Funcionarios gubernamentales persiguen a los estudiantes de escuelas primarias y secundarias para llenar sus mentes con ideología atea.
«Obedeceré la instrucción política correcta, apoyaré la ciencia, promoveré el ateísmo y me opondré al teísmo».
Esas son las palabras que en la actualidad el Partido Comunista Chino (PCCh) exige que los estudiantes firmen en su cruzada tendiente a adoctrinar a todo el pueblo chino para que odie la religión, y así poder eliminar cualquier su de China.
En agosto pasado, la Agencia de Educación del distrito de Lishan de la ciudad de Anshan, en la provincia nororiental de Liaoning, emitió un plan para la campaña tendiente a oponer resistencia contra las creencias religiosas en jardines de infantes. El documento dice que los jardines de infantes tienen prohibido contratar maestros que posean creencias religiosas. Se deberá incrementar la supervisión de los maestros que ya están trabajando en el lugar, a tal punto que los funcionarios inspeccionarán exhaustivamente la preparación de las lecciones llevadas a cabo por los maestros, con el fin de erradicar todo el contenido religioso de las mismas.
También se exige que tanto los maestros como los estudiantes en las escuelas firmen una declaración de compromiso, prometiendo que no navegarán por sitios web religiosos ni participarán en foros religiosos.
El 24 de octubre, la Agencia de Educación y Deportes de la ciudad de Pingdu, en la provincia china costera oriental de Shandong, también emitió un documento —dirigido a jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias— prohibiendo que los estudiantes participen en actividades religiosas.
Algunas escuelas emplazadas en las ciudades de Dalian y Jinzhou, en la provincia de Liaoning, también han puesto en marcha campañas tendientes a boicotear la religión similares a las anteriormente mencionadas.
Peor aún, a mediados de octubre de 2018, un maestro de una escuela primaria emplazada en la ciudad de Shenyang, en la provincia de Liaoning, estuvo tratando de que los estudiantes se pusieran en contra de sus padres, realizándoles preguntas sobre las creencias religiosas de los mismos. Si se descubre que alguien posee una creencia religiosa, la persona en cuestión será expulsada de la escuela. El maestro incluso incitó a los estudiantes, diciéndoles que si descubren que sus padres o las personas que los rodean poseen creencias religiosas, deberán denunciarlos de inmediato.
A fines de noviembre de 2018, una escuela secundaria emplazada en la ciudad de Nehe, en la provincia china nororiental de Heilongjiang, celebró un evento en el establecimiento educativo, exigiendo que los maestros y los estudiantes firmaran un enorme cartel «para rechazar el ingreso de la religión en los establecimientos educativos», y también exigió que el director de la escuela celebrara una reunión de clase «abogando por la ciencia y rechazando el ingreso de la religión en el establecimiento». Todos los estudiantes fueron obligados a enviar sus notas relacionadas con el boicot contra las creencias religiosas.
Algunos padres creen que el adoctrinamiento forzado de los niños es demasiado para que sus jóvenes mentes lo soporten. Y también es extremista el hecho de obligarlos a firmar documentos denunciando a todas las religiones, castigando a los estudiantes que no lo hacen.
Tal y como le sucedió al estudiante de primaria Li Nan (seudónimo), en el condado de Dehua de la ciudad de Quanzhou, en la provincia china suroriental de Fujian. El 28 de septiembre de 2018, fue amenazado por su maestro: «Si no firmas las notificaciones, no necesitarás realizar exámenes. Si aún no las has enviado, serás expulsado», le dijo el maestro, antes de utilizar un puntero para golpear la palma de sus manos en tres oportunidades.
El mismo mes, una escuela secundaria emplazada en el condado de Anxi de la ciudad de Quanzhou, también obligó a los estudiantes a firmar un formulario oponiéndose a la religión. Un maestro de la escuela incluso atacó verbalmente a los estudiantes religiosos, diciendo: “Es un error creer en el cristianismo. Es en lo que creen los extranjeros. ¿Por qué debería el pueblo chino creer en una religión extranjera? Son los peores estudiantes que he visto en mi vida».
Bitter Winter ha informado repetidamente que el PCCh frecuentemente les imparte educación antirreligiosa a los estudiantes de escuelas primarias y secundarias. Los estudiantes que firman con sus nombres oponiéndose a la religión son castigados físicamente, causando que vivan atemorizados.
Informado por Piao Junying