Las autoridades amenazaron con expulsar a varios cristianos de la tercera edad del asilo de ancianos donde vivían en Henán.
por Jiang Tao
Bitter Winter está recibiendo numerosos reportes acerca de que las autoridades locales a lo largo de China están coaccionando a los cristianos a renunciar a sus creencias religiosas, amenazándolos con suspenderles su pensión y sus prestaciones de bienestar social, así como otras salvaguardas sociales fundamentales.
Uno de esos casos fue el que sucedió en un asilo de ancianos en el área de Xicun, en Henán, donde varios cristianos de la tercera edad fueron echados del lugar o coaccionados a abandonar sus creencias religiosas.
Todo empezó cuando en enero el Departamento de Asuntos Civiles local colocó un anuncio que decía: “A todos los usuarios de la tercera edad y al personal de asistencia se les prohíbe participar en actividades religiosas o visitar sitios religiosos. Además, se desecharán todos los libros religiosos que se encuentren en las instalaciones”.
Seis meses después, el 30 de mayo, un oficial del departamento se apareció en el asilo de ancianos. Dijo: “Actualmente, las políticas estatales prohíben a los hogares que gozan de las Cinco Garantías que crean en Dios. Si se atreven a creer en Dios, entonces váyanse a su casa; ya no tienen permitido vivir en un asilo de ancianos”.
Las Cinco Garantías es un sistema de seguridad social para las áreas rurales de China que apoya a los habitantes de la villa de la tercera edad, discapacitados, imposibilitados para trabajar o que no tienen ningún medio para ganarse la vida.
Uno de esos cristianos de la tercera edad, de casi 70 años, dijo: “No tengo hijos y no hay nadie que me cuide en casa. Así como van las cosas, no podemos tener congregaciones y todas nuestras Biblias han sido confiscadas”. El creyente también reveló que las autoridades habían instalado cámaras de vigilancia por todo el asilo de ancianos, dificultando, incluso, orar.