El Gobierno chino ha estado erradicando las costumbres y tradiciones de los uigures de Sinkiang mediante la prohibición del uso de su idioma y al obligarlos a comer carne de cerdo.
por Chang Xin
Obligados a comer carne de cerdo
Una maestra china de etnia han que trabaja como voluntaria en la región sureña de Sinkiang le dijo a Bitter Winter que, en mayo del año pasado, su escuela puso en marcha un curso especial para adoctrinar a los estudiantes uigures con ideología comunista e imponerles las costumbres tradicionales del pueblo han, las cuales deberían reemplazar sus tradiciones y cultura uigur. Una de las nuevas tradiciones impuestas es la de comer carne de cerdo.
«La escuela nos exige enseñarles a los estudiantes uigures patriotismo e ideología política al comienzo de cada clase», afirmó la maestra. La misma añadió que los niños se ven obligados a celebrar las fiestas tradicionales de los chinos de etnia han como, por ejemplo, el Festival del bote del Dragón y el Fiesta del Medio Otoño, y a comer la comida habitual de cada festival, arroz con leche y pasteles de luna, respectivamente. Debido a que estos alimentos no son halal, los niños pasan un mal momento cada vez que se ven obligados a comerlos.
Una maestra de una escuela primaria emplazada en la ciudad de Kashi de Sinkiang recordó cómo, en octubre de 2018, sus colegas uigures fueron llevados a un restaurante de cocina étnica han donde fueron obligados a comer sus especialidades —panceta estofada y manitas de cerdo—.
«Si se hubieran negado a comer, hubieran sido etiquetados como individuos con problemas ideológicos y tratados como ‘personas hipócritas’», le dijo la maestra a Bitter Winter. «Incluso podrían haber sido enviados a campamentos de transformación por medio de educación».
Ni siquiera los funcionarios uigures se libran de ser tratados de esa manera: en abril de 2019, un hombre de etnia uigur fue despedido de su cargo de jefe de un municipio por negarse a comer carne de cerdo.
En lo que respecta a los uigures confinados en campamentos de transformación por medio de educación, la situación es aún más difícil. En noviembre de 2018, funcionarios de la ciudad de Kashi ordenaron alimentar a todos los uigures que se encontraban detenidos en los campamentos con carne de cerdo, amenazando con dejarlos morir de hambre si se negaban a hacerlo. La orden también estipulaba que los que comieran carne de cerdo recibirían un emblema del Partido Comunista Chino (PCCh) como prueba de su buen desempeño y transformación ideológica. Un uigur local que había sido recientemente liberado de un campamento le dijo a Bitter Winter que la mayoría de los uigures preferían morir de hambre antes que comer carne de cerdo, lo cual irritaba sobremanera a las autoridades del campamento.
El idioma uigur está prohibido
El PCCh también prohíbe que los maestros y los estudiantes uigures utilicen su idioma y prohíbe los libros y periódicos uigures en los establecimientos educativos de Sinkiang.
En enero del año pasado, 28 maestros uigures de una escuela primaria emplazada en Ürümqi, la capital de Sinkiang, fueron descalificados de sus puestos docentes. Según un miembro del personal, los maestros que poseían las calificaciones más altas fueron asignados para vigilar los dormitorios y efectuar trabajos ocasionales.
Casi al mismo tiempo, el propietario de una tienda local fue denunciado por vender agendas en idioma uigur y fue enviado a una clase de cinco días de duración para estudiar la Constitución china, las políticas nacionales y los reglamentos sobre creencias religiosas. Según el hombre, en la clase había otros ocho propietarios de tiendas, los cuales habían sido enviados allí por haber escrito palabras en uigur en los letreros de sus tiendas.
Un residente de Sinkiang le dijo a Bitter Winter que no puede haber carteles en uigur en los tablones de anuncios de su aldea. Incluso un registro médico en uigur había sido confiscado por un funcionario de la comunidad.
La educación solo puede ser impartida en mandarín
Como el uso del idioma uigur está prohibido, a los escolares solo se les imparten clases en mandarín.
En junio de 2017, la Agencia de Educación de la ciudad de Jotán de Sinkiang emitió un documento en el cual se les ordenaba a todos los jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias de Sinkiang implementar las actividades educativas solo en mandarín, con el objetivo de utilizar dicho idioma en todas las instituciones educativas para el año 2020.
«Ya es demasiado tarde para que comiencen a estudiar en mandarín», afirmó un maestro procedente de la ciudad de Kashi de Sinkiang, sumamente preocupado por los estudiantes de más edad. «A menos que lo estudien desde pequeños, no podrán mantenerse al día con los cursos. En el examen de mandarín, algunos estudiantes obtuvieron cero de 150 puntos».
«El plan es que los estudiantes de Sinkiang utilicen los mismos exámenes que en otras partes de China», continuó el maestro. “Los estudiantes que solían obtener una puntuación de 90 en el examen de idioma uigur ahora obtienen 20 en mandarín. El futuro de esta generación de uigures está arruinado. Si los estudiantes obtienen un cero, la Agencia de Educación critica públicamente a sus maestros voluntarios de etnia han y les deduce una parte de su salario”.
A fin de mejorar el estudio en mandarín de los estudiantes uigures, los maestros los hacen estudiar durante todo el año, permitiéndoles solo 20 días de vacaciones. Incluso durante las vacaciones, los estudiantes son instados a asistir a clases intensivas de mandarín y a ver dibujos animados en mandarín.
El aprendizaje forzado del mandarín se está infiltrando en todas las aldeas de Sinkiang. «Los aldeanos, jóvenes y viejos, tienen que reunirse en el comité de la aldea para asistir a clases de mandarín durante dos horas cada noche», afirmó un maestro voluntario de etnia han procedente de Kashi. «También tienen que tomar exámenes regularmente». El maestro también se vio obligado a participar en el programa «estancia en el hogar» creado por el PCCh, por medio del cual chinos de etnia han fueron enviados a vivir con uigures para transformar sus ideologías.