Perfectamente funcional, o apenas funcional, el Gobierno chino irá tras cualquier sitio en donde se lleven a cabo reuniones religiosas.
Teniendo en cuenta la campaña antirreligiosa en curso en China, no es de extrañar que las autoridades se nieguen a aprobar solicitudes para construir y restaurar sitios religiosos existentes. Después de todo, dicho accionar va en contra de la repetida destrucción y demolición de lugares sagrados. Como consecuencia de ello, los cristianos están recurriendo a celebrar reuniones en edificios deteriorados.
Pero, en la actualidad, las autoridades chinas también están yendo tras esos edificios. Y los creyentes que celebran sus reuniones en un edificio en ruinas se hallan en terribles circunstancias, como por ejemplo los de la Iglesia de Chenqiao emplazada en el condado de Zhongmou, bajo la jurisdicción de la ciudad de Zhengzhou, en la provincia central de Henán.
Debido a la antigüedad de la iglesia de las Tres Autonomías de Chenqiao, el pastor Chen y otros creyentes planeaban invertir más de 600 000 yuanes (aproximadamente 89 000 dólares) para reconstruir la iglesia en su sitio original. A principios de marzo de 2018, el Sr. Chen y los creyentes pusieron en marcha las tareas de demolición y reconstrucción, pero pronto fueron obstaculizados por la Oficina de Asuntos Religiosos del municipio y por la estación de policía. Los funcionarios afirmaron que debían obtener la aprobación de la Agencia de Asuntos Religiosos del condado para poder reconstruir la iglesia.
La proclamación del jefe de los «Dos Consejos Cristianos» del condado —el Consejo Cristiano de China y el Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías— fue que las creencias religiosas están restringidas por las políticas estatales y que las iglesias no podrán ser reconstruidas, aunque soliciten un permiso.
Durante ese período, los creyentes se dirigieron a la Agencia de Cartas y Visitas del condado para informar sobre la situación y solicitarle permiso al Gobierno para derribar el edificio en ruinas y reconstruir la iglesia. No obstante, sus esfuerzos fueron en vano, las tareas de reconstrucción continuaron siendo obstruidas por el Gobierno municipal. Los creyentes no tuvieron más remedio que celebrar sus reuniones al aire libre.
A fines de octubre, con el clima cada vez más frío, el Sr. Chen y los creyentes utilizaron materiales improvisados para construir un edificio temporal con cinco salas para celebrar allí sus reuniones. Pero el Gobierno municipal y la estación de policía los vigilaron de cerca y les exigieron que realizaran mejoras relacionadas con el control de incendios, utilizando el pretexto de que existía peligro de incendio, y le ordenaron al Sr. Chen destruir el edificio temporal en un plazo de tres días.
Bitter Winter ha informado en repetidas ocasiones sobre casos similares. Sitios católicos, cristianos, e incluso budistas han tenido que enfrentar la misma situación.
El Pabellón Jinquan es un templo budista ubicado en el condado de Xianyou bajo la jurisdicción de la ciudad de Putian, en la provincia china suroriental de Fujian. Al ir deteriorándose con el correr de los años, las vigas de madera se dañaron y pudrieron, y comenzaron a aparecer goteras cada vez que llovía. En noviembre de 2018, el jefe del templo presentó una solicitud de reconstrucción ante el comité local de la aldea, y la misma fue aprobada. Mientras la construcción estaba en marcha, más de una docena de miembros del personal de la Agencia de Administración de Tierras local llegaron al lugar y comenzaron a hacer añicos todo lo que encontraban a su paso, además de amenazar con romper el vehículo utilizado para llevar a cabo dicha tarea si el conductor no vertía el cemento. Habiendo sido obstruida por las autoridades, la reconstrucción del templo tuvo que ser detenida.
Posteriormente, el jefe del templo presentó otra solicitud para reconstruir el mismo, pero diferentes departamentos gubernamentales se pasaron la responsabilidad entre ellos y no la aprobaron.
Informado por Wang Yichi