El Partido Comunista Chino (PCCh) está intensificando los esfuerzos para eliminar a los profesores desleales al Partido, investigando sus vidas privadas y alentando a sus colegas para que se denuncien mutuamente.
por Li Zaili
Durante la Revolución Cultural, las personas podían ser etiquetadas como «ideológicamente problemáticas» por haber realizado algún comentario o haberse comportado de manera contraria al dogma comunista. Varios fueron condenados a muerte simplemente por decir algo inapropiado o por colocar accidentalmente el Libro rojo de Mao en un baño.
En la China actual, la necesidad de autocensurarse es tan crucial como siempre. En particular, en la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, donde se puede acabar en un campamento de transformación por medio de educación solo por ser musulmán.
El Gobierno está intensificando sus esfuerzos para erradicar la negligencia ideológica del sector público. Desde el año 2017, se han estado implementando medidas especiales en todo Sinkiang para erradicar a los funcionarios «hipócritas» y a los miembros del PCCh que no sean verdaderamente leales al régimen y se sospeche que participan en separatismo étnico, terrorismo y extremismo religioso: las denominadas “tres fuerzas del mal».
Como consecuencia de ello, académicos, intelectuales y artistas uigures han sufrido una importante purga bajo la bandera de eliminación de «personas hipócritas», resultando en detenciones masivas e incluso en sentencias de muerte. Las instituciones de educación superior emplazadas a lo largo de Sinkiang han estado investigando exhaustivamente las creencias religiosas de los profesores y miembros del personal. Algunos han sido sancionados solo por almacenar archivos de audio relacionados con el islam, por tener una copia del Corán en sus hogares o por impartir clases en idioma uigur.
Como parte de la lucha contra las «tres fuerzas del mal», una universidad de Sinkiang emitió el año pasado un documento titulado Notificación sobre la profundización del trabajo de evaluación especial en la batalla contra las «personas hipócritas» entre funcionarios y profesores. El documento exige la creación de un «equipo especial de supervisión y evaluación militar» y que el comité del Partido de la universidad lleve a cabo en la misma un «trabajo especial de evaluación en la batalla contra ‘personas hipócritas’ entre funcionarios y profesores». Las investigaciones deberán mantenerse estrictamente confidenciales para evitar generar opinión pública negativa.
Normas para la identificación de «personas hipócritas»
¿Qué criterios utiliza el PCCh para determinar si una persona es hipócrita o no? En primer lugar, se analiza la información para determinar si las personas han ingresado previamente a lugares religiosos, han participado en actividades religiosas, han propagado pensamiento religioso, han expresado «pensamientos o palabras incorrectos» o han cometido «actos incorrectos».
Se evalúan los informes sobre las opiniones expresadas públicamente, las acciones y el estado de ánimo de los funcionarios y profesores, tal y como se muestra en su trabajo diario, en su vida y estudios, así como también su posición y actitud respecto a las principales cuestiones políticas, y su participación en actividades políticas. Se recopilan y analizan datos sobre si las personas han leído, almacenado o difundido libros y materiales audiovisuales con «contenido relacionado con terrorismo, violencia, separatismo étnico o extremismo religioso».
Incluso aquellos que «hablan y muestran su espada», es decir, expresan actitudes y opiniones firmes contra las «tres fuerzas del mal», no están fuera de peligro. Nadie está a salvo de ser etiquetado como «hipócrita» a pesar de contar con un historial comprobado de dar a conocer pistas y denunciar a las «tres fuerzas del mal» y a “personas hipócritas» o participar en medidas antiterroristas y de mantenimiento de la estabilidad, y programas de «estancia en el hogar» para adoctrinar y vigilar a los musulmanes. Las autoridades continuarán monitoreando las acciones y actitudes de estos profesores y funcionarios para asegurarse de que sean incuestionablemente leales al régimen.
Incluso la posición ideológica de los familiares de los profesores forma parte de la evaluación. El documento exige examinar los registros laborales y las interacciones en entornos sociales de los familiares más cercanos de la persona investigada para determinar si han sido «afectados por pensamientos extremistas». Los cónyuges e hijos deberán ser examinados para comprobar si poseen opiniones o comportamientos «hipócritas», y se determinarán y analizarán sus perspectivas sobre las «tres fuerzas» y otros temas «sensibles».
Delatar a los colegas es crucial para la evaluación
El documento también especifica el proceso de evaluación y los métodos a ser utilizados durante el mismo. Además de la recopilación y el análisis de información personal, se realizarán entrevistas con las personas en cuestión. La evaluación también se basará en colegas que se evalúen mutuamente: popularmente conocido como denuncias «simultáneas» durante la Revolución Cultural, tratándose básicamente de denunciarse mutuamente sin proporcionar ninguna prueba ni asumir la responsabilidad de lo que se dijo.
Las evaluaciones «simultáneas» también serán utilizadas para determinar la posición ideológica de los miembros y funcionarios del PCCh en otras instituciones, no solo en las universidades, a fin de «eliminar los elementos inestables». Como regla general, tres o cuatro colegas testifican, es decir, delatan, y cada persona evaluada debe llevar a cabo una «autoinspección y una autorectificación». Esto ha causado una intensa sensación de malestar, temor y paranoia entre compañeros de trabajo, haciéndolos vigilar continuamente sus espaldas.
Las provincias fuera de Sinkiang también han puesto en marcha campañas similares de «autoinspección y autorectificación» dirigidas a maestros de escuela, miembros del Partido y otros grupos de la sociedad. Varios maestros de escuelas primarias y secundarias en la provincia norteña de Shanxi han informado que se les ha exigido que escriban «informes de situación» ideológicos y políticos para confirmar su apoyo incondicional al liderazgo del Partido.