Para el PCCh, no es suficiente reemplazar los diez mandamientos con retratos y citas del presidente. En la actualidad, los creyentes se ven obligados a estudiar su obra.
por Li Guang
Para los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh), estudiar «El pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas» –una teoría política que el presidente de China lanzó tras llegar al poder– es una tarea política obligatoria. A pesar de que se basa en el ateísmo y es totalmente incompatible con la religión, la teoría se está volviendo un tema de estudio obligatorio para las comunidades religiosas existentes en todo el país.
Siguiendo el camino de Mao Zedong, el presidente Xi intenta ascender al «altar divino» y ser adorado por las masas. Los lugares religiosos ya no son lugares para que los creyentes practiquen su fe, sino que se han convertido en bases de adoctrinamiento en las que el Partido Comunista Chino promueve su ideología.
El «Pensamiento de Xi» es transmitido a diario en un templo
Desde el mes de julio, de una gran pantalla instalada en un templo budista emplazado en Qinhuangdao, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia norteña de Hebei, emanan los discursos de Xi Jinping.
Un monje local explicó que el Estado exigió que el templo instalara la pantalla haciéndose cargo de todos los gastos. «En la actualidad, el Gobierno exige que los lugares religiosos estudien las políticas gubernamentales y el discurso dado por Xi Jinping en el XIX Congreso Nacional del PCCh; los valores socialistas centrales también deben ser promovidos», afirmó el monje, añadiendo que los funcionarios realizan inspecciones con frecuencia, y que si el templo no hubiera cumplido con las exigencias habría tenido problemas.
Según el monje, ahora es obligatorio que la congregación del templo escuche diariamente el discurso dado por el presidente en el XIX Congreso Nacional. Según las exigencias de la Agencia de Asuntos Religiosos local, los creyentes deben escribir un ensayo de por lo menos 2000 caracteres sobre lo que aprendieron al escuchar el discurso.
“Cada mes, la Agencia de Asuntos Religiosos organiza un examen. Su contenido no está relacionado con el conocimiento del budismo, sino con la Constitución china y las políticas religiosas», afirmó el monje. El mismo añadió que solo aquellos monjes y monjas que aprueben la evaluación política serán elegibles para permanecer en el templo.
Los libros sobre el presidente reemplazan a la Biblia
En las iglesias de las Tres Autonomías administradas por el Gobierno en toda China, los diez mandamientos están siendo censurados y modificados o son sustituidos por citas de Xi Jinping y otros textos de propaganda o por retratos de líderes comunistas.
Y la invasión de la ideología comunista en los lugares religiosos se está expandiendo.
En las bibliotecas de algunas iglesias de las Tres Autonomías emplazadas en la ciudad de Zhengzhou, en Henán, no hay una sola Biblia a la vista: las mismas han sido reemplazadas por libros sobre Xi Jinping, los cuales se exhiben en los lugares más destacados.
Al final resultó que, a fines de mayo, la Agencia de Asuntos Religiosos local exigió que todos los lugares religiosos establecieran una biblioteca y la abastecieran con los discursos y libros de Xi Jinping, las leyes y reglamentos estatales, textos sobre la cultura tradicional china y temas similares para que los creyentes lean y estudien.
En la actualidad, las estanterías de la biblioteca están colmadas por más de 1000 libros que no están relacionados con la religión, incluyendo los textos titulados Xi Jinping: El gobierno de China, Palabras clásicas citadas por Xi Jinping, y biografías de Mao Zedong y su sucesor Deng Xiaoping (1904-1997). Según los creyentes, la iglesia gastó más de 10 000 yuanes (alrededor de 1400 dólares) para completar esta «tarea política», y el Gobierno amenazó con clausurar a todas las iglesias que no cooperen en la creación de una biblioteca.
Más de 400 predicadores se reunieron para estudiar el «Pensamiento de Xi»
Como propagadores del cristianismo, los predicadores de las iglesias se han convertido en objetivos clave de la «transformación» del PCCh. El 11 de junio, el Gobierno de la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henán, organizó una capacitación de cinco días de duración para que más de 460 predicadores estudiasen el «Pensamiento de Xi» y los valores socialistas centrales. Personal especialmente asignado supervisó y grabó las sesiones de capacitación.
Los predicadores también fueron llevados al museo de historia y al salón conmemorativo dedicado a Jiao Yulu (1922-1964), un devoto seguidor de Mao Zedong, quien más tarde se convirtió en el «símbolo del cuadro honesto del Partido» y recibió póstumamente el título de «mártir revolucionario». Tras la visita, todos los participantes se vieron obligados a escribir un texto describiendo los «avances alcanzados en la comprensión».
«El objetivo del Gobierno al llevar a cabo esta sesión de capacitación era adoctrinarnos, evitar que prediquemos sobre la Biblia y hacernos hablar solo sobre ateísmo y temas relacionados», afirmó un predicador que participó en la capacitación. «El Estado está reemplazando a la Biblia con cosas seculares, y dicho accionar está destruyendo los cimientos de la Iglesia».
Otro predicador afirmó que el PCCh quiere alcanzar un estatus más alto que el de Dios para que todos lo veneren como el «más grande», y crean en él y lo sigan.