El Estado chino continúa utilizando tecnología para monitorear a sus ciudadanos: los vehículos eléctricos, tales como escúteres o motocicletas, solo se venden con tales dispositivos instalados.
por Ye Ling
En China, incluso los autos pertenecientes a particulares les están brindando al Gobierno información sobre la gente.
Se trata de otro brazo del sistema de vigilancia masivo a nivel nacional creado por el Partido Comunista Chino (PCCh), el cual espera tener acceso completo a cada parte de las vidas de los 1400 millones de ciudadanos del país. Ya han sido puestos en marcha los proyectos Skynet y Ojos de Lince, aumentando la cantidad de cámaras posicionadas por toda China.
Actualmente, utilizando el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y gracias a fabricantes de automóviles mundiales, quienes comparten información sobre la ubicación en tiempo real y otros puntos de datos directamente con los funcionarios, el Gobierno chino está rastreando a las personas y a sus vehículos para saber hacia dónde se dirigen. Más de 200 fabricantes de automóviles —entre los que se incluyen: Tesla, Volkswagen, BMW, Daimler, Ford, General Motors, Nissan y Mitsubishi— envían al menos 61 puntos de datos, incluida la ubicación del vehículo, a plataformas de monitoreo respaldadas por el Gobierno, según informó The Associated Press (AP) en noviembre pasado. Las normas fueron establecidas en el año 2016.
Y los residentes ya están comenzando a notarlo. Tal y como Bitter Winter había informado anteriormente, la policía en algunas partes de la provincia norteña de Heilongjiang y de la provincia china central de Henán exige que los dispositivos de monitoreo sean instalados de manera uniforme en todos los vehículos eléctricos. Esto incluye motocicletas, escúteres y bicicletas.
El Sr. Xu, residente de la ciudad de Quanzhou, en la provincia suroriental de Fujian, reveló que, en marzo pasado, mientras compraba una motocicleta eléctrica, el vendedor le solicitó que mostrara su tarjeta de identificación y le informó que también debía comprar e instalar un dispositivo de posicionamiento para vehículos eléctricos. Cuando el Sr. Xu se negó a hacerlo de inmediato, el vendedor le dijo que el monitoreo ahora es un requisito obligatorio establecido por el Gobierno y que, si se rehusaba, no le podría vender el vehículo en cuestión. El Sr. Xu no compró la motocicleta.
«Esta es la cláusula de acoso del Gobierno. Cada nuevo vehículo eléctrico debe tener instalado un dispositivo de monitoreo», afirmó el propietario de un concesionario de vehículos eléctricos. “Cada vez que un cliente compra un vehículo, tiene que obtener una matrícula. Si el dispositivo de monitoreo no está instalado, la Oficina de Administración de Vehículos no le proporcionará la matrícula, y sin ella los vehículos eléctricos no pueden ser conducidos por las calles».
Este problema también ha surgido en las ciudades de Jinjiang y Putian, ambas en la provincia de Fujian. Algunos concesionarios de vehículos eléctricos incluso han establecido centros de servicio para instalar dispositivos de rastreo.
Si la policía de tránsito descubre que el dispositivo no ha sido instalado, se le impondrá al infractor una multa de 200 yuanes (alrededor de 30 dólares), posteriormente, el propietario además tendrá que gastar 130 yuanes (alrededor de 19 dólares) para instalar el dispositivo de posicionamiento.
«En septiembre pasado, la policía de tránsito me detuvo mientras iba conduciendo mi escúter y me vi obligado a instalar un dispositivo de rastreo», dijo un residente de la ciudad de Putian.
Aquí está la otra cosa interesante, el informe de AP afirma que: otros países que son mercados importantes para vehículos eléctricos como, por ejemplo, Estados Unidos, Japón y países de toda Europa, no están recolectando los mismos datos en tiempo real que China.
«Están averiguando demasiado sobre las actividades cotidianas de la gente y eso se convierte en parte de lo que denomino vigilancia ubicua», afirmó Michael Chertoff, quien fue secretario del Departamento de Seguridad Nacional durante la presidencia de George W. Bush y escribió un libro llamado Exploding Data (Explotando datos). «Las compañías deberían preguntarse a sí mismas: ‘¿Es esto realmente algo que queremos hacer desde el punto de vista de nuestros valores corporativos, incluso si eso significara abandonar ese mercado?’»
Pero más importante en China es el riesgo agregado que esto supone para los cristianos que ya están siendo reprimidos.
“Compré una bicicleta eléctrica nueva y me vi obligado a instalar un dispositivo de posicionamiento. Cada vez que asisto a una reunión, tengo que estacionarla en un sitio relativamente alejado del lugar de reunión y luego ir caminando hasta el mismo», afirmó un cristiano procedente de la ciudad de Quanzhou. «No hay nada que pueda hacer al respecto. Una vez que este dispositivo de posicionamiento es instalado, todos nuestros movimientos pueden ser rastreados por el PCCh. Tan pronto como rastreen el lugar de reunión, todos los miembros de la iglesia también estarán en problemas».
Otra cristiana dijo que a fines de enero planeaba comprar una bicicleta eléctrica nueva, pero luego de enterarse del requisito obligatorio de instalación del dispositivo de posicionamiento, abandonó su plan.
«El Gobierno dice que esto es para la seguridad de las personas, pero, de hecho, es una invasión de nuestra privacidad», afirmó la misma. “La policía puede monitorear y saber bien a dónde vamos todos los días, además de conocer todos nuestros movimientos. Incluso si comprara un vehículo así, no me atrevería a usarlo».