Los pastores de la Iglesia de las Tres Autonomías son forzados a someterse a «conversión ideológica». Xi Jinping y Mao deben ser predicados junto con Cristo, o la licencia de predicación es revocada.
Gu Xi
Desde que en el año 2018 entrara en vigencia el nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos, la Iglesia de las Tres Autonomías oficial se ha enfrentado a una presión cada vez mayor. Se han derribado iglesias y se han clausurado lugares de reunión. Pero adentrándose en el núcleo de la religión, el objetivo de «transformar» a los predicadores se ha convertido en una prioridad en un esfuerzo por «sinizar» al cristianismo y erosionar gradualmente la fe cristiana.
A mediados de diciembre de 2018, la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos del distrito de Suiyang, en la ciudad de Shangqiu de la provincia de Henán, llevó a cabo una sesión de capacitación de tres días de duración en la Iglesia Protestante de las Tres Autonomías Amor Santo, para todos los predicadores pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías del distrito. Se administraron exámenes para asegurarse de que cada predicador comprendiera las políticas y regulaciones del Partido Comunista Chino (PCCh), siendo este un requisito clave para que los mismos continúen sirviendo como predicadores.
El contenido principal de la capacitación incluía «El pensamiento de Xi Jinping sobre socialismo con características chinas para una nueva era», el espíritu del XIX Congreso Nacional del PCCh y la «excelente cultura tradicional china». Los predicadores que participaron sabían que dicho contenido no tiene relación con la Biblia, pero tenían que seguirles el juego. Si no participaban en la capacitación y en los exámenes, sus calificaciones de predicación serían revocadas.
Un predicador que deseaba permanecer en el anonimato afirmó que el director de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos los intimidó, diciendo: “No tienen más remedio que obedecer y aceptar. No hay espacio para discusiones ni negociaciones. Si no obedecen, haremos que personas obedientes sirvan como directores de iglesia y vengan a predicar…»
Las preguntas de examen y evaluación cubrieron todos los temas mencionados sobre el pensamiento de Xi Jinping y la política del Partido. Solo a aquellos con una puntuación de 80 puntos o más se les permite predicar en iglesias controladas por el Estado. Las autoridades ya no reconocen ningún documento religioso anterior.
Un predicador de edad avanzada le dijo a Bitter Winter que en el año 1998 la Iglesia le otorgó un certificado de bautismo. Ocho años después, obtuvo un certificado de nivel básico de “gestión del equipo de la iglesia”. En el año 2017, participó en un curso de capacitación de mejoramiento de calidad para trabajadores pastorales protestantes celebrado en la ciudad de Shangqiu, y obtuvo un certificado de compleción. “En la actualidad, todos estos certificados son inválidos», afirmó mientras sostenía los certificados en sus manos.
Bajo el control autoritario del PCCh, la mayoría de los predicadores se han sentido obligados a obedecer. Pero algunos se han negado obstinadamente a convertirse en predicadores «rojos».
Bitter Winter informó que a algunos predicadores de la ciudad de Sanmenxia de la provincia de Henán, se les revocaron los certificados de predicación por ser «desobedientes». A fines de febrero de 2019, un predicador en el Área de Demostración de Integración Urbana y Rural de la ciudad de Shangqiu que se negó a rendir un examen de revisión política, y se negó a alabar al PCCh, fue declarado reprobado en el examen y perdió sus certificaciones de predicación.
El predicador comentó: “Si, de acuerdo con los requisitos del Gobierno, tengo que hablar sobre patriotismo, predicar sobre políticas nacionales, y alabar a los funcionarios del PCCh, no podré hacerlo. Preferiría no ser un predicador que ofender a Dios. Las personas que creen en Dios nunca han estado en contra del Estado, pero el Estado no debería obligar a los cristianos a adorar al Gobierno como si fuera Dios”.
Otro predicador procedente de Shangqiu quien se graduó en una universidad de teología comentó: «Los predicadores que han pasado por capacitaciones y han rendido exámenes ya no hablan de ‘el camino de Dios’ cuando están en el podio sagrado. En lugar de ello, predican sobre cuán buenas son las políticas gubernamentales. Las autoridades les están lavando el cerebro a las personas para erosionar la fe cristiana”. Les recordó a los creyentes que permanezcan atentos, y recalcó que los cristianos deben obedecer a Dios en lugar de al hombre.