Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Autoridades locales en diferentes zonas de China están organizando eventos «alternativos» cerca de los sitios de culto, intentando disuadir a las personas de participar en actividades religiosas.
Establecidas en el siglo XIX, la iglesia y su parroquia, emplazadas en la aldea de Dongergou, en la provincia de Shanxi, atraían masivamente tanto a creyentes como a peregrinos que vivían en las cercanías.
El PCCh aplica mano de hierro en universidades chinas en un intento por transformarlas en «más patrióticas». Profesores y miembros del personal son expulsados ante la menor sospecha sobre su fe.
Cualquier muestra de desacuerdo con el Partido Comunista Chino es suprimida, incluso cuando tiene que ver con la salud y el bienestar de todo un poblado. A principios de este mes, aproximadamente 2000 oficiales de policía fueron enviados a Bahe para sofocar a residentes que se estaban manifestando.
Algunos miembros del clero católico clandestino en China creen que el acuerdo entre el Vaticano y China ha exacerbado la persecución de católicos clandestinos y no tienen esperanzas de que sus iglesias sobrevivan.
El Gobierno chino ya mantiene un firme control sobre el uso de Internet por parte de los ciudadanos. Palabras y frases tales como «Aleluya», «Amén», «Gracias a Dios» y «Jesús» son actualmente consideradas más sensibles de lo que ya eran al ser introducidas en un motor de búsqueda.
En el marco de una campaña nacional, las autoridades de la ciudad de Wuhan, ubicada en la provincia de Hubei, demolieron una estatua de Guanyin de 36 metros de altura en octubre. La demolición de elementos budistas afecta no sólo a las libertades religiosas, sino también a las vidas de los locales que trabajan cerca.
Bitter Winter continúa exponiendo las mentiras dichas por las autoridades chinas sobre los campamentos de “transformación por medio de educación”.
Un nuevo video exclusivo de Bitter Winter documenta la sombría realidad del campamento de transformación por medio de educación de Yingye’er destinado a musulmanes de etnia uigur: no se trata de un «centro de formación profesional» sino de una cárcel en todo el sentido de la palabra aunque se lo llame de otra manera.
Como resultado de las políticas discriminatorias, a los ciudadanos de etnia uigur y hui les resulta extremadamente difícil vender, comprar o alquilar propiedades inmobiliarias en Sinkiang, mientras que al mismo tiempo, las provincias vecinas están estableciendo controles sobre los hoteles que aceptan uigures.
Al negarse a unirse a la Asociación Patriótica Católica China (APCC) controlada por el Gobierno, algunos sacerdotes de Hebei se han visto obligados a abandonar sus iglesias y ahora organizan reuniones secretas «de estilo subversivo».
Las autoridades ordenaron la demolición del Templo del Palacio de Yaochi porque supuestamente «violaba leyes de construcción», siendo éste el pretexto que los funcionarios utilizan a menudo para atacar sitios de congregación religiosa en China.
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