Durante el brote de coronavirus, China intensificó los esfuerzos de adoctrinamiento, exigiéndoles a los residentes jurarle amor eterno tanto al Partido gobernante como a sus líderes.
por Bai Lin
Cumpleaños políticos, una expresión de lealtad hacia el Partido
En el año 2019, el Comité Central del Partido Comunista Chino emitió dos documentos —Opinión sobre el fortalecimiento de la construcción política del Partido y Opiniones sobre el fortalecimiento y la mejora de la construcción de los órganos centrales y estatales por parte del Partido— mediante los cuales les exigía a sus miembros que celebraran el día en el que se unieron al Partido como su «cumpleaños político».
Los medios de comunicación administrados por el Gobierno han estado promoviendo la importancia de los «cumpleaños políticos» así como también diferentes formas de celebrarlos, como por ejemplo, mediante la renovación de los juramentos de lealtad al Partido, «el estudio del espíritu del Partido» o la distribución de tarjetas de cumpleaños políticas. Según algunos portavoces del Partido Comunista Chino (PCCh), el «cumpleaños natural» de una persona se utiliza para celebrar la vida, mientras que un «cumpleaños político» debe ser utilizado para expresarle amor, lealtad y gratitud «al Partido Comunista que nos ha dado una vida política y nos alimenta como si fuera nuestra madre».
El 9 de abril, debido a las restricciones impuestas a causa del coronavirus, la rama del PCCh del Departamento de Biotecnología de la Universidad Tecnológica del Sur de China celebró en línea los cumpleaños políticos de cuatro miembros del Partido. Durante la reunión, los líderes destacaron «la superioridad del sistema socialista con características chinas» en tiempos de la epidemia y hablaron sobre la necesidad de fortalecer la confianza del pueblo en el Partido.
Un miembro del PCCh le dijo a Bitter Winter que, en medio de la turbulenta situación nacional e internacional, el Partido quiere reforzar la lealtad de los ciudadanos laicos hacia él mediante la «introducción de diversas actividades políticas ritualizadas tendientes a expresar su gratitud hacia el Partido». El hombre añadió que muchas personas se sienten indignadas con estas absurdas ceremonias, las cuales les recuerdan la era de Mao Zedong, «cuando el pueblo lo adoraba tanto a él como al Partido Comunista en un ‘altar divino’ mientras bailaba una danza de lealtad». El mismo cree que el presidente Xi Jinping está repitiendo la Revolución Cultural.
«Durante la Revolución Cultural, Mao Zedong exigía que la gente memorizara sus citas», afirmó un anciano procedente de la provincia norteña de Shanxi. «Xi Jinping hace lo mismo: todos tienen que leer sus discursos y adorarlo. Nadie puede desobedecer. Esta sociedad está arruinada».
Se intensifica la presión para estudiar el pensamiento de Xi Jinping
Durante el brote de coronavirus, los miembros del Partido, los maestros, los estudiantes, los trabajadores médicos y muchos otros residentes de China estuvieron continuamente sometidos a la propaganda y al adoctrinamiento del Gobierno. Se vieron obligados a expresarle su gratitud al Partido por ser «la fuerza poderosa» y al presidente Xi Jinping por ser «el líder sabio e indispensable» que lucha contra el virus.
Un empleado del Gobierno de la ciudad de Lüliang de Shanxi le dijo a Bitter Winter que, en medio de la pandemia, a los funcionarios de la aldea se les asignaron cuotas para que introdujeran de 60 a 300 personas en la aplicación Xuexi Qiangguo (Estudio de Xi, Nación Fuerte)Xuexi Qiangguo (Estudio de Xi, Nación Fuerte) en WeChat, una popular plataforma china de mensajería y redes sociales.
En el mes de febrero, los residentes de una aldea del condado de Lan administrado por Lüliang recibieron mensajes de funcionarios en sus cuentas de WeChat, en los que se les exigía a todos los que tuvieran un teléfono inteligente, tanto jóvenes como viejos, que descargaran la aplicación Xuexi Qiangguo. Un lugareño de aproximadamente 80 años perteneciente a un hogar de bajos recursos se encontró en una situación sumamente difícil: no sabía cómo utilizar la aplicación, pero aún así fue amenazado con la cancelación de su ayuda social si no la descargaba.
En el mes de marzo, los jefes de departamentos educativos, hospitales e iglesias en Kaifeng, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia central de Henán, también recibieron instrucciones de intensificar el uso de la aplicación Xuexi Qiangguo.
«Cada nivel de Gobierno les exige a sus subordinados utilizar la aplicación», afirmó con impotencia un profesor de Kaifeng. «Debido a ello, la escuela les exige a los padres de sus alumnos que estudien el ‘pensamiento de Xi’».
Una profesora procedente de la ciudad de Anyang de Henán explicó que la aplicación registra la cantidad de tiempo que cada uno pasa en ella y contabiliza los puntos acumulados. «Para acumularlos, tenemos que publicar los discursos y noticias sobre Xi Jinping en otros grupos de WeChat, pero a veces nos sacan de ellos porque la gente está harta de que volvamos a publicarlos», añadió. «Pero dado que los que tiene puntajes bajos son criticados, seguimos publicando a diario en diferentes grupos, sintiéndonos como ladrones».
En el mes de febrero, algunas escuelas primarias y secundarias de la ciudad de Jinzhong de Shanxi les exigieron a los maestros, a los estudiantes y a sus padres utilizar la aplicación Xuexi Qiangguo. El Departamento de Propaganda del Comité municipal del PCCh y el Comité de Educación y Trabajo supervisaban a diario la cantidad de participantes en el estudio pertenecientes a cada escuela. Los mismos también introdujeron métodos de evaluación para remediar «las bajas tasas de participación y las insuficientes horas de estudio».
Un estudiante de una escuela técnica emplazada en la provincia de Shandong se quejó de que no solo tenían que trabajar en la aplicación Xuexi Qiangguo, sino que también debían asistir a agotadoras clases ideológicas y políticas. Los estudiantes que no aprueben estos cursos no podrán graduarse.
Los esfuerzos de propaganda parecen estar dando frutos, ya que los ensayos en los que se alaba al Gobierno realizados por escolares están inundando la Internet de China. «China identificó el patógeno en un tiempo récord y compartió inmediatamente la secuencia del genoma del virus con otros países», un estudiante de primaria procedente de la ciudad de Weihai de la provincia oriental de Shandong ensalzó los «logros» del Gobierno en lo que respecta a la lucha contra el coronavirus. «La rápida implementación de estas medidas fue posible gracias al poderoso liderazgo del Partido y a la amplia fortaleza nacional». Otro estudiante escribió: «China no solo controló el brote interno sino que también le extendió una mano amiga a Italia y a otros países».
En realidad, el PCCh ocultó información vital relacionada con el coronavirus, silenció a los denunciantes y participó en campañas de propaganda y desinformación a lo largo de todo el mundo. El profesor Zhang Yongzhen, quien compartió con la comunidad científica internacional la secuencia del genoma, fue reprendido por las autoridades, y la Comisión de Salud de Shanghái cerró su laboratorio para someterlo a «rectificación» el 11 de enero.