El PCCh está implementando su política de “sinización” al prohibirles acudir a iglesias domésticas a los cristianos.
por Bai Lin
En febrero, más de 30 funcionarios gubernamentales se presentaron en el hogar del pastor Li Zheng (pseudónimo) en el condado de Fugong, en Yunnan. Su hogar era una iglesia doméstica con casi 150 miembros. Los funcionarios acudieron para ordenarle que la cerrara alegando que “establecer un lugar de reunión en privado contravenía la ley”. Además, le dijeron que asistiera a la iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías controlada por el gobierno de su vecindario.
El pastor Li ignoró las órdenes. Al mes siguiente, funcionarios de la Agencia de Seguridad Pública local se presentaron en su casa y, aunque no se encontraba y no mostraron ninguna orden judicial, comenzaron a destrozar la casa. El único presente era su hijo, quien fue trasladado a una comisaría para ser interrogado y lo retuvieron allí hasta medianoche.
En abril, el pastor Li y tres predicadores fueron detenidos en su hogar y presentados ante funcionarios del gobierno municipal que les ordenaron, de nuevo, que acudiesen a una iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías. Los funcionarios les advirtieron que, si se negaban a obedecer la orden, serían encarcelados.
Mientras tanto, las autoridades siguen invadiendo la práctica de la cristiandad en las iglesias que controlan. En una iglesia del condado, ahora ondea la bandera china. También incautaron más de 15 000 yuanes (unos 2100 dólares) en dinero proveniente de donaciones. Los creyentes lo consideraron una injerencia y dejaron de congregarse en la iglesia.
Días más tarde, la Agencia de Asuntos Religiosos y la Agencia de Seguridad Pública enviaron más de 20 funcionarios a visitar las casas de esos creyentes para amenazarlos: de no asistir a la iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, demolerían sus casas y revocarían sus permisos de residencia. También enfatizaron que celebrar reuniones religiosas en el hogar era ilegal y si se descubría a alguien celebrando una reunión de este tipo sería detenido.
El PCCh dirigido por Xi Jinping emplea un enfoque dual para promover su política de “sinización del cristianismo”.
Por una parte, dirige el funcionamiento diario de las iglesias del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías y nombra a pastores y otros líderes, entrenados para alabar al Partido Comunista, en vez de para predicar su religión. Bitter Winter informó hace poco que las instituciones religiosas, incluidas las iglesias del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, se ven obligadas a enarbolar banderas chinas y cantar el himno nacional en sus instalaciones.
Por otra parte, las autoridades desmantelan sin parar iglesias domésticas en todo el país. De hecho, las iglesias domésticas ahora se consideran xie jiao, término que hace referencia a enseñanzas heterodoxas en China. A los creyentes se les amenaza para que no asistan a iglesias domésticas, puesto que equivaldría a participar en un xie jiao. Según el Código Penal Chino, estos creyentes podrían ser castigados en virtud del artículo 300 y enfrentarían penas de prisión de entre tres y siete años.