Las autoridades destruyeron un conocido templo en la aldea Xutang de la provincia de Shaanxi en 2013.
El Templo Guanghua, de estilo tibetano, estaba ubicado en la aldea de Xutang, pueblo de Zhengyang, distrito de Weicheng, ciudad de Xianyan, y estaba atrayendo a muchos fieles que acudían para quemar incienso y orar. En 2011, se invirtió mucho dinero en su ampliación, después de la cual el templo contaba con un área de 600 metros cuadrados y una pagoda budista de 70 metros de alto.
En el verano de 2013, dos de los directores del tempo apellidados Yan y Dong, recibieron un aviso del gobierno en el que se les decía que el templo sería demolido. En la mañana del 21 de diciembre, más de 200 oficiales de policía armados fueron enviados al templo en cinco autos de la policía y 12 camiones militares; varias excavadoras y palas cargadoras fueron llevadas también al sitio. La policía dispersó a los fieles que estaban dentro del templo, cortó el suministro de agua y los cables de electricidad, bloqueó el tráfico en los alrededores y prohibió a la gente acercarse a la zona.
El director del Departamento de las Fuerzas Armadas del pueblo dijo que estaban ejecutando órdenes del gobierno central de demoler por la fuerza el templo porque su construcción era ilegal y no estaba autorizada. Después de dos días de demolición, el antes majestuoso templo se había convertido en un montón de escombros. Más de 100 estatuas de Buda que estaban en el templo, también fueron destruidas. Después de la destrucción, la policía colocó una cerca de alambre de púas y un muro de dos metros de alto alrededor del templo para ocultar las ruinas y se le prohibió entrar a la gente.
El día de la demolición, el director Yan se presentó para tratar de defender el templo, pero dos oficiales de policía lo sujetaron por la fuerza poniendo sus brazos detrás de su espalda. El director Dong se sentó encima de la pagoda y recitó textos budistas en acto de protesta; pero el jefe del Departamento de las Fuerzas Armadas y otros oficiales lo sometieron por la fuerza y lo llevaron a las oficinas del gobierno del pueblo mientras se realizaba la demolición.
De acuerdo con varios testigos, durante el proceso de demolición de una de las estatuas de Buda, esta cayó matando a dos trabajadores. Uno de ellos, el operador de una excavadora, de 26 años, murió al instante cuando le cayó un trozo de escombro. A pesar de esta tragedia, los oficiales no detuvieron la demolición e inmediatamente enviaron a otro operador para que siguiera con el trabajo. Al ver que habían muerto personas, algunos testigos llamaron a reporteros. Sin embargo, cuando llegaron al lugar, los reporteros fueron amenazados por los oficiales del gobierno y fueron llevados a la oficina del gobierno del pueblo. Yan y Dong, viendo impotentes cómo el templo, construido en el curso de muchos años, se estaba convirtiendo en un montón de escombros, se arrodillaron y golpearon el piso con sus cabezas.
Después de que el templo fue demolido, el director Dong fue obligado a abandonar la aldea y los creyentes del lugar se quedaron sin un lugar para el culto.
Ocho meses después de que el templo fuera demolido, oficiales del subdistrito de Zhengyang obligaron al director Yan a firmar un acuerdo con el cual se le prohibía demandar a las instituciones del Estado o divulgar la noticia de la demolición del templo. Le dieron 8000 yuanes; si violaba el acuerdo, tendría que devolver el dinero y sufrir otras consecuencias.
Actualmente, el lugar donde estaba el templo es un terreno baldío con árboles y hierbas.
Informado por Yao Zhangjin