La identidad y la cultura mongola están siendo atacadas lenta y silenciosamente en la región que los mongoles prefieren llamar Mongolia del Sur. El mundo debería prestar atención.
por Massimo Introvigne
En zonas de la Región Autónoma de Mongolia Interior, las clases en mongol fueron suspendidas debido a la epidemia de COVID-19. Ahora se les dice a los estudiantes que nunca se reanudarán y que toda la enseñanza será impartida en idioma chino. Esto está sucediendo en escuelas secundarias de la ciudad de Tongliao y sus alrededores, y se espera que se extienda a la Universidad de las Nacionalidades de Tongliao y a otras áreas de la llamada Región Autónoma.
La medida debe ser considerada como parte de una campaña más amplia tendiente a erradicar la identidad, el idioma y la cultura mongola de lo que el Partido Comunista Chino (PCCh) llama «Mongolia Interior», y la mayoría de los mongoles prefieren llamar «Mongolia del Sur», al creer que «Mongolia Interior» fue históricamente un nombre creado por el colonialismo chino. La estrategia principal, puesta en marcha en la época imperial, es organizar la inmigración masiva de chinos de etnia han a la región, donde los mongoles ahora son una minoría. Aproximadamente cinco millones de mongoles representan el 20% de la población de la «Región Autónoma». Luego de los horrores de la Revolución Cultural, donde al menos 30 000 (según algunos, hasta 100 000) mongoles fueron asesinados, se les prometió que se respetaría su identidad cultural, sus religiones (el budismo y las creencias mongolas tradicionales) y su idioma. En el año 1980 había 110 000 escuelas primarias que utilizaban el idioma mongol, pero más del 80% de las mismas han sido clausuradas y reemplazadas por escuelas donde los niños reciben enseñanza en idioma chino.
El idioma mongol hablado y escrito en la región es un monumento cultural. El mismo aún se escribe utilizando los caracteres tradicionales, mientras que en Mongolia independiente se escribe en caracteres cirílicos, una reminiscencia de cuando el país era un Estado satélite de la Unión Soviética.
En la región también hay problemas sociales y económicos. Muchos mongoles de la Región Autónoma son pastores, y a menudo protestan cuando el Gobierno confiscas sus tierras de pastoreo en nombre de la «ecología». Con frecuencia, los pretextos ecológicos ocultan la intención del PCCh de apoderarse de la tierra para la explotación minera, en un país rico en recursos naturales. Por ejemplo, en la mañana del 1 de junio de 2020, más de 400 pastores mongoles de la suma (municipio) de Bayan-uul, en la bandera Sonid Izquierda (una bandera es una unidad administrativa equivalente a un condado) marcharon hacia Lindong, la capital de la bandera, luego de que el PCCh se apoderara de sus tierras en nombre de la ecología.
Aproximadamente 200 pastores fueron arrestados, y varios de ellos fueron rociados con gas pimienta y golpeados antes de ser detenidos. Los activistas que apoyan estas protestas también terminan en la cárcel. El 5 de junio de 2020, el Tribunal Popular de la bandera de Hexigten de Mongolia del Sur (Interior) condenó a dos de estos activistas, Tsogjil y Haschuluu, a ocho meses y a cuatro meses de prisión, respectivamente. Tsogjil también es autor y presentador de redes sociales. El mismo había sido previamente arrestado en el año 2019 por protestar contra la detención de Sechenbaatar, un conocido poeta y folklorista que luchó por mantener viva la cultura mongola en la Región Autónoma. También en el año 2019, Lhamjab A. Borjigin fue arrestado luego de publicar un libro en el que recopilaba testimonios de víctimas de la Revolución Cultural en la región.
A pesar de ser menos conocida internacionalmente que sus homólogos en Sinkiang y el Tíbet, lo que sucede en Mongolia Interior (o del Sur) también es un genocidio cultural, el intento del PCCh de destruir una antigua y gloriosa cultura en nombre de la «sinización». El Centro de Información sobre Derechos Humanos del Sur de Mongolia, con sede en Estados Unidos, regularmente publica valiosa información sobre el etnocidio en curso. No debemos olvidarnos de ellos.