Incluso los miembros de Iglesias aprobadas por el Gobierno padecen hostigamiento por parte de las autoridades y buscan refugio en otras provincias de China donde la represión contra la religión es menos intensa.
Al ser una región con una de las mayores poblaciones de cristianos en Asia Oriental, Henán siempre ha estado bajo el radar de las autoridades. A principios de este año, las autoridades provinciales lanzaron una campaña de persecución contra las creencias religiosas. Como consecuencia de ello, numerosas iglesias, incluidos los sitios de culto protestantes de las Tres Autonomías aprobados por el Gobierno, han sido clausurados o demolidos por la fuerza.
Bitter Winter entrevistó a una pareja que solía pertenecer a una Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Pingdingshan, en la provincia central de Henán. Hace unos meses huyeron a Heilongjiang – provincia situada en el extremo norte de China – debido a que su Iglesia y la congregación de la misma habían sido acosados frecuentemente por el gobierno local. Funcionarios acudían a los hogares de los creyentes para registrar su información personal, incluidas sus creencias religiosas. Si los creyentes eran identificados, todos sus subsidios y beneficios gubernamentales eran revocados. Los artículos religiosos y los libros hallados en los hogares eran destruidos o confiscados.
Al principio, la cruz de la iglesia a la que pertenecía la pareja fue desmantelada. Posteriormente, la iglesia, la cual había sido construida hace un año y había costado casi un millón de yuanes, fue demolida. Los creyentes que protestaron contra la demolición fueron golpeados por las autoridades. Luego de estos incidentes, la congregación solía celebrar reuniones secretas en sus campos o en las montañas, pero las autoridades se las ingeniaban para rastrearlos, razón por la cual la pareja decidió huir.
En el momento de represión más intensa contra las religiones, al igual que lo que sucedía durante la Revolución Cultural, las autoridades chinas están atacando en primer lugar a las provincias que poseen las más antiguas y extensas tradiciones cristianas, tales como Henán, Anhui y Zhejiang. Tanto los creyentes como el clero temen que las campañas antirreligiosas pronto tomen impulso en otras provincias.
Informado por Jiang Tao