Durante las Dos Sesiones, aumentaron los esfuerzos por «mantener la estabilidad» y «prevenir y controlar». Se prohíbe viajar, y enormes cantidades de ciudadanos espías recorren las calles.
En China, durante eventos políticos importantes, o con motivo de aniversarios significativos, las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) aumentan el nivel de vigilancia y persecución en aras de mantener la «estabilidad social».
El 3 de marzo, dieron inicio en Pekín las denominadas Dos Sesiones (la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y el Congreso Nacional del Pueblo). Incluso antes del inicio de los eventos, circulaba en línea un documento en el que se exigía implementar «mecanismos de tiempos de guerra» para garantizar el «mantenimiento de la estabilidad social».
Bitter Winter también obtuvo un documento confidencial emitido a principios de febrero de 2019 por un Gobierno local de la provincia china norteña de Shanxi. El documento exige implementar tareas de prevención y control “anti-xie jiao” durante el Festival de la Primavera y las Dos Sesiones nacionales.
El documento exige que las tareas de «prevención y control» tendientes a mantener la estabilidad sean la principal tarea política. El mismo insiste en que a los miembros de Falun Gong y de otros grupos se les impida celebrar reuniones a gran escala y viajar a Pekín o a capitales de provincias. Debido a ello, las autoridades deben recopilar información de inteligencia, coordinar estrechamente a las diferentes agencias (tales como organismos de seguridad pública, la Oficina de Información de Internet y el «Control de la Red»), así como también movilizar a las organizaciones de base. En última instancia, cada persona «sujeta a prevención y control» deberá ser rastreada para asegurarse de que nadie se escabulla a través de la red policial de captura.
Falun Gong, la Iglesia de Dios Todopoderoso, y otros grupos religiosos son objetivos clave de la represión. Xiao Jing, miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso, es uno de los nombres que figuran en la lista elaborada por el PCCh de personas que deben ser vigiladas.
En el año 2014, la Sra. Xiao fue arrestada y sentenciada a tres años de prisión por creer en Dios. Luego de ser liberada, fue colocada en una lista negra y puesta bajo vigilancia. Desde entonces, las autoridades vigilan todos sus movimientos.
Lo que experimentó en el año 2018 le enseñó que nunca más podrá viajar cuando se estén celebrando eventos importantes en China. Durante la celebración de las Dos Sesiones del año pasado, visitó su aldea natal y planeaba regresar en autobús a Shijiazhuang, la capital de la provincia china norteña de Hebei. A pesar de que tenía que regresar para trabajar, fue interceptada por la policía en la estación de autobuses y los mismos le prohibieron viajar.
La misma recuerda que, el 28 de febrero de 2018, la policía la detuvo, la registró y la envió de regreso a su aldea. Le explicaron que su autobús pasaría por Pekín y que no se le permitía ir a la capital mientras se estuvieran celebrando las Dos Sesiones. La policía le ordenó al jefe de la aldea que la vigilara e impidiera que abandonase el área.
La Sra. Xiao protestó porque la policía la había privado de su libertad de viajar. El funcionario respondió: «Estamos llevando a cabo una tarea. Su nombre está en una lista negra a nivel nacional debido a su religión. Recién cuando finalicen las Dos Sesiones podrá abandonar el área. En el futuro, cuando haya eventos nacionales importantes o durante las Dos Sesiones, no se le permitirá viajar».
Finalmente, después de 37 días, la Sra. Xiao pudo regresar a Shijiazhuang, pero para entonces ya había perdido su trabajo.
Los disidentes y aquellos que tienen la esperanza de poder solicitarles a las autoridades centrales que reparen los agravios cometidos también son controlados durante la celebración de las Dos Sesiones.
2019 es el año de los aniversarios de varios eventos políticos importantes en China, tales como la Protesta en la Plaza de Tiananmén de 1989 o el 70.o aniversario de la fundación de la República Popular China, el 1 de octubre. El año también marcará algunos aniversarios relacionados con la religión: 60 años desde que el Tíbet fue tomado del control del Dalai Lama y el exilio del mismo; diez años desde los disturbios étnicos del 5 de julio sucedidos en Urumchi, Sinkiang, que provocaron la persecución gubernamental llevada a cabo contra uigures musulmanes; el inicio de la persecución contra Falun Gong acaecido en el año 1999; y otros. Como consecuencia de ello, la vigilancia y el control de «personas políticamente sensibles» parecen ser más severos que nunca.
El conocido activista chino Hu Jia fue detenido este año durante la represión llevada a cabo en las Dos Sesiones. El mismo publicó una foto en su cuenta de Twitter en la que muestra un boleto de avión de Pekín a Shenzhen con fecha 3 de marzo. No se le permitió abordar su avión. Hu Jia escribió que fue tratado como si fuera una «fuerza hostil nacional», expulsado de Pekín y enviado a la ciudad de Zhongshan, en la provincia suroriental de Guangdong, para ser puesto bajo control del Gobierno. El mismo afirmó que esto era una práctica común: cada año, durante la celebración de las Dos Sesiones, las autoridades proyectan un ambiente relajado cuando, en realidad, mantienen un fuerte control sobre la disidencia. Organismos de seguridad pública en todos los niveles, con Pekín como núcleo, funcionan al máximo de su capacidad.
Muchos están sujetos a «control de mantenimiento de la estabilidad», pero existe una cantidad aún mayor de agentes de seguridad dedicados a su implementación. Desde que comenzaron las Dos Sesiones, Pekín parece estar aislado por medidas de seguridad, con los «brazaletes rojos» una vez más patrullando por toda la ciudad.
Información de Tang Zhe