China posee la sección más extensa del informe anual, en el que se denuncian medidas represivas contra todas las creencias y torturas contra uigures, practicantes de Falun Gong, miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) y otros. ¿El medio de comunicación más citado? Bitter Winter.
Massimo Introvigne
Índice: China, el peor país para los creyentes – Metodología del informe: Bitter Winter es considerada una fuente confiable – Uigures y otros musulmanes – Iglesias domésticas cristianas – Católicos – Xie Jiao – La Iglesia de Dios Todopoderoso – Falun Gong – Tibetanos, budistas y taoístas – Refugiados: Corea del Sur
China, el peor país para los creyentes
El 21 de junio, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, y el Embajador Plenipotenciario de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, dieron a conocer el Informe anual sobre Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado de EE. UU. para el año 2019, el cual abarca el año 2018. El Secretario Pompeo destacó a China, junto con Irán, como los peores lugares del mundo para aquellos que pertenecen a una religión minoritaria, «tratando a las minorías religiosas como amenazas a la seguridad nacional que merecen vigilancia, encarcelamiento y, a veces, la muerte».
Mientras que Irán maltrata a quienes no son musulmanes, China persigue a todas las religiones. Solo las cinco religiones autorizadas, explica el informe, están «oficialmente autorizadas para celebrar servicios de culto», pero no sin limitaciones. De hecho, como se explica en la sección sobre China, la más grande y detallada de todo el informe, en el año 2018 «continuaron llegando denuncias de muertes bajo custodia y otras en las que se detallaban torturas, abusos físicos, arrestos, detenciones, penas de prisión o acosos contra adherentes de grupos religiosos registrados y no registrados, llevados a cabo por el Gobierno, por actividades relacionadas con sus creencias y prácticas religiosas». En China, «las personas que participan en actividades religiosas no autorizadas están sujetas a sanciones penales y administrativas».
El documento señala que en el año 2018 existieron numerosas «denuncias en las que se afirmaba que las autoridades asesinaron, provocaron desapariciones forzadas y efectuaron sustracciones de órganos en prisión solo debido a las creencias o a la afiliación religiosa de las víctimas». La evidencia de sustracción de órganos, afirma el informe, es abrumadora, y los intentos llevados a cabo por el Partido Comunista Chino (PCCh) para negar que la execrable práctica sigue vigente son sólo propaganda.
Metodología del informe: Bitter Winter es considerada una fuente confiable
El informe, según la tradición de los documentos del Departamento de Estado, adopta el enfoque metodológico de atribuir cada información a la fuente que la reportó. Las declaraciones no son asertivas (por ejemplo, «La policía torturó a veinte cristianos»), sino atributivas (por ejemplo, «The New York Times informó que la policía torturó a veinte cristianos»). Una vez que esta elección metodológica es comprendida, la lectura del informe resulta más fácil. Y claramente, tal y como afirma, el informe sólo cita fuentes que el Departamento de Estado verificó dos veces y que considera confiables.
El informe también cita a ONG confiables y a sus sitios web. En lo referente a China, ChinaAid es la más citada, contando con veinte citas.
Es una fuente de gran orgullo para esta revista que, entre los medios de comunicación y los periódicos diarios y semanales, Bitter Winter sea la publicación más citada en el informe. La misma es mencionada 15 veces. Un distante segundo, The New York Times, es citado 7 veces. Este es un resultado fantástico para Bitter Winter, la cual fue lanzada en mayo de 2018, y se debe ciertamente al compromiso (y sacrificio, ya que muchos han sido arrestados) de nuestros valientes reporteros en China.
Uigures y otros musulmanes
Una buena parte del informe analiza la persecución de uigures, kazajos étnicos y de otros musulmanes en Sinkiang. El documento también señala que la represión se está extendiendo a los musulmanes hui que se encuentran fuera de Sinkiang.
«Según el informe, numerosos medios de comunicación y ONG estiman que, desde abril de 2017, el Gobierno ha detenido al menos a 800 000 y hasta posiblemente a más de 2 millones de uigures, kazajos étnicos y miembros de otros grupos musulmanes, en su mayoría ciudadanos chinos, en centros de detención especialmente construidos o convertidos en Sinkiang, y los ha sometido a desaparición forzada, tortura, malos tratos físicos y detenciones prolongadas sin juicio previo a causa de su religión y origen étnico». La estimación de dos millones se refiere al año, 2018, mientras que para mediados de 2019 otras fuentes afirman que la cifra ha alcanzado los tres millones.
«Existieron denuncias de muertes entre personas detenidas», afirma el informe. «Particularmente en Sinkiang, las autoridades implementaron vigilancia y seguridad extensivas e invasivas, en parte para obtener información sobre la adherencia religiosa y las prácticas de los individuos». «Las autoridades de Sinkiang castigaron a escolares, estudiantes universitarios y a sus familiares por orar. Prohibieron que los jóvenes participaran en actividades religiosas, incluyendo el ayuno durante el Ramadán. El Gobierno procuró la repatriación forzosa de musulmanes uigures de países extranjeros y detuvo a algunos de los que regresaron».
Entre los incidentes denunciados, el documento menciona que «más de 10 mujeres uigures se suicidaron durante el año como respuesta directa a presiones o a abusos a los que fueron sometidas por las autoridades. Según se informa, los funcionarios llegaron a sus hogares y dijeron que tenían que casarse con un chino de etnia han o detendrían a sus padres. Para evitarlo, las mismas se suicidaron».
El informe también afirma que «ONG y medios de comunicación internacionales denunciaron arrestos y detenciones de musulmanes en Sinkiang por ‘comportamientos poco fiables’, tales como asistir a cursos de educación religiosa, poseer libros sobre religión y cultura uigur, vestir ropa con símbolos islámicos y viajar a ciertos condados». Y el PCCh, afirma el informe, está «manteniendo a niños en orfanatos luego de que sus padres son llevados a campos de confinamiento».
En Sinkiang, incluso fuera de los campamentos, la vida es sombría, donde «el Gobierno emitió pautas para advertir a los funcionarios que vigilen 75 ‘señales’ o comportamientos que denotan extremismo religioso. Estas pautas incluían dejarse crecer la barba, rezar en público fuera de mezquitas y abstenerse de fumar o beber alcohol». El informe también menciona que «las autoridades habían enviado a más de un millón de funcionarios comunistas de otras partes del país a vivir con familias locales en Sinkiang. […] Las autoridades también obligaron a dichas familias a recibir educación política de los funcionarios que vivían en sus hogares». Poco a poco, según el informe, toda la región está siendo convertida en una cárcel al aire libre.
Iglesias domésticas cristianas
El informe aclara que incluso la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el PCCh, sufre restricciones. No obstante, comparte la opinión de los juristas de que el principal objetivo del Nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos, el cual entró en vigor el 1 de febrero de 2018, es destruir iglesias domésticas independientes y obligarlas a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías.
“Líderes de iglesias cristianas, señala el informe, afirmaron que el Gobierno incrementó la vigilancia incluso antes de que entraran en vigor las nuevas regulaciones, provocando que muchas iglesias cesaran sus actividades normales. Las autoridades continuaron arrestando a cristianos e imponiendo más restricciones a sus actividades, incluyendo la obligación de que las iglesias cristianas instalen cámaras de vigilancia para permitir el monitoreo policial diario, y obligando a los miembros de iglesias domésticas y a otros cristianos a firmar documentos en los que renuncian a su fe cristiana y a su pertenencia a una iglesia. Durante el año continuó llevándose a cabo una campaña de clausura de iglesias, y las autoridades retiraron cruces y otros símbolos cristianos de iglesias, siendo la provincia de Henán un área de enfoque particular de tal actividad».
El informe menciona la conocida persecución de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana de Chengdu y la destrucción de la Iglesia del Candelero de Oro, una parte de la red Sola Fide, en Linfen. También afirma que «al menos cuatro ciudades y una provincia ordenaron restricciones en las celebraciones navideñas, incluyendo prohibiciones de instalar decoraciones navideñas, llevar a cabo actividades promocionales en tiendas, eventos navideños y actuaciones públicas. Las autoridades también incrementaron la aplicación de la ley y las patrullas en los días previos al 25 de diciembre para evitar cualquier tipo de celebración ilegal de Navidad. La policía de Kunming emitió una notificación en la que prohibía decoraciones navideñas y actividades relacionadas en lugares concurridos tales como hoteles, salones de karaoke, cibercafés y bares. La misma decía: ‘Está prohibido colgar medias de Navidad, usar gorros navideños, colocar árboles de Navidad, etc.’”.
Católicos
Al igual que otros documentos estadounidenses, el informe sigue sin convencerse de los beneficios aportados por el acuerdo entre el Vaticano y China del 2018 y menciona las críticas del cardenal retirado, Joseph Zen, procedente de Hong Kong. «Llegado fin de año, según el informe, aún no existía una explicación oficial sobre cómo sería el mecanismo para que el Vaticano y el Gobierno tomaran decisiones relacionadas con el nombramiento de obispos».
El informe señala que los católicos que critican al PCCh continúan siendo arrestados y sus iglesias clausuradas y demolidas. Los católicos son obligados a unirse a la Iglesia Patriótica Católica controlada por el PCCh, incluso cuando el Vaticano insiste en que, según el acuerdo, esto no debería ser considerado obligatorio.
Xie Jiao
El informe señala que, en China, «la ley prohíbe a ciertos grupos religiosos o espirituales. La ley penal define a los grupos prohibidos como ‘organizaciones del tipo secta’ y prevé el enjuiciamiento penal de personas que pertenezcan a dichos grupos y la imposición de penas de hasta cadena perpetua. No existen criterios publicados para determinar, o procedimientos para impugnar, tal designación. Una ley de seguridad nacional prohíbe explícitamente a las ‘organizaciones del tipo secta’. El PCCh mantiene un aparato de seguridad extralegal, dirigido por el Partido, para eliminar al movimiento Falun Gong y a otras organizaciones similares. El Gobierno continúa prohibiendo a Falun Gong, el grupo religioso del Método Kwan Yin (Kwan Yin Famen o el Sendero de la Diosa de la Misericordia) y Zhong Gong (una disciplina de ejercicio de qigong)». Ser cristiano no es una protección contra tal clasificación, simplemente a causa de su rápido crecimiento, por lo que el PCCh los considera una amenaza, siendo la IDT un buen ejemplo de ello. Tal y como afirma el documento: «El Gobierno también considera a varios grupos cristianos como ‘sectas malignas’, entre los que se incluyen los Gritones (Shouters), la Iglesia de Dios Todopoderoso (también conocida como Relámpago Oriental), la Sociedad de Discípulos (Mentu Hui), la Iglesia de Todo Ámbito (Quan Fanwei Jiaohui), la Secta del Espíritu, la Iglesia del Nuevo Testamento, los Tres Grados de Siervos (San Ban Puren), la Asociación de Discípulos, el Grupo Religioso del Señor Dios, la Iglesia del Rey Establecida, la Federación de Familias para la Paz y la Unificación Mundial (Iglesia de la Unificación), la Familia del Amor y la Iglesia de China del Sur». El informe traduce xie jiao como «sectas malignas». Esta es la traducción utilizada por el propio PCCh en sus documentos en inglés, a pesar de que la mayoría de los académicos sostienen que «enseñanzas heterodoxas» sería una definición más precisa.
El informe también menciona que en China está funcionando un poderoso aparato de propaganda antisectas y noticias falsas contra los grupos designados como xie jiao. Por ejemplo, «el 17 de marzo, la Comisión Política y Legislativa del Distrito de Huadu de Cantón, organizó un evento de organización antisectas en la aldea de Hongshan para los estudiantes locales. Luego del evento, numerosos estudiantes se comprometieron a mantenerse alejados de cualquier organización del tipo ‘secta’ y firmaron con sus nombres en el muro de firmas antisectas». Del mismo modo, «en el mes de abril, el Gobierno del condado de Zhangpu de la provincia de Fujian y el Departamento de Justicia de Zhangzhou rediseñaron un parque público local, otorgándole una temática antisectas para promover los resultados del XIX Congreso del Partido y las leyes antisectas relacionadas, y despertar conciencia sobre la influencia de las ‘sectas’”.
La Iglesia de Dios Todopoderoso
Como religión, el islam representa por lejos el mayor grupo de creyentes detenidos en China. En su carácter de movimiento religioso único, la Iglesia de Dios Todopoderoso surge del informe como el grupo más perseguido. «La Iglesia de Dios Todopoderoso, afirma el informe, reportó que las autoridades arrestaron a 11 111 de sus miembros durante el año”, contra 9000 pertenecientes a Falun Gong, siendo el mismo el segundo grupo más perseguido. «La Iglesia de Dios Todopoderoso, añade el documento, reportó que las autoridades sometieron a cientos de sus miembros a ‘tortura o adoctrinamiento forzado'».
Se han denunciado varios casos individuales. «Una miembro de la Iglesia [de Dios Todopoderoso] murió bajo custodia poco después de que las autoridades de Guizhou la detuvieran en el mes de marzo por un cargo no especificado. Las autoridades afirmaron que la persona no identificada se suicidó ahorcándose, pero no permitieron que su familia viera el cuerpo. Según se informa, las autoridades le dijeron a su familia que el Gobierno no aprobaba sus creencias cristianas. Cuando sus familiares cuestionaron la determinación del Gobierno de que su muerte era un suicidio, las autoridades los amenazaron con la pérdida potencial de sus empleos y de la posibilidad de que sus hijos ingresaran a la universidad».
En otro incidente, «La Iglesia de Dios Todopoderoso reportó que, en el mes de abril, la policía del PCCh arrestó y torturó en secreto a una de sus miembros durante 25 días. La persona fue enviada al hospital con heridas severas en el cráneo y murió varios meses después. La Iglesia de Dios Todopoderoso también reportó que el 27 de junio dos de sus miembros fueron arrestados y, el 2 de julio, uno de ellos fue ‘perseguido hasta la muerte’ en el Centro Municipal de Detención de Chaoyang”.
Y «en el mes de agosto, la Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos y la Libertad Religiosa (ADHRRF, por sus siglas en inglés), una ONG internacional que proporciona informes periódicos sobre la situación de la Iglesia de Dios Todopoderoso, informó que, entre abril y agosto, las autoridades de Chongqing, provincia de Sichuan, detuvieron a 109 miembros de la Iglesia. De los mismos, 40 seguían desaparecidos al final del año».
En general, «La Iglesia de Dios Todopoderoso reportó que las autoridades sometieron a 525 de sus miembros a ‘tortura o adoctrinamiento forzado’ durante el año. La Iglesia también reportó que algunas mujeres, miembros de la misma, sufrieron abortos espontáneos luego de que la policía las sometiera a ‘torturas y abusos’ en los centros de detención».
Falun Gong
A pesar de que Falun Gong está obligado a operar de manera clandestina, el informe insiste en que todavía está muy presente en China, y la persecución continúa. Se proporcionan varios ejemplos.
Uno de ellos es Ye Guohua, un practicante de Falun Gong que fue arrestado y llevado «al Centro de Detención de Jianye, donde su familia cree que fue brutalmente torturado por su práctica de Falun Gong. El 8 de septiembre [de 2018], sufrió lo que las autoridades afirmaron fue una enfermedad aguda repentina y fue enviado al hospital. Las autoridades permitieron que su familia lo viera brevemente, y sus familiares afirmaron que Ye estaba en coma y que su cuerpo estaba hinchado. Murió tres días después. Un practicante de Falun Gong local llamó al centro de detención para preguntar qué le había sucedido a Ye y la persona que contestó el teléfono dijo: ‘Está muerto, así que no se puede hacer nada al respecto. Hacer preguntas sobre esto implica buscarse problemas’».
En el mes de septiembre, el periódico canadiense Globe and Mail, citado por el documento, «informó que las autoridades habían torturado a una ciudadana canadiense practicante de Falun Gong durante su detención preventiva de 18 meses de duración en Pekín. Mientras se encontraba detenida, las autoridades habrían privado inicialmente a la persona de comida y agua, y posteriormente la habrían arrojado al suelo y rociado con pimienta. Los funcionarios la habían arrestado en febrero de 2017 por ‘organizar o utilizar una secta para socavar la aplicación de la ley’. Tras el arresto, su esposo, quien ella dijo que creía que la había entregado a las autoridades, supuestamente transfirió todas sus propiedades y acciones de una empresa a su nombre».
Tibetanos, budistas y taoístas
El informe cita a Bitter Winter en lo que respecta a la destrucción generalizada de estatuas y templos budistas y taoístas. También menciona la extraña afirmación del PCCh de que debería controlar la reencarnación de los lamas en el Tíbet. De hecho, el informe afirma que «dependiendo del área geográfica de influencia percibida del lama, las entidades administrativas pertinentes pueden negar el permiso para que un lama sea reconocido como reencarnado y dichas entidades deben aprobar las reencarnaciones. El Consejo de Estado tiene el derecho de negar el reconocimiento de las reencarnaciones de los altos lamas de ‘especialmente gran influencia’. Las regulaciones también establecen que ninguna organización o individuo extranjero puede interferir en la selección de los lamas reencarnados, y que todos los lamas reencarnados deben renacer dentro de China. El Gobierno mantiene un registro de lamas reencarnados oficialmente reconocidos».
En general, la situación está empeorando en el Tíbet. El PCCh obliga a «los monjes y monjas tibetanos a recibir formación política para aprender la ideología del Estado. La policía exige que los monjes y monjas demuestren –además de competencia en estudios religiosos– ‘fiabilidad política’, ‘integridad moral capaz de impresionar al público’ y voluntad de ‘desempeñar un papel activo en momentos críticos’», lo que en la jerga comunista significa apoyar al PCCh.
El informe destaca que, «desde el año 2009, más de 150 tibetanos se habían prendido fuego en protesta contra lo que calificaron de ocupación y abusos contra los derechos humanos sobre la religión y la cultura del Tíbet bajo el dominio chino. Según informes de prensa, Gendun Gyatso, de 16 años de edad, se inmoló en el condado de Ngaba (China: Aba), Prefectura Autónoma del Tíbet (TAP, por sus siglas en inglés), en la provincia de Sichuan, el 8 o 9 de diciembre y murió a causa de las heridas. Los medios de comunicación afirmaron que el 8 de diciembre, Drugkho (conocido también por su nombre monástico Choekyi Gyatso), un joven tibetano, se prendió fuego en Ngaba gritando: ‘larga vida al dalái lama’. Algunos informes noticiosos indican que puede haber sobrevivido. Según se informa, tanto Gendun como Drugkho eran monjes en el Monasterio de Kirti. Según el sitio web Tibet Sun, el 4 de noviembre en Ngaba, Dopo, otro joven tibetano murió tras autoinmolarse, al parecer gritando: ‘larga vida al dalái lama’. El 7 de marzo, Tsekho Tugchak (también deletreado ‘Topchag’), un hombre de unos cuarenta años, supuestamente gritó: ‘Larga vida a Su Santidad el dalái lama y libertad para el Tíbet’ mientras se autoinmolaba en el municipio de Meruma, en el condado de Ngaba, la ubicación de sus restos era desconocida. El condado de Ngaba también había sido escenario de numerosas autoinmolaciones llevadas a cabo por monjes del Monasterio Kirti».
En el Tíbet existieron numerosas «denuncias sobre desaparición forzada, tortura, detención arbitraria y abuso físico de personas a causa de sus creencias o prácticas religiosas». El informe menciona “el relato de un monje tibetano sobre tortura y abuso sexual en un campamento de reeducación en la TAR [Región Autónoma del Tíbet]. El monje afirmó: ‘Muchas monjas perdían el conocimiento durante los ejercicios [militares]. A veces los oficiales llevaban a las monjas inconscientes adentro, donde los veía acariciando sus pechos y manoseando su cuerpo’. También declaró que algunos reclusos ‘eran seleccionados y golpeados tan severamente con bastones eléctricos que perdían el conocimiento. Los oficiales revivían a los reclusos inconscientes salpicándoles agua en el rostro. Este ciclo de hacerles perder la conciencia y revivirlos continuaba por algún tiempo al final del cual los oficiales utilizaban un tubo de plástico negro para golpear y verter agua sobre todo su cuerpo, y luego utilizaban bastones eléctricos para golpearlos un poco más. Pronto aparecían marcas negras y azules en el cuerpo de las víctimas, y los mismos quedaban medio muertos’».
Refugiados: Corea del Sur
Las secciones del informe sobre otros países son de interés para China, ya que mencionan el deterioro de la situación de los solicitantes de asilo y la hostilidad general contra los refugiados, incluidos los que huyen de la persecución religiosa. Este problema general se menciona en el caso sobre Corea del Sur. No obstante, es lamentable que el informe sólo mencione como ejemplo a los refugiados de Yemen, mientras que los refugiados chinos pertenecientes a Falun Gong y a la Iglesia de Dios Todopoderoso también se encuentran en una situación precaria allí.
Curiosamente, el informe menciona que algunos de los principales cristianos en Corea del Sur persiguen a miembros de grupos cristianos considerados «herejes», e incluso pueden llegar a secuestrarlos y golpearlos. «En el mes de enero, según afirma el documento, tras la denuncia de que una pareja había matado a su hija mientras intentaban forzarla a convertirse de lo que los padres consideraban una secta a su propia confesión cristiana, 120 000 ciudadanos se reunieron en Seúl y en otros lugares para protestar contra la conversión coercitiva, supuestamente llevada a cabo por algunos pastores cristianos. Los manifestantes criticaron al Gobierno y a las iglesias por guardar silencio sobre el tema y exigieron que se tomaran medidas al respecto».
Aunque no se menciona en el informe, los mismos cristianos «cazadores de herejes» también apoyan activamente la persecución llevada a cabo contra Falun Gong y la Iglesia de Dios Todopoderoso y acosan a sus refugiados en Corea del Sur.