Estudiantes de primaria de la ciudad de Harbin, fueron interrogados sobre las creencias religiosas de sus familias, aislados y golpeados por la misma razón.
por Piao Junying
El 11 de junio, mientras se estaban impartiendo clases en una escuela primaria de Yilan, en el condado de Harbin, el director de la misma fue por turnos preguntándoles a los estudiantes sobre las creencias religiosas de sus familias.
Zhao Xiaoyu (seudónimo), un estudiante de quinto grado, levantó la mano y terminó confesando la fe católica de su madre. Los estudiantes fueron amenazados con terribles advertencias para evitar que mintieran. Después de la confesión de Xiaoyu, su madre fue convocada a la escuela utilizando un pretexto falso, y al verificar la información, ella también fue golpeada. Dos días después, se emitió un mensaje en la pantalla electrónica de la escuela que decía: «La madre de un estudiante de la clase 3 de quinto grado, es católica». Eso trajo como consecuencia que fuera aislado por sus compañeros de clase y sus maestros. Aparentemente, ahora sufre de depresión y se siente desmotivado en sus estudios.
Antes de esto, varios incidentes similares tuvieron lugar en abril y mayo. Incluso, un estudiante ha desaparecido en una de éstas campañas de interrogación llevadas a cabo en la ciudad de Shenyang. En la ciudad de Diaobingshan, en la provincia de Liaoning, la policía visitó una escuela e interrogó a los estudiantes. Fueron obligados a permanecer de pie y a decir la verdad. Incluso, algunos fueron intimidados físicamente forzándolos a mantener sus párpados abiertos.
Luego del interrogatorio, más de diez estudiantes fueron considerados sospechosos y no se les permitió regresar a casa después de la escuela. En cambio, se les envió un aviso a sus padres en el que se los convocaba a la escuela para firmar un documento afirmando que ya no creerán más en Dios. En su defecto, los estudiantes serían expulsados de la escuela permanentemente.
Según informes internos, esta práctica de interrogar a los estudiantes se ha vuelto común en marzo de este año. Estudiantes de varias escuelas primarias de las provincias de Jilin y Liaoning fueron sometidos a este procedimiento. Muchos fueron obligados a firmar una pancarta escarlata afirmando que no participarán en ninguna actividad relacionada con xie jiao. Xie jiao se refiere a las enseñanzas heterodoxas en China, y ser activo en tales actividades es un delito castigado por el artículo 300 del Código Penal Chino, con una pena de cárcel de tres a siete años o más.
El Partido Comunista Chino (PCCh) también utiliza a vagos desempleados y a unidades de trabajo comunitario para obtener información sobre los creyentes religiosos, y así prepararse para llevar a cabo arrestos masivos, según afirmó un infiltrado en el Partido.