de donaciones e incluso los baños.