Fuera de Sinkiang, en las provincias que poseen una alta concentración de musulmanes, los símbolos y las tradiciones chinas se están apoderando cada vez más de todo lo relacionado con el islam.
Wang Yichi
Tras la adopción de la nueva ley del Partido Comunista Chino (PCCh) sobre el islam, en el año 2018 se lanzó un plan quinquenal tendiente a «sinizar» a todos los musulmanes chinos que viven fuera de Sinkiang. Subsecuentemente, las mezquitas existentes en China están siendo demolidas por la fuerza o reutilizadas, y sus símbolos islámicos son eliminados, transformando los lugares de culto en edificios de aspecto secular.
Nuevos informes enviados a Bitter Winter muestran que la campaña es especialmente dura en las provincias que cuentan con grandes poblaciones de musulmanes, tales como Gansu, Ningxia, Yunnan, Qinghai y Henán.
Fue demolida una mezquita que estaba siendo construida
El 1 de febrero, una mezquita que estaba siendo construida en el condado de Minhe, bajo la jurisdicción de la ciudad de Haidong, en la provincia noroccidental de Qinghai, fue demolida por la fuerza.
Según un musulmán local, la construcción de la nueva mezquita había sido puesta en marcha en el año 2016 tras la demolición de una antigua mezquita. El líder del condado en ese momento permitió comenzar la construcción mientras solicitaba simultáneamente un certificado de uso de la tierra. No obstante, un funcionario de alta jerarquía recientemente designado en el condado afirmó que, en la actualidad, el Gobierno cuenta con una política que prohíbe la construcción de mezquitas. Es así que se emitió una orden para detener el trabajo y demoler lo que se había construido alegando que «la construcción había sido puesta en marcha sin haber sido previamente aprobada».
Musulmanes locales intentaron razonar con las autoridades, señalando que la Constitución establece la libertad de creencia, pero un funcionario gubernamental afirmó con arrogancia: «La ley que ustedes han mencionado no está en vigor, China actualmente se encuentra bajo la ley de Xi Jinping. Quien no esté de acuerdo con la demolición de la mezquita será enviado directamente a prisión».
El funcionario en cuestión prohibió publicar cualquier tipo de información relacionada con la demolición de la mezquita en las redes sociales, amenazando con castigar a quien no respetara dicha orden.
La mezquita estaba siendo construida con fondos recaudados por los musulmanes locales; la demolición provocó la pérdida de al menos dos millones de yuanes (aproximadamente 300 000 dólares) de su dinero.
Mezquita reutilizada y convertida en un centro de actividades para ancianos
El pasado mes de noviembre, todos los símbolos islámicos existentes en una mezquita emplazada en la ciudad de Zhoukou, en la provincia central de Henán, fueron desmantelados. Posteriormente, dicha mezquita fue convertida en un centro de actividades para ancianos.
Durante el proceso de toma de posesión, un funcionario gubernamental afirmó: «Toda la tierra le pertenece al Estado. No se puede discutir con el Partido Comunista, nadie puede cambiar sus decisiones».
Los analistas creen que la política de desislamización del PCCh tiene como objetivo asimilar por completo a la próxima generación de musulmanes en China. Deshacerse de los lugares de culto y de los símbolos islámicos visibles dificultaría la identificación de las personas con su cultura y religión.
Hayiyun Ma, profesor de historia de la Universidad Estatal de Frostburg en Maryland, EE. UU., afirmó en una entrevista con Deutsche Welle que la campaña de «sinización» puesta en marcha por China roza la xenofobia, al eliminar cualquier signo de influencia extranjera, el PCCh aspira a crear una versión china del islam, guiada por el ateísmo. «Pekín considera que la influencia árabe es peligrosa y cree que debería ser totalmente eliminada de la vida de los musulmanes chinos», declaró el profesor Ma.
Todo lo relacionado con el islam debe desaparecer
Para lograr el objetivo de asimilar a los musulmanes, los símbolos y signos que tengan la menor referencia al islam también están siendo completamente eliminados de las tiendas, calles y áreas residenciales.
Video: pintura de una mezquita en un restaurante étnico hui
Incluso las pinturas con temas religiosos exhibidas dentro de negocios no escapan de la represión. A fines de abril, funcionarios de la ciudad de Gongyi, en la provincia de Henán, irrumpieron en un restaurante étnico hui local que tenía una mezquita pintada a mano en una de sus paredes. Los mismos le ordenaron al propietario de dicho restaurante que raspara la pintura o la cubriera. Al no tener otra opción, el propietario se vio obligado a colocar un cartel de propaganda que promovía los valores socialistas centrales sobre la misma.
«En China, la gente debe creer y seguir al Partido», se lamentó con frustración uno de los clientes del restaurante. «La pintura de una mezquita enfureció tanto al Gobierno que decidieron sacar la artillería pesada. Aparentemente, el Partido Comunista no tolera al islam desde hace mucho tiempo».
El 2 de mayo, funcionarios subdistritales del distrito de Zhongyuan de la ciudad de Zhengzhou retiraron por la fuerza el letrero que se hallaba situado sobre la puerta de un restaurante étnico hui que decía: «Espaguetis con carne de res de Yang”. El cartel contenía los símbolos de la luna creciente y del minarete islámico, y debido a ello debió ser removido, a pesar de que se adujo oficialmente que debía ser eliminado por ser «demasiado ancho y demasiado alto».
Según un empleado del restaurante, se habían gastado 70 000 yuanes (aproximadamente 10 000 dólares) en la fabricación del letrero. El propietario del restaurante había gastado otros 40 000 yuanes (aproximadamente 6000 dólares) para crear un nuevo letrero luego de que el original fuera retirado por la fuerza. No obstante, el mismo aún no era del agrado de los funcionarios por ser «demasiado árabe», por lo cual, ordenaron hacer un nuevo letrero respetando el estilo han.