Cristianos de una Iglesia doméstica en Henán mostraron las atrocidades del Gobierno mediante la publicación de un video de la destrucción de una pintura de la cruz que se encontraba dentro de su iglesia. Posteriormente funcionarios del Gobierno volvieron a atacar movilizando a más de 400 personas para destruir, en represalia, el lugar de culto.
El lugar de reunión de la Iglesia doméstica Enfu, ubicado en la villa de Huixiaoying, pueblo de Tongzhaipu, condado de Tanghe, ciudad de Nanyang, en la provincia de Henán, era un recinto donde se congregaban más de 200 creyentes. Comenzando el 22 de agosto, funcionarios de ocho departamentos —incluyendo el Departamento del Trabajo del Frente Unido, el Departamento de Asuntos Religiosos y el Departamento Administrativo de Industria y Comercio— visitaron el lugar de reunión, ordenaron que la cruz fuera desmantelada, destruyeron un cuadro de una cruz, del Credo de los Apóstoles y otras pinturas y obras de caligrafía que colgaban al interior de la iglesia. Mientras lo hacían, los creyentes grabaron la violenta destrucción y publicaron la evidencia en línea, despertando la ira del Gobierno local.
De acuerdo con los lugareños, a las cinco de la mañana del 5 de septiembre, el secretario del comité del Partido en el condado, acompañado por un grupo de más de 400 personas, incluyendo personal de los departamentos ya mencionados, además de un equipo de policías de las fuerzas especiales, la brigada de bomberos, un equipo médico y varias personas procedentes de villas del pueblo de Tongzhaipu, arribaron para comenzar la destrucción. Después de abrir la puerta de entrada por la fuerza, la policía irrumpió en el lugar de reunión, destruyó el podio y la estufa de la cocina, derribó la chimenea y destruyó tazones de porcelana, dejando las piezas rotas regadas por todas partes.
Afuera, los oficiales de policía quitaron la cruz que se encontraba en la parte superior de la entrada y también quitaron mosaicos de cerámica que mostraban las palabras en chino que significan “amor” y “El Señor da paz”. Posteriormente, la policía clausuró las puertas internas y externas del lugar de reunión y escribió la palabra en chino que significa “prohibido” en la pared del patio. Después, el Gobierno envió personas para que instalaran dos cámaras a la entrada del lugar de reunión para vigilar e impedir que los creyentes siguieran congregándose.
Dos creyentes, que habían estado resguardando el lugar de reunión, salieron para detener la destrucción, pero la policía les torció los brazos por detrás de la espalda y los metió por la fuerza a las patrullas. Los policías resguardaron todas las intersecciones en la villa de Huixiaoying y cortaron el suministro de energía eléctrica. A los habitantes de la villa se les permitía dejar el área, pero no se les permitía entrar. El personal gubernamental también utilizó drones para tomar fotos de vigilancia desde la parte superior del lugar de reunión. Incluso incursionaron en los hogares de los lugareños con el fin de que los funcionarios estatales monitorearan a los habitantes de la villa y les impidieran tomar fotos.
Creyentes resguardan la iglesia y oran para no sea perseguida por el PCCh.
Una creyente que utilizó su teléfono celular para tomar fotos en secreto fue descubierta en el acto por un oficial de policía, quien se apresuró hacia ella, le quitó su teléfono y la arrojó al piso, produciéndole una herida en la cabeza que sangró profusamente. Otros seis creyentes que trataron de proteger el lugar fueron posteriormente escoltados por la fuerza a patrullas con los brazos torcidos detrás de la espalda. A una creyente, quien dirige una clínica médica, le torcieron gravemente los brazos. La policía no sólo no la llevó al hospital para que fuera tratada, sino que también la amenazó con revocarle la licencia de su negocio. Posteriormente, la policía se llevó de la iglesia Biblias, un aire acondicionado, computadoras, instrumentos musicales y otros equipos.
Los funcionarios gubernamentales regresaron el 27 de septiembre a verificar las obras en la iglesia Enfu, y cuando uno de los creyentes trató de razonar con ellos, fue llevado por la fuerza por la policía. Al momento de escribir estas líneas, dicho creyente aún no ha sido liberado.
Informado por Jiang Tao