Una residente de Shandong fue detenida por vez primera en 1996 por sus creencias religiosas. Este año, las autoridades la arrestaron nuevamente por la misma razón.
Wang Meifang (seudónimo) fue arrestada por primera vez por la policía en 1996 y mantenida bajo arresto durante 16 días por llevar biblias a China continental provenientes de Hong Kong.
El año pasado, en el mes de julio, las autoridades clausuraron una iglesia donde la señora Wang dirigía una escuela dominical.
En la mañana del 4 de agosto de este año, la señora Wang recibió una llamada del Departamento del Trabajo del Frente Unido local en la ciudad de Zibo, en Shandong. Se le ordenó que acudiera a una estación de policía y llevara consigo 400 yuanes en gastos de subsistencia.
Dos días después, la señora Wang y su esposo fueron a la estación. Cuatro oficiales de policía la interrogaron en ese momento sobre sus creencias religiosas. Se le dijo: “Usted cree en Jesús sin tener permiso; eso se considera ‘reunión ilegal’. Usted organizó una escuela dominical; eso se considera ‘operación comercial ilegal’”.
Esa tarde, fue escoltada a un centro de detención. La mantuvieron ahí durante cinco días.
La señora Wang es una creyente de la Iglesia Sola Fide. Se trata de una doctrina teológica cristiana distinta a la Iglesia católica romana y a la Iglesia ortodoxa. Desde que las autoridades chinas comenzaron a implementar políticas para lograr la “sinización de la religión”, las iglesias clandestinas de Sola Fide han enfrentado cada vez más persecuciones.
Un mes antes de este episodio, casi 50 iglesias domésticas, incluyendo la Iglesia de Sión de Pekín, habían emitido una declaración conjunta llamando a las autoridades chinas a respetar los derechos de los ciudadanos a la libertad religiosa.
Informado por Jiang Tao