Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
En una aldea de Fujian, las autoridades demolieron ilegalmente casas de residentes para dar paso a la construcción de una nueva villa. Una familia que perdió dos propiedades intentó luchar por sus derechos, pero fue perseguida y tuvo que esconderse para evitar que sus miembros fueran detenidos.
Las autoridades afirmaron que el templo era una «construcción ilegal» a pesar de que contaba con todos los permisos necesarios.
Muchos musulmanes de Sinkiang están siendo detenidos. Las autoridades chinas están separando familias y causando traumas emocionales severos a niños, condenados a tener una infancia infeliz sin sus padres.
Todas las referencias a Dios y la religión fueron eliminadas de los materiales de lectura para niños, incluidos los Diez Mandamientos.
Oficiales de policía de Henán respondieron a las manifestaciones de los aldeanos que protestaban contra la recuperación ilegal de sus tierras sin haber recibido una compensación adecuada, agrediéndolos y arrestándolos.
El Gobierno chino frecuentemente utiliza tácticas de intimidación indirecta para llevar a cabo su persecución contra la fe religiosa. En el caso de las Iglesias clandestinas, las personas que les alquilan sitios frecuentemente son presionadas para que rescindan los contratos de arrendamiento.
En su afán por «mantener la estabilidad» en la provincia con mayoría musulmana, las autoridades se han sumido en ridículos abismos y están perjudicando efectivamente a los dueños de negocios.
Debido a la severa persecución llevada a cabo contra la Iglesia de Dios Todopoderoso, los hijos de los creyentes que huyen de las autoridades no pueden asistir a la escuela para recibir los nueve años de educación obligatoria.
Frente a la creciente ola de vigilancia y persecuciones, los creyentes se ven obligados a idear maneras ingeniosas de poder continuar practicando su fe y eludir los arrestos.
Un musulmán de Sinkiang logró escapar cuando estaba siendo trasladado para una lectura de cargos, pero, al final, tuvo que entregarse pues no tenía ningún lugar donde esconderse.
En los últimos dos meses, agencias gubernamentales y de seguridad pública saquearon una iglesia de Sola Fide en Hunan debido a que su liderazgo se rehusó a unirse al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías controlado por el Gobierno.
Las autoridades están recopilando información sobre las creencias religiosas de los niños y están obligando a los maestros a impartir propaganda del PCCh durante las clases en escuelas y en jardines de infantes.
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