El Gobierno chino ya mantiene un firme control sobre el uso de Internet por parte de los ciudadanos. Palabras y frases tales como «Aleluya», «Amén», «Gracias a Dios» y «Jesús» son actualmente consideradas más sensibles de lo que ya eran al ser introducidas en un motor de búsqueda.
por Gu Qi
Todo esto forma parte de las nuevas iniciativas implementadas por el Estado para restringir el contenido religioso en línea. En el mes de septiembre, la Administración Estatal de Asuntos Religiosos de China emitió un nuevo boceto de reglamento, adecuadamente titulado Medidas para la gestión de información religiosa en Internet, el cual suprime aún más las libertades religiosas: a los creyentes en China se les aplicarán sanciones por el simple hecho de publicar en Internet algo relacionado con la fe, incluso la imagen de una cruz. Las nuevas medidas también obligarán a las Iglesias y a los grupos religiosos a obtener licencias emitidas por el Gobierno para poder regular la información religiosa a la que cualquier persona pueda acceder de manera virtual.
Bitter Winter pudo obtener un documento oficial del Gobierno —emitido por la Liga Hinggan, una subdivisión a nivel de prefectura de la Región Autónoma de Mongolia Interior— el cual describe cómo se verán estas medidas de control en el futuro: gestión estricta de la información religiosa publicada en Internet, plena utilización de los «oficiales de información religiosa en línea» y desarrollo de un plan cohesivo tendiente a controlar la opinión pública mediante la investigación de todas las actividades religiosas en línea.
Lo anteriormente mencionado también se aplica a los sitios de culto aprobados por el Gobierno, tales como las Iglesias de las Tres Autonomías. Miembros de estas Iglesias emplazadas en la provincia de Hebei recibieron la noticia de que entre el 9 de octubre y el 9 de noviembre, los mensajes de su grupo de WeChat serían monitoreados, y que todas las plataformas de WeChat en China serían controladas de manera más estricta por la policía de Internet.
El líder de una Iglesia de las Tres Autonomías fue aún más lejos al advertirle a los creyentes que no utilizaran términos sensibles —»Jesús», «Amén», etc.— en sus chats, y también les advirtió que no transmitieran capítulos de la Biblia o vínculos con contenido religioso, afirmando que el grupo podría ser cerrado y sus miembros arrestados o «convocados para hablar sobre el tema».
Como medida de precaución, el pastor les sugirió a los feligreses que cambiaran sus nombres de WeChat, eliminando todas las referencias religiosas y los diálogos relacionados con el tema.
“Por favor, tengan mucho cuidado», escribió el pastor en un mensaje. “Todos los asuntos y actividades religiosas serán monitoreados e inspeccionados por el Gobierno, incluidas las actividades religiosas en los grupos de WeChat, las congregaciones, las reuniones religiosas, la información religiosa, los diálogos religiosos, así como también cualquier tipo de contenido relacionado con la religión. Por favor, cambien los nombres de los grupos. Debido a que la situación está empeorando, lo mejor será que eliminemos nuestro historial de diálogos lo antes posible».
Creyentes situados en diferentes partes de la provincia de Henán también han recibido mensajes similares procedentes de líderes de Iglesias; uno de ellos afirmó que la información «procedió del departamento de seguridad pública» y que «con respecto a este asunto, no se debe dejar nada librado al azar».
Tomar iniciativas para conservar la seguridad es una cuestión vital, debido a que los Gobiernos locales ya se han movilizado para implementar las «nuevas» políticas del Estado, investigando sitios web individuales para ver si los mismos violan esas nuevas medidas y aplicando controles mucho más estrictos.
Un documento obtenido por Bitter Winter exigía que se llevara a cabo un monitoreo más intenso en la ciudad de Dandong, de la provincia de Liaoning, particularmente en lo relacionado con los «nuevos medios de comunicación en línea» a fin de descubrir, investigar y eliminar información relacionada con los xie jiao («enseñanzas heterodoxas»).
El documento también exige acabar con la disidencia política y busca aumentar la propaganda anti-xie jiao.
Por supuesto, el Partido Comunista Chino no solo se centra en controlar la información religiosa en línea, puesto que se ocupa de controlar todas las formas de opinión pública que no se ajusten a los lineamientos del partido.
No solo usuarios de Internet procedentes de China Continental han sido detenidos por haber intentado pasar por alto el cortafuegos desarrollado por el Estado para poder utilizar Twitter, otros blogueros y usuarios de Internet conocidos por publicar información confidencial, tales como Cai Xiaoxin, Xi Wuyi, Changping Hou Weiqing y Mei Xinyu, entre otros que residen en Pekín, están siendo vigilados por el Gobierno local, según le reveló un infiltrado a Bitter Winter.
Informes procedentes de medios de comunicación dejan ver que el 2 de noviembre, Zhang Guanghong, moderador de un grupo de chat de Guangzhou, fue condenado a un año y medio de prisión por compartir en línea comentarios contra el Gobierno. Éste no fue el único, el 28 de septiembre, un internauta procedente de Chongqing llamado Liu Jichun, fue detenido por la policía local y acusado de «generar peleas y provocar problemas» por compartir artículos en los que se critica a China. Él fue arrestado formalmente el 1 de noviembre.