Cada palabra y cada movimiento de los creyentes ahora es rastreado mientras las iglesias y los templos son incluidos en el proyecto masivo de vigilancia para las áreas rurales a nivel nacional.
por Tang Zhe
El Proyecto “Ojos de Lince” –el programa de vigilancia que tiene como objetivo cubrir todas las áreas rurales– se ha estado implementando de forma gradual en poblados y villas desde 2016, con la meta planeada de lograr un monitoreo libre de puntos ciegos para 2020 que tenga “cobertura en todas las regiones, acceso a todas las redes, disponibilidad en todo momento y que controle todos los puntos».
Este invasivo sistema de vigilancia también ha penetrado los lugares de adoración y se ha convertido en un medio indispensable para que el Gobierno controle y reprima las creencias religiosas. El número de iglesias y templos que están plenamente monitoreados ha estado creciendo exponencialmente. En el distrito de Huaiyin de la ciudad de Hui’an en la provincia oriental de Jiangsu, por ejemplo, en febrero 155 de las 170 iglesias protestantes aprobadas por el Gobierno tenían equipo de vigilancia instalado; algunos equipos estaban conectados a la red del sistema de seguridad pública. Las imágenes de los sitios religiosos a menudo sirven como pretexto para clausurarlos de forma permanente o se utilizan para hostigar a los creyentes. En algunos casos, se han colocado cámaras dentro de los baños de las iglesias, en una violación flagrante a la privacidad de los creyentes.
Un extenso plan para monitorear los sitios religiosos
De acuerdo con un documento que emitió el año pasado el Departamento de Asuntos Étnicos y Religiosos de una localidad en la provincia suroriental de Jiangxi, las autoridades ordenaron que se aseguraran de que los “Proyectos Ojos de Lince” también cubrieran los sitios religiosos budistas, taoístas y cristianos en el área. “Al principio, las cámaras de vigilancia deben instalarse en cada sitio donde se lleven a cabo actividades religiosas, adentro y afuera, para garantizar la seguridad del sitio”, establece el documento.
Extracto de un aviso sobre el fortalecimiento de la gestión de los sitios religiosos, emitido por una localidad en la provincia de Jiangxi.
Se presentó como un proyecto de seguridad pública, pero, de hecho, las cámaras en los sitios religiosos bajo el “Proyecto Ojos de Lince” están instalándose para tener un mayor escrutinio y vigilancia de los creyentes, con lo cual se aseguran de que el Gran Hermano los monitoree en todo momento.
El documento también expone los requisitos explícitos para la ubicación de las cámaras de vigilancia en los sitios religiosos de tal forma que se logre un amplio monitoreo y cobertura. En los templos budistas y taoístas deben instalarse en los principales patios y pasillos. En cuanto a los sitios protestantes y católicos, debe hacerse en el podio y afuera de las construcciones.
Los creyentes entran en estado de ansiedad al estar bajo vigilancia estricta
En el pasado, sólo las instituciones de seguridad pública de China tenían acceso a las imágenes de vigilancia. Ahora, hasta las autoridades locales de bajo nivel —como administradores de redes de nivel comunitario y secretarios del Partido de la villa— pueden ver todas las imágenes de vigilancia que se toman a través de la aplicación del “Proyecto Ojos de Lince” en el área de su jurisdicción. Sin duda, esa vigilancia de tan alta densidad en los lugares de adoración ha infundido miedo en las personas de fe.
El 28 de abril, dentro de una iglesia de las Tres Autonomías en la ciudad de Gao’an de Jiangxi, un creyente leía la Biblia a la congregación cuando entró a la iglesia una mujer que cargaba a un niño pequeño. La expresión facial del lector repentinamente se tensó y dijo en un tono de nerviosismo: “¡Se acabó! Saque al niño de inmediato. Hay cámaras de vigilancia instaladas aquí; la iglesia podría ser clausurada”.
Otros creyentes se unieron y le rogaron a la mujer que se fuera, ya que, de acuerdo con los Nuevos Reglamentos sobre Asuntos Religiosos, a los niños no se les permite entrar en los lugares de adoración, y quienes violan ese requisito son castigados. La mujer que traía al bebé se apresuró a salir de la iglesia.
Los agentes de policía que instalaron la cámara a la entrada de la iglesia hace una semana reiteraron la prohibición. “Se prohíbe terminantemente que los menores entren a la iglesia”, advirtió el policía, amenazando con cerrarla de inmediato si la cámara captaba a alguien con niños entrando en las instalaciones.
Uno de los miembros de la congregación dijo que siempre hay una sensación de intranquilidad en sus reuniones desde que se instalaron las cámaras de vigilancia. Los creyentes sienten como si alguien estuviera observándolos de cerca en todo momento. Ni siquiera se atreven a respirar libremente por temor a ser acusados de cargos infundados si se descuidan incluso por un instante.
Los miembros religiosos del Partido temen ir a la iglesia
Un creyente de la tercera edad en la ciudad de Yichun es miembro del PCCh (Partido Comunista Chino), aunque a los miembros del Partido se les prohíbe tener creencias religiosas. Desde que se instalaron cámaras de vigilancia en su iglesia, ya no se atreve a asistir a las reuniones, pues sabe que el Departamento de Asuntos Étnicos y Religiosos local está monitoreándolo de cerca. Todo lo que puede hacer es leer en secreto la Biblia y practicar su fe en casa.
“Aunque hemos sido perseguidos en años anteriores, la vigilancia se ha vuelto muy severa desde que se instalaron las cámaras en la iglesia. Me reconocerán tan pronto como entre en ella. Me llamarán por mi nombre, me arrastrarán delante de los asistentes a una reunión pública para ser denunciado y humillado y seré expulsado del Partido”, dijo el creyente de la tercera edad.
Después de que se instalaron cámaras de vigilancia en el mes de abril, los miembros de la congregación de otra iglesia de las Tres Autonomías en Yichun han sido prevenidos en repetidas ocasiones por el clero para que tengan cuidado con lo que dicen o hacen durante los servicios. “Ahora que el Gobierno ha instalado cámaras de vigilancia y está controlando de forma estricta las creencias religiosas, el entorno se ha vuelto extremadamente difícil”, advirtieron a los creyentes.