Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
En tres años, una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso, procedente de la ciudad de Zhongshan, ha sido arrestada en dos oportunidades a causa de sus creencias y fue condenada a seis años de prisión.
Luego de que un hombre intentara apropiarse de una Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Tongbai de la provincia de Henán, las autoridades no hicieron nada excepto proteger al agresor.
Los teléfonos de los creyentes religiosos son supervisados exhaustivamente por las autoridades chinas, lo que a menudo resulta en arrestos y hostigamiento a largo plazo.
Continuando con su campaña tendiente a eliminar todo tipo de religión, funcionarios chinos han estado desmantelando sistemáticamente símbolos religiosos en sitios de culto.
La mujer de 70 años es considerada como una delincuente por las autoridades y ha estado bajo custodia policial durante más de un año.
Los monjes que vivían en el antiguo templo budista de Gaoshan, en la ciudad de Jiujiang, se vieron obligados a mudarse cuando el Gobierno chino destruyó el lugar sagrado.
Ante el temor generado por los inspectores internacionales que investigan abusos contra los derechos humanos en Sinkiang, las autoridades adoptan estrictos métodos tendientes a ocultar sus actividades e intimidar a las familias para que guarden silencio.
Desde la llegada de Xi Jinping al poder, el Gobierno chino ha intentado volver a la época de la Revolución Cultural reemplazando la religión con políticas personalistas.
Autoridades chinas han destruido otra iglesia protestante aprobada por el Estado que se negó a izar la bandera y cantar el himno nacional.
El Gobierno chino insta a los ciudadanos a espiar y reportar a creyentes y ofrece recompensas monetarias a cambio de estas acciones.
En el mes de junio, el Departamento de Asuntos Religiosos se apropió de la estatua de la Diosa Budista de la Misericordia, de 34 metros de altura, y unos meses después ordenó su demolición.
El año pasado, las autoridades de la Región Autónoma Zhuang de Guangxi arrestaron a 16 creyentes pertenecientes a una Iglesia doméstica; su predicador, de 60 años, fue sentenciado a prisión.
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