El PCCh requiere que el personal médico registre la evidencia de las creencias religiosas de los pacientes en bases de datos que el Estado utiliza para controlar cada aspecto de la vida de las personas.
por Tang Wanming
En octubre pasado, una mujer embarazada de la provincia oriental de Shandong fue llevada de emergencia al hospital debido a una fuerte hemorragia. La prognosis del doctor fue que la mujer estaba en peligro inminente y que necesitaba cirugía de inmediato.
Una enfermera fue enviada a recopilar la información personal de la mujer. Para consternación de la familia, la enfermera estaba más interesada en las creencias religiosas de la mujer que en su salud.
“Tiene mucho dolor. ¿Por qué le está haciendo esas preguntas?”, dijo un miembro de su familia, angustiado. La enfermera respondió que el Gobierno necesita recopilar información acerca de cada paciente – incluyendo su condición religiosa– para ingresarla en sus registros médicos. Añadió que no preguntar sobre la fe no era una opción.
Aunque su vida pendía de un hilo, a la mujer embarazada se le preguntó dos veces sobre su condición religiosa antes de ser llevada a cirugía.
Residentes en Hebei, Heilongjiang, Shandong, Henán y otras provincias también han reportado a Bitter Winter que han sido interrogados por personal de los hospitales acerca de sus creencias religiosas antes de ver a un doctor. Algunos residentes dijeron que han ocurrido incidentes similares desde 2017.
La creencia en Dios podría afectar el tratamiento
Bitter Wimter entrevistó a varios trabajadores de la salud acerca de su experiencia con la recopilación de información acerca de la condición religiosa de los pacientes. Todos ellos dijeron que el Gobierno había impuesto este requisito, pero nadie podía comprender las verdaderas intenciones de todo esto.
El director de un hospital en Shandong reveló que la información de los pacientes –su historia médica personal y familiar, su situación financiera, su denominación religiosa y cosas por el estilo– es subida a una base de datos operada por el Gobierno. “No sólo el Departamento de Seguridad Pública revisa estos registros, sino que los empleadores también pueden tener acceso a ellos. Tan pronto como alguien tiene una ‘mancha’, tendrá restricciones para comprar boletos para viajar. Los empleadores tampoco lo contratarán”.
“Algunos pacientes no sabían por qué les hacían esas preguntas, pero aun así expresaron de forma honesta cuál era su fe religiosa. Esto no es algo bueno. Puede parecer inocuo en el momento, pero el Gobierno puede explotar esta información si lo necesita”, dijo un trabajador médico de la provincia central de Henán.
Desde el año pasado, los Gobiernos locales a lo largo de China lanzaron la campaña para registrar e investigar a las personas religiosas, y han surgido por todo el país bases de datos de creyentes y sitios religiosos. Además de la recopilación de información que se lleva a cabo en los hospitales, los datos de los creyentes se recolectan en instituciones gubernamentales, el ejército, empresas operadas por el Estado, escuelas y en cualquier otra institución pública. Cuando su fe queda al descubierto, a las personas se les niegan sus derechos fundamentales, como el derecho a tener un empleo y seguridad social.
Los creyentes de los grupos religiosos enlistados como xie jiao –una asociación que podría resultar en una sentencia de encarcelamiento– adquieren antecedentes penales después de ser arrestados. Algunos de ellos descubrieron que sus doctores ya tenían información acerca de sus creencias religiosas, un indicador de que sus datos se comparten en una red gubernamental.
A los miembros de los grupos religiosos que no forman parte de las iglesias operadas por el Gobierno les preocupa que la recopilación de información sobre ellos sea otro medio a través del cual el Partido Comunista Chino (PCCh) reprima las libertades religiosas.
Presuntamente, la condición religiosa de los ciudadanos también se ha agregado al infame sistema de crédito social que el PCCh ha estado desarrollando desde 2014. Tan pronto como el Estado pone a alguien en la lista negra, cada aspecto de su vida –incluyendo los viajes, la obtención de un préstamo o recibir atención médica– se verá afectado.
“El Gobierno puede utilizar la información para restringir la fe de las personas al no reembolsarles a los creyentes los gastos médicos o, incluso, arrestándolos”, dijo un cristiano de una iglesia doméstica que en una ocasión reportó honestamente su condición religiosa a un doctor.
Creyente gravemente enfermo muere al no querer revelar su fe
Un miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) de 46 años de la ciudad de Baoding en la provincia norteña de Hebei murió debido a que tenía miedo de revelar el estatus religioso de su familia si él acudía al hospital.
La esposa y el hijo del hombre también son miembros de la IDT. Para evitar la persecución por parte del PCCh, toda la familia se escondió hace unos años, yendo de un lado a otro. Antes de esconderse, el hombre ya tenía diabetes. Con el tiempo, su condición empeoró, agravada por los elevados niveles de ansiedad que sentía al estar prófugo, no tener casa y estar constantemente desnutrido. Temeroso de ser encontrado y arrestado, no buscó atención médica.
En agosto de 2017 tuvo un grave choque insulínico. Un doctor en una pequeña clínica a la que acudió el hombre haciendo acopio de valor le dijo que buscara atención inmediata en un hospital más grande porque él no podía ayudarlo.
El hombre se rehusó a hacerlo. “Preferiría morir a que mi esposa y mi hijo fueran implicados y arrestados junto conmigo”, dijo al doctor frente a su familia.
Murió en septiembre.
Está prohibida cualquier actividad religiosa en los hospitales
Bitter Winter obtuvo un documento emitido por una localidad en la provincia de Henán, titulado Lista negativa de personas encargadas y personal clerical de los comités de gestión de sitios de reunión con actividades religiosas, según el cual “las personas no deben aprovechar que visitan a los pacientes para realizar actividades de predicación en los hospitales y otros lugares públicos”.
Un doctor del condado de Pingyang, bajo la jurisdicción de la ciudad de Wenzhou en la provincia oriental de Zhejiang, reveló a Bitter Winter que las autoridades de su área también adoptaron un documento similar en la primera mitad de 2018. A cada trabajador de la salud de este hospital se le exigió que reconociera con una firma que lo había leído. También se colocó en el hospital un letrero que dice “Queda prohibido llevar a cabo actividades religiosas en las instalaciones médicas”.
“Desde el año pasado a los creyentes no se les permite orar por sus amigos o familiares en los hospitales. Los que lo hacen, podrían ser arrestados”, dijo un trabajador médico del condado de Pingyang. “En el pasado, siete u ocho cristianos de la Iglesia de las Tres Autonomías venían cada sábado a las 2 p.m. para orar por los pacientes. Pero, desde que se emitió la prohibición, orar por los pacientes está completamente prohibido y los cristianos dejaron de venir”.