El Gobierno chino continúa vilipendiando a católicos clandestinos y a Iglesias domésticas protestantes, pero los creyentes se adhieren a su fe frente a la persecución.
Desde la implementación del nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos en febrero pasado, varias Iglesias domésticas (tales como la Iglesia de Sion de Pekín, la Iglesia de la Pacto de la Lluvia Temprana de Chengdu, y la Iglesia Reformada de la Biblia de Guangzhou) han sido perseguidas y sus sitios de reunión clausurados por negarse a registrarse en la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno.
La situación de la Iglesia Católica Clandestina ha empeorado aún más luego de la firma del acuerdo entre el Vaticano y China del año 2018, el cual las autoridades chinas interpretan como un medio para presionar a las parroquias reticentes a unirse a la Asociación Patriótica Católica China. Como consecuencia de ello, los sacerdotes clandestinos están siendo monitoreados, convocados para ser interrogados, encarcelados, o puestos bajo arresto domiciliario.
Por lo tanto, no sorprende que una iglesia católica clandestina emplazada en la ciudad de Xingtai, en la provincia china norteña de Hebei, fuera clausurada en octubre de 2018, utilizando el pretexto de que “no poseía un certificado de registro de lugar religioso”. Antes de la clausura, el Gobierno local enviaba regularmente personal para realizar inspecciones y mantener una estrecha vigilancia de la iglesia. Como resultado de dichas implacables investigaciones, los feligreses de la iglesia comenzaron a notificar a los congregantes la hora y el lugar donde se celebraría la misa dominical a último momento.
A principios de diciembre, en pleno invierno, miembros de la congregación asistieron a misa a la intemperie en un remoto y estrecho patio. Haciéndole frente al viento frío, el sacerdote permaneció de pie junto a la puerta leyendo las escrituras e impartiendo un sermón. Los feligreses de la iglesia tiritaban de frío, y tenían que mover de manera constante los pies para conservar el calor. Las personas mayores y los niños se acurrucaban para darse calor.
En la víspera de Navidad, el sacerdote y los miembros de la congregación se arriesgaron y regresaron en secreto a su iglesia para celebrar la misa, pero no se atrevieron a encender las luces de la entrada ni las del patio. Temerosos de ser atrapados, el día de Navidad, los creyentes se trasladaron a otro recóndito patio, donde continuaron rezando al aire libre.
«Bajo la persecución del Gobierno, uno debe tener una mente decidida y mantener la fe», afirmó un antiguo feligrés de la iglesia.
El 9 de septiembre de 2018, en la ciudad de Tongcheng, en la provincia china oriental de Anhui, creyentes de una Iglesia doméstica se encontraban congregados en un lugar de reunión construido en la propiedad de uno de los miembros de la Iglesia, cuando miembros del personal gubernamental irrumpieron repentinamente en el mismo, afirmaron que el lugar de reunión era ilegal y le advirtieron al propietario que su casa sería demolida si se seguían celebrando reuniones allí.
Los funcionarios gubernamentales le ordenaron a un electricista que cortara el cableado eléctrico de la casa de la propietaria, luego la policía cerró la puerta que daba al patio, sacó la llave y efectivamente clausuró el lugar de reunión.
El 7 de diciembre, la ciudad de Tongcheng recibió su primera nevada de invierno. Más de 100 miembros de la congregación, al no tener un lugar para practicar su fe, se reunieron secretamente en una represa del río local para orar a aproximadamente las seis de la mañana.
Más de 100 creyentes reunidos en una represa del río local:
El 25 de noviembre de 2018, la policía también allanó un lugar de reunión perteneciente a la Iglesia Local emplazado en la ciudad de Ningde, en la provincia china suroriental de Fujian. Ese día, dos policías irrumpieron repentinamente en el lugar de reunión, registraron la información personal y las direcciones de cada uno de los más de 30 creyentes que estaban presentes, y les tomaron fotografías.
«Si no es reconocida por el Estado, es un xie jiao. Tienen que asistir a una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado para celebrar sus reuniones”, dijo un oficial de policía.
A pesar de ser perseguidos por la policía, los creyentes no cedieron y continuaron celebrando sus reuniones, solo tienen que cambiar sus horarios de reunión de manera frecuente.
Esta comunidad pertenece a un grupo de Iglesias que poseen una historia complicada. Según uno de los creyentes de más edad de la Iglesia, la misma ha estado negándose a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías por 30 años, y ha sido objeto de persecución a largo plazo por parte de las autoridades. En el año 1986, todos los creyentes de la Iglesia, más de 60 en total, fueron arrestados por la policía mientras asistían a una reunión. Desde 1990 hasta 1995, el líder de la Iglesia fue arrestado cuatro veces, fue detenido y sometido a adoctrinamiento obligatorio; en el año 1997, el mismo fue sentenciado a dos años de prisión a causa de sus creencias.
«Actualmente, todas las iglesias ‘que no son clandestinas’ [refiriéndose a las iglesias dependientes de la Asociación Patriótica Católica China] han colocado e izado la bandera nacional. La Constitución, los Valores Socialistas Centrales y la cultura tradicional china han ingresado a estas iglesias», afirmó un sacerdote católico clandestino. “Incluso se han colgado retratos de Mao Zedong y de Xi Jinping dentro de las iglesias para que los creyentes los adoren. De esta manera se profana el templo de Dios con cosas sucias. Preferiríamos escondernos huyendo de un lugar a otro, leer las Sagradas Escrituras y celebrar la misa en chozas deterioradas y en condiciones rigurosas que unirnos a la Asociación Patriótica Católica China».
Informado por Yang Xiangwen and An Xin