Una profesional consumada desapareció en uno de los campos de detención que el PCCh denomina “escuelas profesionales”. Se lanzó un nuevo sitio web para ayudar a su liberación.
por Marco Respinti
Ha pasado un año y nada ha cambiado. La Dra. Gulshan Abbas, médica consumada y retirada y persona apacible conocida por su trabajo en la comunidad, fue arrestada y desaparecida en uno de los tristemente famosos campamentos de transformación por medio de educación de Sinkiang (la región que los uigures prefieren llamar Turquestán Oriental).
Fue el 11 de septiembre de 2018 y, desde entonces, nadie sabe nada de ella. Fue engullida por el hoyo negro del sistema comunista de detención, igual que millones de uigures (hasta tres, dicen las investigaciones) y miles de kazajos y otros pueblos túrquicos. Las únicas faltas de estas personas fueron su etnicidad –uigures, kazajos, tártaros, turcomanos, kirguizos o uzbekos– y su fe (musulmana). Esto fue suficiente para que el Partido Comunista Chino (PCCh) los detuviera sin ningún otro cargo y sin juicio y los rechazara como “extremistas religiosos”, “separatistas” y “terroristas”. Sin embargo, sea cual sea la postura política que puedan tener esos musulmanes detenidos, el extremismo religioso y el terrorismo no están en su genealogía.
Para disfrazar sus fechorías, el PCCh describe los campamentos de transformación por medio de educación como “escuelas profesionales” y como “instalaciones de capacitación”. En el caso de la Dra. Abbas, esta excusa es completamente ridícula y hace que su caso sea emblemático. Ella nació en Urumqi, Sinkiang, en 1962. En 1985 se graduó de la Universidad de Medicina de Sinkiang en Urumqi. Trabajó como médico en el Hospital para Trabajadores de MingYuan de la Compañía de Campos Petroleros de Sinkiang, operada por el Gobierno, antes de retirarse de forma temprana por motivos de salud. Posteriormente, ayudó en la exitosa pastelería de su madre. En resumen, era una profesional consumada y respetada, conocida por el Gobierno porque ha trabajado dentro de una dependencia estatal.
Su hermana, la señora Rushan Abbas, fundadora y presidente de “Campaña a favor de los uigures” en Herndon, Virginia, está triste. “Desafortunadamente, no existe absolutamente ningún tipo de información ni ninguna noticia sobre ella”, contó a Bitter Winter. Se siente un tanto responsable por el encarcelamiento de su hermana. El 5 de septiembre escribió en Facebook: “Hoy hace exactamente un año que seguí los dictados de mi conciencia y hablé públicamente por vez primera acerca de las terribles atrocidades del siglo y los abusos sistemáticos a los derechos humanos en mi patria desde la ocupación de Mao Zedong. Como estadounidense que ha vivido en un país que brinda todos los aspectos de la libertad a los cuales tienen derecho todos los hombres, mujeres y niños, nunca pensé que este acto lícito de defensa a favor de los millones de personas uigures indefensas tendría consecuencias para mi inocente e introvertida hermana que vivía en Urumqi y que era respetuosa de la ley”.
Todo ocurrió durante una conferencia del Instituto Hudson en Washington D.C., donde Rushan Abbas fue una de las panelistas. “Creo”, continúa en Facebook, “que el video […], que se transmitió el 5 de septiembre de 2018 (mi discurso comienza al minuto 43:30) fue la causa del secuestro de mi hermana, la Dra. Gulshan Abbas. Seis días después, el 11 de septiembre de 2018, se llevaron a mi hermana y a mi tía. Tanto mi hermana como mi tía fueron secuestradas como una táctica de Pekín para silenciarme y detener mi lícito activismo dentro de los Estados Unidos, que es mi derecho constitucional. Vivían a más de 1400 kilómetros de distancia una de la otra, pero ambas fueron raptadas el mismo día para enviar un mensaje claro y rotundo. Mi tía fue liberada unos meses después, pero, aun así, a un año de distancia no he recibido ningún tipo de información sobre el paradero de mi hermana. Tanto mi hermana como mi tía son blancos inusuales. No son famosas; no son educadoras, escritoras o académicas. Ninguna ha viajado a algún país musulmán y ambas hablan chino mandarín con fluidez. Digo esto porque a menudo los uigures son blanco del Gobierno cuando viajan al extranjero (bajo sospecha de ‘colusión’) o si no saben hablar mandarín (lo cual es visto por el Gobierno central chino como una señal ya sea de atraso ignorante o rebeldía nacionalista)”.
Ajena a cualquier posible cargo, “la única razón para su secuestro es la ‘culpa por asociación’ conmigo, una estadounidense que se atrevió a ejercer su libertad de expresión dentro de los Estados Unidos. He sido una orgullosa ciudadana estadounidense durante 25 años, pero el largo brazo del régimen comunista ha extendido su alcance más allá de las fronteras para hacer estragos en mi corazón al encarcelar a mi familia”. Buen punto. Uno de los actos más valientes del PCCh consiste en actuar ilícitamente en territorio extranjero, acosando a las personas en otros países sin miedo ni vergüenza. El Proyecto de Derechos Humanos de los Uigures, dirigido por el señor Omer Kanat y presidido por el señor Nury Turkel en Washington D.C., ha estudiado de cerca el tema y recientemente produjo Represión más allá de las fronteras: el acoso y coerción ilegales del PCCh hacia los estadounidenses uigures. Bitter Winter también abordó el tema cuando publicó el documental El largo brazo del dragón: la persecución china de los refugiados que huyen de la persecución religiosa.
Pues bien, Rushan Abbas ha llegado al punto de no retorno. El 5 de septiembre, un año después del video imputado, ella abandonó su trabajo de tiempo completo y se convirtió en defensora de tiempo completo: “[…] ahora me concentraré al 100% en mi activismo”, escribió.
Pero toda la familia de la Dra. Gulshan ha levantado la voz en defensa de ella y otros uigures. Desde Tampa, Florida, la hija de Gulshan, la señorita Ziba Murat, eligió a Bitter Winter para expresarse y comenzar su defensa. Ahora, en el aniversario mismo del arresto de su madre, lanzó un sitio web: all4mom.org. “En este momento, mi foco de atención será la campaña de cartas y utilizar las plataformas de redes sociales de manera eficaz para que el caso de mi mamá reciba más atención desde la base”, dijo a Bitter Winter. “Necesito todo el apoyo de los buenos seres humanos de este mundo. No puedo hacer esto sola, así que, por favor, apóyenme”. Ella tiene otros planes, para los cuales está recaudando fondos y Bitter Winter será el primero en tener noticias a su debido tiempo. Pero ¿cuántos Gulshan Abbas languidecen en los campamentos? ¿Quién hablará por todos y cada uno de ellos?