Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
La última ronda de represión llevada a cabo por China contra sitios budistas continúa intensificándose. Incluso los letreros de las tiendas que contienen el carácter chino Fó (佛, el cual significa «Buda» o «budismo») han sido eliminados o cubiertos con pintura por la fuerza.
En Henán, varias iglesias del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías han sido clausuradas o demolidas este año. Muchas de las que han logrado sobrevivir, han sido transformadas en centros que nada tienen que ver con la oración.
Un nuevo video exclusivo detalla las regulaciones de administración interna del campamento de “transformación por medio de educación” de Yingye’er, en Sinkiang. Expertos confirman que sus reglas son casi idénticas a las de una prisión.
Diplomáticos, medios de comunicación, varias ONG y representantes de religiones se reunieron en Ginebra para celebrar la Declaración Universal. Bitter Winter estuvo allí para dar testimonio de la lucha por los derechos humanos en China.
Todos los símbolos religiosos de una iglesia católica clandestina de la aldea de Baizhuang en Henán han sido retirados como castigo por negarse a unirse a la Asociación Católica Patriótica China.
Una de las Iglesias domésticas chinas más prominentes es allanada por el PCCh, dejando un saldo de al menos 80 detenidos.
Luego de que el Gobierno local ordenara demoler todas las estatuas religiosas emplazadas en la ciudad de Wu’an, de acuerdo con la política del Gobierno central, los lugareños decidieron ocultar 500 estatuas budistas en un intento de salvarlas. Una estatua de Buda de casi 30 metros de altura no pudo ser salvada.
Bajo la poderosa política de «mantenimiento de la estabilidad», el Partido Comunista Chino (PCCh) continúa privando al pueblo chino de su libertad de expresión.
Algunas universidades emplazadas en la provincia de Henán han incluido una evaluación sobre conocimiento antirreligioso como parte de los requisitos de graduación, y están intensificando la promoción del ateísmo entre los estudiantes recién inscriptos.
Desde el lanzamiento de un programa de supervisión a nivel nacional tendiente a inspeccionar la implementación de las políticas de Xi Jinping sobre religión en las provincias y municipalidades chinas, los creyentes de todo el país enfrentan una represión aún más intensa sobre sus libertades religiosas.
Un arco conmemorativo emplazado en una de las cuatro montañas sagradas del budismo chino ha sido demolido por la fuerza y el presidente de la Asociación Budista del Monte Jiuhua fue puesto bajo arresto domiciliario.
Las autoridades chinas encargadas de hacer cumplir la ley suelen utilizar hoteles y hospitales o edificios enteros como bases secretas de interrogación y adoctrinamiento para creyentes religiosos y disidentes políticos. Bitter Winter ha descubierto algunos de estos centros en las provincias de Gansu y Shaanxi.
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