Las autoridades están intensificando el ya estricto control sobre la actividad en línea, dando como resultado personas reprimidas y sancionadas por decir algo remotamente crítico contra el PCCh.
Forma en la que actúa un típico dictador: controla tanto su imagen pública que comienza a regular lo que se dice en línea y, si es negativo, lo censura.
Xi Jinping, el presidente de China, se halla entre esos dictadores.
Desde que llegó al poder en el año 2012, la regulación de la actividad en línea y la censura del discurso público se han vuelto cada vez más estrictas y severas en China. Cualquier comentario que ridiculice o critique a los líderes estatales de China será bloqueado de inmediato. Los internautas que publiquen dichos contenidos podrán ser detenidos, condenados y castigados en cualquier momento.
El disidente Ling Zhi, de la ciudad de Shenyang, en la provincia nororiental de Liaoning, publicó comentarios en línea criticando a Xi Jinping por esparcir dinero por todo el mundo sin tener en cuenta la sombría realidad de la vasta población empobrecida de China y las vidas de los integrantes del pueblo chino. Y he aquí, a altas horas de una noche de diciembre de 2018, la policía lo fue a buscar a su casa, lo sacó de allí, y lo interrogó durante más de tres horas.
Esta no fue la primera vez que Ling Zhi se metió en problemas a causa de su actividad en línea. Ya había sido interrogado por la policía en varias oportunidades por disentir con las opiniones del Partido Comunista Chino (PCCh) y por ser abiertamente crítico con respecto a Mao Zedong y a Xi Jinping.
Por consiguiente, sus cuentas de Weibo, WeChat, QQ y de otras redes sociales han sido repetidamente bloqueadas.
En el año 2017, durante un período políticamente delicado —antes de la celebración del XIX Congreso Nacional, en octubre de 2017— las autoridades se preocuparon de que Ling Zhi publicara comentarios en línea desfavorables al PCCh, por lo cual confiscaron todos sus medios de comunicación: dos computadoras y dos teléfonos móviles.
Tal accionar implica una severa restricción contra la libertad de expresión, lo que demuestra que en China dicho derecho se encuentra en un empinado declive.
Xin Hui (seudónimo), un minero procedente de la ciudad de Xinzhou, en la provincia china norteña de Shanxi, también fue sentenciado por publicar comentarios en línea. Fue detenido para ser sometido a «educación» por haber violado el derecho administrativo, debido a que el contenido de un mensaje de WeChat aludía brevemente a «información confidencial».
“En el mundo actual, el Estado ocupa por la fuerza las tierras de los aldeanos y solo les ofrece 1000 yuanes (aproximadamente 148 dólares). ¿Es eso suficiente para vivir?”, decía un mensaje que fue publicado por Xin Hui en un grupo de WeChat el 20 de septiembre de 2018.
Xin Hui respondió: «¿Cuándo se ha preocupado el emperador Xi por la vida o la muerte de la gente común?».
Tres días después, tres policías vestidos de civil fueron a buscar a Xin Hui y, sin mostrar ningún tipo de documentación, lo llevaron a la estación de policía local. La policía lo interrogó repetidamente acerca de los motivos que había tenido para publicar dichos comentarios en línea, y realizó una investigación de su historial para ver si Xin Hui poseía antecedentes penales. Finalmente, fue detenido por la policía durante 20 días, alegando que había violado el derecho administrativo.
Mientras estuvo detenido, Xin Hui fue obligado a asistir a clases diarias para ser sometido a una «transformación ideológica» sobre «cómo defender al PCCh, y no hacer comentarios desfavorables al mismo por medio de WeChat«.
Informado por Chen Jinsheng