Un pequeño grupo religioso comete dos asesinatos. El PCCh acusa a Falun Gong, repitiendo el plan que utilizó contra la Iglesia de Dios Todopoderoso en el incidente acaecido en el año 2014 en un restaurante McDonald’s.
por Massimo Introvigne
El Partido Comunista Chino (PCCh) nunca es demasiado original en su propaganda. En el año 2014, un pequeño movimiento religioso que creía que Dios había encarnado en sus dos líderes femeninas, Lü Yingchun y Zhang Fan (1984–2015), «dos cuerpos humanos que comparten la misma alma divina», asesinó a una joven vendedora, Wu Shuoyan (1977–2014), en un restaurante McDonald’s emplazado en Zhaoyuan, Shandong. Wu se había negado a proporcionarle al grupo su número de teléfono, y la asesinaron al creer que estaba poseída por un «demonio».
Inmediatamente, el PCCh puso en marcha una campaña en la cual afirmaba que los asesinos eran miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso, un movimiento que las autoridades chinas habían estado persiguiendo desde la década de 1990. La noticia falsa se extendió hasta llegar a los medios de comunicación extranjeros y todavía se repite ocasionalmente en China, a pesar del hecho de que incluso los medios de comunicación chinos que cubrieron el posterior juicio informaron que los delincuentes formaban parte de un grupo religioso diferente, el cual no estaba relacionado con la Iglesia de Dios Todopoderoso.
Dado que los informes internacionales sobre derechos humanos, algunos de ellos elaborados por el Gobierno de Estados Unidos, continúan mencionando la persecución de Falun Gong, varios altos líderes del PCCh, entre los que se incluye Zhao Leji (趙 樂 際), el secretario de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria del Partido (中國共產黨 中央 紀律 檢查 委員會), han exigido más represión y propaganda contra el movimiento.
Una herramienta clave de esta propaganda es la manipulación de un caso criminal acaecido en Vietnam, y lo que sucedió es sorprendentemente similar al incidente de McDonald’s del 2014. El 3 de julio de 2020, el Tribunal Popular de la provincia de Bình Dương en Vietnam condenó a muerte a una mujer de 32 años llamada Phạm Thị Thiên Hà. Su madre, Trịnh Thị Hồng Hoa, de 67 años, fue sentenciada a 13 años de prisión. Dos cómplices, Lê Ngọc Phương Thảo (de 30 años) y Nguyễn Ngọc Tâm Huyên (de 40 años) fueron sentenciados a prisión por 22 años y 19 años respectivamente.
En Vietnam, el incidente fue apodado el caso de los «cadáveres en el hormigón». Hà, una mujer culta y expropietaria de una cafetería emplazada en Saigón, había creado su propio pequeño grupo de qigong, el cual promovía prácticas peculiares tales como los estrictos períodos de ayuno obligatorio de 14 días de duración. En enero de 2019, durante un retiro en Bà Rịa, en la provincia de Vũng Tài, un miembro del movimiento, Trần Đức Linh (1968–2019), no pudo continuar con el ayuno y fue asesinado a golpes por los demás (o, tal y como afirmaron, se lesionó al saltar por una ventana y el grupo lo dejó morir sin llevarlo al hospital). Su cuerpo fue trasladado a una vivienda emplazada en el distrito de Bàu Bàng, en la provincia de Bình Dương.
Allí, otro joven miembro, Trần Trí THành (1992–2019), tampoco pudo ayunar. Además, abusó sexualmente de varias correligionarias y fue sorprendido masturbándose. Primero fue electrocutado, con el pretexto de someterlo a acupuntura, y luego estrangulado. Los cadáveres de Linh y THành fueron escondidos en contenedores llenos de hormigón, los cuales un tiempo después fueron descubiertos por el propietario de la vivienda que el grupo alquilaba, quien llamó a la policía, dando lugar al arresto de Hà y sus seguidores el 17 de mayo de 2019. Curiosamente, en otro paralelismo con el caso del restaurante McDonald’s, afirmaron que tenían que asesinar a THành porque estaba poseído por un «espíritu maligno».
Inmediatamente después de los arrestos efectuados en el año 2019, algunos medios de comunicación vietnamitas informaron que el grupo formaba parte de Falun Gong, un grupo activo en Vietnam, a pesar de ser ocasionalmente hostigado por la policía y mantenido bajo vigilancia. Fuentes en Vietnam le dijeron a Bitter Winter que creen que la embajada china «ayudó» a las autoridades a identificar a los perpetradores como miembros de Falun Gong.
El juicio de los asesinos acusados se inició el 25 de junio de 2020. Allí quedó claro que los asesinos, tal y como informaron los principales medios de comunicación vietnamitas, «»no seguían [los] principios de Falun Gong», sino que «practicaban métodos creados por Hà». Incluso en el año 2019, algunos medios de comunicación habían informado correctamente que sus enseñanzas estaban «vagamente basadas en el qigong». Sin descartar la posibilidad de «sugerencias» por parte de la embajada de China, parecería que algunos medios de comunicación locales continuaron utilizando «Falun Gong» de manera incorrecta, como si fuera un sinónimo del genérico «qigong». Las creencias y prácticas promovidas por Hà no parecen ser típicas de Falun Gong.
A pesar de los resultados del juicio, los medios de comunicación en China continuaron afirmando que el grupo formaba parte de Falun Gong. El 13 de julio de 2020, el sitio web de la Red Antisectas de China (puesta en marcha con gran fanfarria en el año 2017) publicó un extenso artículo sobre el caso de los «cadáveres en el hormigón», tratando de demostrar que los responsables formaban parte de Falun Gong. El artículo incluía una imagen que supuestamente mostraba a Hà participando en un desfile de Falun Gong celebrado en mayo de 2017 en Nueva York. A pesar de que esto no hace que Falun Gong sea responsable de sus posteriores actividades criminales en Vietnam, la imagen parece sospechosa. Podría haber sido manipulada, o la mujer podría no ser Hà. Se afirma que Hà no solo era practicante, sino una líder de Falun Gong, a pesar de que en el desfile, la misma no está vestida de amarillo como los miembros de Falun Gong. En la afirmación paralela se alega que Hà había compartido contenido de Falun Gong en sus cuentas de redes sociales, pero incluso si eso fuera cierto, tampoco probaría que era «miembro» o «líder» de Falun Gong.
Por supuesto, es muy posible que Hà y sus seguidores hayan leído sobre Falun Gong, cuya literatura circula en Vietnam. Algunos de ellos habían estado en el extranjero y pueden haber descubierto a Falun Gong allí, o podrían ser descritos como «antiguos» practicantes de Falun Gong, que más tarde se pasaron al idiosincrásico método enseñado por Hà, basado en múltiples fuentes budistas, de qigong y pertenecientes a las religiones populares. No obstante, el grupo de Hà no formaba «parte» de Falun Gong, y su núcleo estaba conformado por diferentes enseñanzas y prácticas creadas por la propia Hà. Más bien, era uno de los cientos de nuevos pequeños grupos religiosos que se multiplicaron en Vietnam desde que el país introdujo un mínimo de libertad religiosa. Utilizar el incidente para afirmar que «el caso del asesinato en Vietnam una vez más expuso la esencia maligna de Falun Gong» y para justificar el arresto, la tortura y el asesinato extrajudicial de miles de practicantes de Falun Gong en China solo forma parte de la habitual propaganda y de las noticias falsas.