Antes de las inspecciones de trabajo religioso del Gobierno central se eliminaron una gran cantidad de símbolos religiosos en localidades de toda China.
por Li Mingxuan
En mayo de 2019, un equipo de inspección del Gobierno central se presentó en la provincia oriental de Shandong para evaluar cómo las autoridades locales habían llevado a cabo el trabajo religioso. A mediados de otoño, regresaron, desencadenando represalias aún más severas contra todas las religiones, las cuales fueron iniciadas por las autoridades locales para poder obtener halagos de sus superiores.
Una de las víctimas de la represión fue una estatua de “Jesús bendiciendo” de 7 metros de altura, situada sobre el campanario de la Iglesia de Cristo Rey –una de las tres iglesias católicas aprobadas por el Estado emplazadas en la aldea de Linjiazhuang, administrada por el distrito de Licheng de Jinan, la capital de Shandong–.
El 9 de septiembre, funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido provincial se presentaron en la iglesia, exigiendo la demolición de la estatua de Jesús porque «era demasiado alta». Afirmaron que cuando el equipo de inspección del Gobierno central visitó la zona, «pudieron ver la estatua mientras se alejaban por la autopista».
Temeroso de que la iglesia fuera clausurada si no se retiraba la estatua, la persona a cargo de la misma acordó retirar el ícono. A mediados de octubre, más de 30 funcionarios de la Agencia de Seguridad Pública y de la Brigada Antidisturbios enviados desde el distrito de Licheng, obstruyeron con barricadas la iglesia, prohibiendo que los creyentes ingresaran o tomaran fotos. Las estatuas de Jesús y de dos ángeles fueron velozmente bajadas del techo.
«Me entristeció ver cómo la estatua de Jesús era bajada por la grúa», afirmó una creyente de aproximadamente ochenta años, con lágrimas en sus ojos. “Nadie pudo detener la demolición. Si la estatua no hubiera sido retirada, el Gobierno hubiera demolido la iglesia. Se trataba de una orden procedente de un nivel superior del Gobierno, y no pudimos hacer nada al respecto».
Durante la demolición, una transeúnte tomó algunas fotos por curiosidad. Inmediatamente, los oficiales de seguridad pública la detuvieron y eliminaron por la fuerza las fotos de su teléfono. La dejaron marcharse luego de registrar su información personal.
«Los oficiales temían que, si las fotos eran subidas a Internet y vistas por la gente que vive fuera de China, se dañara la reputación del Partido Comunista», le dijo un creyente local a Bitter Winter.
A fines de septiembre, antes de la visita del equipo central de inspección, el Gobierno del distrito de Linhe en Bayannur, una ciudad situada en la Región Autónoma de Mongolia Interior, demolió cruces y letreros religiosos en 22 iglesias y lugares de reunión.
El 29 de septiembre, la cruz de la Iglesia de la Gracia del Señor fue demolida por la fuerza, a pesar de que la misma es una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado. Funcionarios de la Agencia de Seguridad también sellaron la caja de donaciones, alegando que las donaciones de los creyentes constituyen una «recaudación ilegal de fondos».
Al ver lo groseros y violentos que eran los agentes de la ley, los miembros de la congregación no se atrevieron a intervenir. Uno de los creyentes comentó que los oficiales «estaban actuando como bandidos comunes y corrientes».
Al día siguiente, una iglesia católica emplazada en el distrito también fue reprimida. Los caracteres chinos que significaban «Iglesia católica» situados en la entrada y «Jesús te ama» en el patio de la iglesia fueron desmantelados después de que los funcionarios locales declararan que estas frases «afectaban negativamente la imagen de la ciudad».