La policía china vigila las iglesias, registra a los creyentes que ingresan y luego se presenta en sus hogares para llevar a cabo “inspecciones”. Los fieles atemorizados se mantienen lejos de las iglesias.
Tal y como Bitter Winter informó tiempo atrás, las autoridades chinas están implementando una mayor cantidad de iniciativas tendientes a registrar la información identificatoria de todos los cristianos. Varios informes relacionados con este tema muestran que esta persecución está comenzando a desalentar a las personas de practicar su fe.
La Iglesia Protestante de las Tres Autonomías controlada por el Estado, siempre ha estado bajo el estricto control y supervisión de las autoridades. Anteriormente, Bitter Winter había informado sobre la instalación de cámaras de vigilancia en varias iglesias de las Tres Autonomías, así como también sobre la supervisión de sus sermones. Si el Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) cree que el contenido de un sermón viola sus reglas, el predicador en cuestión es inmediatamente detenido para «platicar».
No obstante, tal vigilancia no parece haber tranquilizado a las autoridades, y el control que ejercen sobre los miembros de la Iglesia es cada vez más estricto.
La que sucedió en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Tieling, en la provincia china nororiental de Liaoning, muestra cómo la supervisión está afectando a los creyentes.
El 8 de septiembre de 2018, cuando los miembros de la Iglesia se dirigían a la capilla para asistir a un servicio, descubrieron que dos policías vestidos de civil estaban vigilando la entrada de la iglesia. Los oficiales exigieron que los mismos escribieran en detalle su información personal antes de ingresar. Para que pudiera llevarse a cabo el servicio, cada miembro de la Iglesia que había asistido al lugar tuvo que proporcionarles a los oficiales cierta cantidad de información, incluyendo su nombre y apellido, sexo, edad, domicilio, e información de contacto.
Ese día, una anciana cristiana de casi 90 años de edad asistió a la iglesia con su hija. Tal y como sucedió con todos los demás asistentes, a ella y a su hija les dijeron que debían registrarse. La hija protestó, explicando que no creía en Dios, y que simplemente estaba allí para acompañar a su anciana madre.
«Sin importar si eres creyente o no, si deseas ingresar a la iglesia tienes que registrarte», dijo el oficial de policía.
La policía le dijo al líder de la Iglesia, Yang Li (seudónimo): “Su Iglesia está certificada. Es necesario que sea aún más obediente con el Partido Comunista Chino (PCCh), y que la someta a su control «.
Una semana después de que los creyentes fueran registrados en el exterior de la iglesia, miembros del personal policial le mostraron a Yang Li el registro y le dijeron: “Llévenos a cada una de estas casas para que podamos realizar inspecciones. Deberá llevarnos a cada casa que deseemos visitar».
Luego de esta iniciativa de registro llevada a cabo el 8 de septiembre, cada día que la congregación había programado reunirse, tres oficiales de policía se colocaban fuera de la capilla para poder registrar la información de los miembros de la Iglesia. Al ser víctimas de hostigamiento y persecución por parte de la policía del PCCh, la iglesia, donde inicialmente se reunían más de 100 congregantes, gradualmente fue testigo de cómo la cantidad iba disminuyendo. En la actualidad, solo asisten unos 30 creyentes.
Tal y como sucedió con los miembros de Iglesias de las Tres Autonomías, los miembros de Iglesias domésticas también tuvieron que someterse al registro de su información identificatoria.
El 30 de septiembre, aproximadamente una docena de personas pertenecientes al Departamento de Asuntos Religiosos, al Buró de Seguridad Pública y a otros departamentos del condado de Yunxiao, en la provincia suroriental de Fujian, irrumpieron en una iglesia doméstica local y exigieron que el encargado del sitio de congregación se registrara para unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías. Los cristianos que habían asistido al lugar se vieron obligados a registrar su información personal, así como sus números de teléfono.
Afirmando que la certificación de predicación del predicador no había sido emitida por el Departamento de Asuntos Religiosos, las autoridades no permitieron que el mismo diera un sermón, y se llevaron el atril de la iglesia.
Según un infiltrado, miembros del personal del comité local de la aldea o de la oficina subdistrital, les advirtieron a todos los miembros de la Iglesia que habían sido registrados que ya no se les permitía congregarse.
Durante de los dos meses siguientes, el sitio de congregaciones debió enfrentar otros tres episodios de hostigamiento. La policía les ordenó a los miembros de la Iglesia que abandonaran sus creencias religiosas y les dijo que, en lugar de ello, adoraran a Mao Zedong. «Creer en Dios no les hará ningún bien», afirmaron.
Bajo el poder represivo de las autoridades, los miembros de la Iglesia no tuvieron más remedio que dispersarse en congregaciones más pequeñas y secretas.
Las autoridades también le exigieron a una Iglesia doméstica emplazada en el condado de Shanghang, en la provincia occidental de Fujian, que se registrara. El 11 de noviembre, tres empleados pertenecientes al Departamento de Asuntos Religiosos exigieron que el encargado del sitio de congregación les proporcionara información, entre la que se incluía el nombre y apellido, la identificación, la ocupación y el número de teléfono de cada miembro de la Iglesia, así como también el título de propiedad del lugar. El encargado se negó a hacerlo.
«Si no registra el sitio de congregación, lo clausuraremos. Este se encuentra bajo la jurisdicción del Gobierno y usted debe obedecer», amenazó un funcionario. «Si se congregan nuevamente, se les impondrá una multa de 20 000 a 200 000 yuanes (aproximadamente de 3000 a 30 000 dólares)».
“Si nos registramos (para unirnos a la Iglesia de las Tres Autonomías), significará que creemos en el PCCh; y entonces, ¿qué sentido tiene que creamos en Dios? «, dijo un predicador de la Iglesia.
A algunas personas religiosas les preocupa que el hecho de que las autoridades registren la información identificatoria de los miembros de la Iglesia signifique que se estén preparando para perseguirlos. Estas acciones llevadas a cabo por las autoridades les han generado un gran estrés mental, provocando que la cantidad de personas que forman parte de las congregaciones disminuya.
Información de Piao Junying