La epidemia de coronavirus no ha finalizado, pero aún así la propaganda del Gobierno chino felicita al presidente Xi, al socialismo con características chinas y al «espíritu revolucionario» por haberlo derrotado.
por Bai Lin
La mayor parte de las escuelas existentes en China han cerrado debido a la propagación del coronavirus y las clases se imparten principalmente de forma virtual. En lo que respecta a los escolares de la provincia suroriental de Jiangxi, el aprendizaje ahora se lleva a cabo en la plataforma en línea jxeduyun.com. Una de las lecciones que figuran en los planes de estudio de todos los cursos, excepto para noveno y duodécimo año, es la «educación basada en la cultura roja».
Horario en línea para estudiantes de escuelas primarias y secundarias de Jiangxi, con lecciones diarias de «educación basada en la cultura roja» (captura de pantalla del sitio web).
«Durante estas clases, nuestro profesor nos explicó cómo el presidente Mao y otros revolucionarios dependieron de la firmeza de su espíritu revolucionario para superar diversas dificultades y peligros durante el Alzamiento de la Cosecha de Otoño», explicó un estudiante de la escuela, refiriéndose a la insurrección liderada por Mao Zedong en las provincias de Hunan y Jiangxi el 7 de septiembre de 1927 que dio lugar al establecimiento del soviet de Hunan, el cual sobrevivió durante dos meses. Cuando el alzamiento fue aplastado, Mao Zedong condujo al ejército hasta Jinggangshan, una ciudad a nivel de condado de Jiangxi, considerada «la cuna de la revolución china» para que se reagrupara. Desde entonces, el «espíritu Jinggangshan» ha sido utilizado para describir la autodisciplina revolucionaria necesaria para superar las dificultades. «Ahora también deberíamos heredar el ‘espíritu Jinggangshan’ para derrotar al coronavirus», afirmó el joven, añadiendo que después de la clase, algunos de sus compañeros comenzaron a expresar su admiración por los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh).
Algunos padres no están de acuerdo con dicho contenido de enseñanza. «La propaganda roja del PCCh recuerda a la deificación de Mao Zedong durante la Revolución Cultural», se quejó uno de los padres ante Bitter Winter. «¿Por qué Xi Jinping no vino a Wuhan cuando el virus era más severo y utilizó el espíritu Jinggangshan para derrotarlo? ¡Es desvergonzado y ridículo!».
Durante la Revolución Cultural, el pensamiento de Mao Zedong o maoísmo, fue promovido como «una bomba atómica espiritual de poder infinito», que prácticamente podía resolver cualquier tipo de dificultad. De repente, se lograban resultados «extraordinarios» si los guiaba el maoísmo tanto en el trabajo, como al matar cerdos o tratar enfermedades.
El 24 de octubre de 1969, el periódico oficial del PCCh, People’s Daily, publicó un artículo titulado » Utilizando el pensamiento de Mao Zedong para abrir una ‘zona prohibida’: curar a los sordomudos», el cual describía de qué manera era utilizado el maoísmo para crear un nuevo método tendiente a curar personas que no podían oír ni hablar.
El 10 de agosto de 1971, el mismo periódico publicó un boletín titulado » Utilizando el pensamiento de Mao Zedong para tratar problemas mentales».
En medio de la propagación del coronavirus, dos mujeres que trabajan en la Escuela de Marxismo de la Facultad de Turismo de la Universidad de Changchun, en la provincia nororiental de Jilin, publicaron un artículo en una revista académica, titulado «Creencia marxista: una fuerza interna para derrotar la nueva epidemia de coronavirus». Una de las autoras, Liu Guojing, es asistente de enseñanza, y la otra, la profesora Liu Yawen, es decana de la universidad, ambas miembros del Partido Comunista Chino (PCCh). «El marxismo es una fuerza que apoya la victoria absoluta en la lucha contra el COVID-19», afirma el artículo, «y es una importante encarnación que muestra la superioridad del socialismo con características chinas». El artículo suscitó críticas y burlas entre los internautas chinos.
En el mes de febrero, el Departamento de Ciencias Sociales del Ministerio de Educación publicó un documento titulado Procedimientos de trabajo para organizar a las universidades para que impartan el curso de teoría ideológica y política en medio de la prevención y el control del nuevo coronavirus. Siguiendo las directrices, las universidades de China se están preparando activamente para implementar la orden, exigiéndoles a los profesores que «comiencen el semestre de primavera del 2020 con un primer buen curso de teoría ideológica y política» y «garanticen el logro de los resultados deseados».
La plataforma de servicio en línea de educación en la nube, utilizada por las escuelas primarias y secundarias de Nanjing, la capital de la provincia oriental de Jiangsu, ha creado secciones especiales denominadas «Tongxinzhan’Yi» (童心 戰 ‘疫’, traducido aproximadamente como “los corazones de los ‘niños’ luchan contra la epidemia») y «Luchando contra la epidemia hasta el final» a fin de reforzar la educación patriótica con «historias y películas rojas».
El Gobierno del condado de Anping en la provincia norteña de Hebei les ordenó a todos los estudiantes existentes en su jurisdicción que vieran en línea cómo los funcionarios de la rama del Partido analizan la historia revolucionaria del país para desencadenar «la confianza necesaria para derrotar la epidemia».
El PCCh ha estado utilizando su máquina de propaganda para ocultar los pasos en falso en la lucha contra la epidemia y así desplazar la responsabilidad, suprimir las críticas y alabar a los líderes. Los críticos creen que la crisis epidémica ha planteado una amenaza política sin precedentes para Xi Jinping, y la propaganda se ha convertido una vez más en su conducto de salvamento. Aunque la epidemia está lejos de haber terminado, el Departamento de Publicidad del PCCh ya publicó «Una batalla contra la epidemia: China combatiendo el COVID-19 en el año 2020», un libro que alaba a Xi Jinping. A la espera de convertirse en un éxito de ventas entre los chinos, la obra recientemente lanzada ha desaparecido repentinamente de los catálogos de la Editorial Popular, probablemente para que los propagandistas del presidente puedan efectuar algunos cambios tras una ofensiva de críticas surgida luego de que el libro comenzara a ser publicitado.