Numerosos miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso se han quedado en la ruina luego de que la policía allanara sus hogares y confiscara sus ahorros, alegando que estaban ocultando el dinero para la Iglesia.
por Li Mingxuan
“Nunca he gastado dinero en buena comida y ropa, ni más de cinco yuanes por un corte de pelo. Estaba ahorrando dinero para el futuro y para necesidades médicas. Pero nunca hubiera imaginado que la policía iba a saquear todos mis ahorros», le dijo a Bitter Winter una mujer de aproximadamente ochenta años procedente de Zibo, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia oriental de Shandong, cuando comenzó a contar la terrible experiencia por la que pasó hace un año.
En noviembre de 2018, varios agentes de seguridad pública irrumpieron en la vivienda donde vivía con su esposo. Comenzaron a hurgar entre sus pertenencias y velozmente hallaron los ahorros de toda la vida de la familia: 145 000 yuanes (alrededor de 20 000 dólares). La razón para asaltar el hogar de esta pareja respetuosa de la ley fue que eran miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) –el mayor nuevo movimiento religioso cristiano chino–. Debido a su rápido crecimiento, el Partido Comunista Chino (PCCh) considera a la IDT como una amenaza para su régimen. La misma fue incluida en la lista de xie jiao en el año 1995 y desde entonces se ha convertido en el movimiento religioso más atacado y perseguido de China.
“Ahorramos dinero cultivando y vendiendo verduras. Por favor, déjennos un poco, al menos un poco para comprar sal. No podemos vivir sin comida», les suplicó la anciana a los oficiales, pero ellos la ignoraron e insistieron en que el dinero le pertenecía a la Iglesia. Afirmando que el dinero era ilegal, la policía le quitó a la pareja todos los ahorros que tanto les había costado ganar.
Con la esperanza de erradicar a los grupos religiosos quitándoles sus finanzas, el PCCh ha estado saqueando objetos de valor y dinero de donaciones de lugares de culto (incluidos los aprobados por el Estado), utilizando el argumento de que los mismos eran «fondos recaudados ilegalmente«. El Gobierno también supervisa estrictamente las finanzas de las iglesias que dirige y regula, restringiendo y prohibiendo las actividades religiosas regulares. Documentos confidenciales del Gobierno muestran que el control financiero sobre los grupos religiosos y las iglesias relacionados con el extranjero en China es una parte crucial del trabajo de represión religiosa.
Según las ordenanzas sobre el lanzamiento de campañas tendientes a aniquilar a la IDT emitidas el año pasado en las provincias de Henán, Shanxi, Jiangxi y otras regiones, apoderarse del dinero de las donaciones de la Iglesia es esencial para el éxito de las operaciones represivas. A las instituciones gubernamentales relevantes se les exige que identifiquen la ubicación del dinero de las donaciones y lo confisquen, arrestando a todos los implicados.
De enero a noviembre de 2019, en la provincia de Shandong, el PCCh confiscó un total de 3 320 000 yuanes (alrededor de 474 000 dólares) de dinero de la IDT y activos personales de sus miembros.
Una miembro de la IDT procedente de Puyang, una ciudad de la provincia central de Henán, le dijo a Bitter Winter que, a principios de abril de 2019, cuatro policías locales irrumpieron en su hogar y lo registraron. Encontraron 100 000 yuanes (alrededor de 14 000 dólares) que la mujer había ahorrado para la boda de su hijo. La misma les explicó a los oficiales que el dinero no le pertenecía a la Iglesia, pero ellos la ignoraron y se llevaron el dinero.
“Dondequiera que el PCCh extienda sus malvadas manos habrá un desastre. Creo en Dios sin por ello haber cometido ningún delito, pero la policía me arrestó y le quitó a mi familia el dinero que tanto nos costó ganar», afirmó la creyente sumamente apenada.
El hijo de una pareja de creyentes de la IDT procedente de la provincia norteña de Shanxi murió durante un accidente en el sitio de construcción donde trabajaba. Su jefe le dio a la familia 50 000 yuanes (alrededor de 7000 dólares) a modo de compensación. El 9 de septiembre de 2019, más de una docena de policías irrumpieron en el hogar de la familia y lo registraron sin presentar ninguna orden judicial. Hallaron el dinero de la compensación escondido debajo de una cama.
La afligida pareja les explicó que el dinero les había sido proporcionado como compensación por la muerte de su hijo. No obstante, la policía lo confiscó de todos modos, insistiendo en que el dinero le pertenecía a la Iglesia, y detuvo a la pareja.
“Estaba de luto por mi hijo. Nunca pensé que incluso el dinero que nos habían entregado a modo de compensación por su muerte nos sería quitado. ¡El PCCh está llevando a la gente a la desesperación!”, afirmó la mujer, incapaz de ocultar su dolor.