El objetivo del Gobierno chino es crear grupos «religiosos» con características propias del Partido mediante la transformación sistémica de su ideología.
En China, el adoctrinamiento forzado sigue vigente en los sitios de culto gracias, en parte, a los «cuatro requisitos» —una campaña a nivel nacional, adoptada en junio de 2018, tendiente a promover la «sinización» de la religión— el flagrante intento llevado a cabo por el Partido Comunista Chino (PCCh) tendiente a promover la adoración al Partido en lugar de la adoración a Dios. Las cuatro prácticas requieren que las comunidades religiosas icen de manera ritual la bandera nacional, promuevan la constitución y las leyes chinas, promuevan los “valores socialistas centrales” y promuevan «la excelente cultura tradicional de China». Esta es una iniciativa cuyo objetivo es introducir en las mentes de las personas religiosas una ideología terrenal.
Y el Gobierno está forzándolo sobre las Iglesias. El 14 de diciembre de 2018, el Departamento de Asuntos Religiosos de la ciudad de Anshan, en la provincia nororiental de Liaoning, envió más de 400 libros relacionados con la cultura tradicional china a una iglesia de las Tres Autonomías local aprobada por el Gobierno, afirmando que dichos libros eran enviados para que los creyentes los leyeran regularmente y se inspiraran en ellos.
Según un feligrés, el 24 de noviembre, a través de la popular aplicación de mensajería y red social WeChat, el Departamento de Asuntos Religiosos le envió una notificación a la Iglesia, alentándolos a recopilar todo tipo de libros sobre cultura tradicional china, entre los que se incluían los clásicos confucianos y la poesía de las dinastías Tang y Song, así como también un libro titulado, Cultura Tradicional China.
El temor entre los creyentes es que, en el futuro, las autoridades exijan que estos textos sean utilizados en el momento de dar sermones durante las reuniones de la Iglesia, en lugar de simplemente sugerir que los feligreses los lean.
Otras Iglesias emplazadas en provincias vecinas también están siendo sometidas al ingreso de los clásicos chinos en las casas de culto. Tal y como Bitter Winter informó anteriormente, el encargado de una iglesia emplazada en la provincia norteña de Hebei afirmó que, además del izamiento de la bandera nacional en su iglesia, varias obras de ficción y varios libros de no ficción se encuentran exhibidos en la sala de oración. Esos libros se incluyen los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos —libros acreditados sobre confucianismo escritos antes del año 300 a. de C.— y las novelas clásicas chinas: Viaje al Oeste, Romance de los Tres Reinos, Margen de Agua y Sueño de la Cámara Roja se encuentran exhibidos en la sala de oración.
«La iglesia es un lugar para leer la Biblia y adorar a Dios», afirmó una creyente de una Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Anshan. «Convertir a la iglesia en una biblioteca es un intento de adoctrinar a los que creemos en Dios para que nos alejemos de Él y abandonemos nuestra fe pura».
Ella no está equivocada.
En la víspera de Navidad, el 24 de diciembre, tras ser presionada por las autoridades, se colgó en el interior de una iglesia católica perteneciente a la Asociación Patriótica Católica China, emplazada en la ciudad de Zhengzhou, la capital de la provincia de Henán, un cartel en el que estaban impresos los «Valores Socialistas Centrales» junto con otra propaganda del partido y el nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos.
«¡No publicarlos no es una opción! Esta es una campaña [política]”, afirmó el sacerdote de la Iglesia.
También reveló que, en octubre de 2018, funcionarios gubernamentales convocaron a figuras religiosas pertenecientes a cinco asociaciones religiosas aprobadas por el Gobierno —taoísta, budista, islámica, protestante y católica— para un curso de estudios de unas pocas semanas de duración en la Universidad de Zhengzhou. El contenido de estudio no tenía nada que ver con las creencias religiosas, en lugar de ello, los participantes estudiaron las doctrinas de los filósofos chinos clásicos —Confucio, Mencio y Lao-Tzu— así como la cultura tradicional china. Durante el período de estudio, los participantes fueron estrechamente vigilados y solo se les permitió regresar a casa una vez por semana.
El sacerdote le dijo a Bitter Winter que después de regresar a su hogar, las autoridades le prohibieron comunicarse con otros sacerdotes y le ordenaron permanecer en su parroquia. Él cree que dichas acciones se están llevando a cabo para evitar que el clero comparta su insatisfacción sobre el estado de la religión en China y forme alianzas.
«De hecho, nos están poniendo bajo arresto domiciliario y nos están adoctrinando», afirmó el sacerdote. “En la actualidad, los teléfonos móviles de los sacerdotes de varias parroquias emplazadas aquí están siendo monitoreados. Si dicen algo desfavorable contra el Partido Comunista, serán arrestados rápidamente».
Un creyente procedente de la ciudad de Chuxiong —una ciudad a nivel de condado y capital de la Prefectura Autónoma de Chuxiong Yi, en la provincia suroriental de Yunnan— también le reveló a Bitter Winter que en septiembre de 2018, unidades de la Asociación Budista China, de la Asociación Islámica China, del Comité Nacional del Movimiento Patriótico Protestante de las Tres Autonomías y del Consejo Cristiano de China de la prefectura emitieron conjuntamente un documento en el que declaraban que los sitios religiosos deben convertirse en una sólida plataforma para estudiar las políticas y las leyes del Partido y de la nación. En resumen, para implementar los cuatro requisitos, y finalmente penetrar «profundamente en la conciencia ideológica del clero religioso y de los creyentes, se debe lograr una verdadera internalización en la mente y una externalización en el comportamiento”.
El documento también exige que el personal religioso y los creyentes de cada religión estudien concienzudamente las obras clásicas de la cultura tradicional china y requieren que, entre otras clases, cada grupo religioso ofrezca cursos sobre este tema, haciendo hincapié en el estudio de la literatura, el idioma, la historia china y demás temas relacionados con el país, todo lo cual forma parte de la actual política religiosa de “sinización” implementada por las autoridades chinas.
Información de Piao Junying