El recientemente nombrado primer miembro uigur de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional habla sobre la USCIRF y sobre la lucha contra la persecución religiosa en China.
por Marco Respinti
En China, la persecución de los uigures y de otras minorías turcas está aumentando, al igual que la persecución de todas las minorías étnicas y grupos religiosos. Por lo tanto, es sumamente importante que el Sr. Nury Turkel, un reconocido abogado uigur, haya sido recientemente nombrado Comisionado de la USCIRF, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional.
El Sr. Turkel nació en un campo de reeducación durante el apogeo de la Revolución Cultural (1966-1976), y pasó los primeros meses de su vida en cautiverio junto con su madre. Llegó a los Estados Unidos en el año 1995 como estudiante y se le concedió asilo en el año 1998. Con una Maestría en Relaciones Internacionales y un Doctorado en Derecho de la Universidad Americana emplazada en Washington, DC, es el primer abogado uigur educado en Estados Unidos, especializado en cumplimiento normativo, investigación y aplicación de la ley federal, antisoborno, aviación, defensa legislativa e inmigración.
El Sr. Turkel es defensor de los derechos humanos y presidente de la Junta del Proyecto de Derechos Humanos para los Uigures con sede en Washington, DC, la cual cofundó en el año 2003. También fue presidente de la Asociación Estadounidense de Uigures, cuya labor obtuvo la liberación de la prominente líder uigur, la Sra. Rebiya Kadeer, en marzo de 2005. Amigo de Bitter Winter, el Sr. Turkel comparte con nosotros sus reflexiones y perspectivas.
¿Puede explicarles a las personas que no son estadounidenses qué es la USCIRF y cómo funciona?
La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) es una comisión gubernamental federal bipartidista e independiente, cuyo objetivo es promover y proteger la libertad religiosa en el extranjero. Monitoreamos las condiciones de la libertad religiosa en países de todo el mundo y le efectuamos recomendaciones de política al Presidente, al Congreso y al Departamento de Estado. La USCIRF utiliza estándares internacionales para evaluar las condiciones de la libertad religiosa, por lo que no intentamos imponerles los valores estadounidenses a otros países, sino que los evaluamos de acuerdo a las normas universales compartidas y consagradas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros tratados de la ONU.
La Comisión fue creada por el Congreso a través de la Ley de Libertad Religiosa Internacional (IRFA) de 1998, junto con la Oficina de Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado. No obstante, a diferencia del Departamento de Estado, la independencia de la USCIRF le permite criticar sin reservas los registros de los aliados y de los adversarios de Estados Unidos por igual. También nos centramos en los peores violadores de la libertad religiosa, tales como China, en lugar de intentar cubrir el mundo entero.
Usted es un destacado líder en la diáspora uigur. ¿Cuál es el significado de su nombramiento como Comisionado de la USCIRF?
Me siento verdaderamente honrado de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, me haya pedido que forme parte de la Comisión. Según la IRFA, los Comisionados deben ser «personas distinguidas que se destaquen por sus conocimientos y experiencia en campos relacionados con la cuestión de la libertad religiosa internacional, entre los que se incluyen los asuntos exteriores, la experiencia directa en el extranjero, los derechos humanos y el derecho internacional». Pero también me doy cuenta de que este nombramiento conlleva algo más importante que mi designación. Mi nombramiento es una clara declaración de los más altos niveles del Gobierno de EE. UU. de que nunca dejaremos de abogar en nombre del pueblo uigur y de todas las comunidades religiosas que sufren debido a la guerra contra la fe llevada a cabo por el Gobierno chino.
Planeo utilizar el tiempo que dure mi cargo de Comisionado para continuar abogando en nombre de los musulmanes uigures detenidos por el Gobierno chino en campos de concentración. No obstante, también espero poder ayudar a centrar la atención sobre otras comunidades religiosas de todo el mundo que no han recibido la misma atención y apoyo que los uigures sí han obtenido durante los últimos años. La comunidad uigur en el extranjero ha aprendido mucho sobre la defensa eficaz, y planeo compartir algo de esa experiencia.
En China, el régimen del PCCh persigue severamente a los uigures acusándolos de ser separatistas e incluso terroristas. ¿Cómo responde usted a estas acusaciones?
No existe evidencia de que los millones de uigures y otros musulmanes turcos que se encuentran confinados en campos de concentración hayan cometido algún delito, excepto el de tratar de practicar su fe sin interferencias. De hecho, tal y como informó Associated Press a principios de este año, documentos filtrados del Gobierno chino muestran que las autoridades de la región uigur reprimían a los musulmanes debido a sus prácticas religiosas, tales como dejarse crecer la barba o usar un velo, y no porque representaran un riesgo para la seguridad o hubieran cometido un crimen. A principios de este mes, el canal de información alemán en inglés Deutsche Welle informó que las autoridades chinas condenaban regularmente a los detenidos uigures en juicios falsos y los obligaban a elegir en una lista de «delitos» los que debían confesar, los cuales incluían rezar o usar un velo.
Si el Gobierno chino tiene alguna razón para creer que alguien ha cometido un delito o un acto extremista, dicha persona debe ser procesada en un juicio justo y abierto, y se le debe permitir elegir un abogado defensor. El Gobierno chino ha estado violando incluso su propia ley antiterrorista, al detener extrajudicialmente a millones de uigures y a otras personas. El derecho internacional exige que los Gobiernos utilicen medios proporcionales al delito y combatan el terrorismo, para así evitar la violación de los derechos. Detener a millones de personas y criminalizar a toda una cultura no es una respuesta proporcional. El pasado mes de noviembre, un panel de expertos de la ONU advirtió que el «desproporcionado énfasis puesto por las autoridades en la represión de los derechos de las minorías corre el riesgo de empeorar cualquier riesgo de seguridad».
Los uigures y otras minorías turcas perseguidas por el PCCh son musulmanes. No obstante, el mundo islámico pareciera tener una actitud bastante fría con respecto a ellos. Algunos prominentes líderes musulmanes, por ejemplo en Arabia Saudita, incluso justificaron esta persecución. ¿Por qué?
La USCIRF se siente extremadamente decepcionada de que la comunidad internacional no se haya manifestado contra la persecución llevada a cabo por el Gobierno chino contra los uigures y otros musulmanes. Sorprendentemente, en marzo de 2019, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) emitió una declaración en la que elogiaba —no condenaba— el trato que el Gobierno chino le daba a su comunidad musulmana. Algunos países parecen temer poner en peligro los estrechos lazos económicos o de seguridad con China. Además, el Gobierno chino tomó represalias incluso contra ligeras críticas a su historial de derechos humanos. Por ejemplo, en febrero de 2019, cuando el Gobierno de Turquía describió los campamentos como «una gran vergüenza para la humanidad», el Gobierno chino cerró un importante consulado en Izmir.
La USCIRF insta al Gobierno de EE. UU. a aumentar los fondos destinados a los esfuerzos de diplomacia pública del Departamento de Estado y la USAID, para que los mismos puedan explicarles a las principales partes interesadas en otros países la abrumadora evidencia que documenta la persecución de los musulmanes a manos del Gobierno chino. De hecho, en algunos países, tal es el caso de Indonesia, hemos visto que la diplomacia pública estadounidense puede crear conciencia sobre estos temas. El Departamento de Estado también debe ser más activo en las organizaciones regionales, como por ejemplo la OCI, para que podamos contrarrestar los esfuerzos de los diplomáticos chinos tendientes a sofocar las críticas al historial de derechos humanos de China.
¿Qué es lo siguiente, entonces, para la USCIRF y para usted en el frente chino?
El mes pasado, el Congreso aprobó la Ley de Política de Derechos Humanos de los Uigures. Esta es la primera pieza importante de la legislación estadounidense centrada en la promoción de los derechos de los uigures y de otros musulmanes en China. La USCIRF celebra esta gran victoria, pero nuestra labor no ha finalizado. Insto al presidente Donald Trump a que firme la ley rápidamente y utilice su autoridad para promulgar sanciones selectivas contra los funcionarios chinos responsables de graves violaciones de la libertad religiosa.