Frente a la creciente ola de vigilancia y persecuciones, los creyentes se ven obligados a idear maneras ingeniosas de poder continuar practicando su fe y eludir los arrestos.
Miembros de Iglesias clandestinas y de Iglesias aprobadas por el Gobierno compartieron con Bitter Winter experiencias en las cuales tuvieron que hacer todo lo posible por proteger sus lugares de culto y preservar lo que les queda de libertad religiosa.
Para poder esconderse de las autoridades, una Iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Diaobingshan, en la provincia nororiental de Liaoning, se ha instalado en un rascacielos comercial en el que constantemente entran y salen innumerables personas. La congregación recientemente cambió la palabra «donación» por «sugerencias» en la caja donde los creyentes pueden dejar ofrendas para la iglesia. Durante cada reunión, alguien permanece haciendo guardia en la puerta para vigilar y avisarles inmediatamente a los creyentes si hubiera funcionarios del Gobierno a la vista o la posibilidad de una redada y tener tiempo de dispersarse.
Desde que en el mes de marzo entró en vigor la prohibición de vender Biblias en línea y en tiendas minoristas, se ha vuelto sumamente difícil hallar una copia en cualquier parte de China. Las copias que algunas personas ya poseen siempre corren riesgo de ser confiscadas, por lo tanto, los creyentes deben idear diferentes maneras de almacenar secretamente sus Biblias, por ejemplo, guardándolas en cajas fuertes. «Temen no poder comprarlas en el futuro y que los recién llegados ni siquiera tengan la oportunidad de leer una Biblia», afirmó un creyente perteneciente a la Iglesia de Diaobingshan.
Aparte de esto, también existe la amenaza insidiosa de tener que lidiar con agentes encubiertos que se infiltran en las Iglesias, muchos sitios de culto han sido clausurados a causa de información provista por oficiales de policía encubiertos.
Para evitar esto, las Iglesias domésticas ya no aceptan a desconocidos al azar y cualquier persona que desee unirse debe ser presentada a través de un conocido. Dado que la policía infiltra espías en las comunidades locales, los creyentes ya no pueden cantar himnos o canciones religiosas en voz alta, por temor a ser denunciados por un vecino.
La predicadora de una Iglesia doméstica emplazada en la ciudad de Shenyang, en la provincia de Liaoning, dijo que, para evitar ser denunciada, no le cuenta a nadie en su comunidad cada vez que viaja a otra provincia para predicar. Cuando en el mes de abril la invitaron a dar un sermón en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hunan, le dijo a la gente que iba a realizar un viaje de negocios. Según las políticas actuales, si alguien es descubierto dando un sermón en otro lugar que no sea su ciudad natal, el castigo que recibirá será mucho más severo.
Las Iglesias domésticas que poseen vínculos con el extranjero, especialmente con Corea del Sur, están enfrentando persecuciones excepcionalmente rigurosas. Un residente y creyente de la ciudad de Donggang reveló que su Iglesia tiene predicadores extranjeros, y debido a ello, tienen que ser extremadamente cuidadosos cada vez que celebran una reunión. Tanto los sitios donde se celebran reuniones como los predicadores son cambiados con frecuencia. «Por lo general, son transferidos cada dos o tres meses para no llamar la atención», agregó el creyente.
La situación de los creyentes pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno también es sumamente grave. Una mujer, miembro de una de esas Iglesias emplazada en el condado de Yucheng, en la provincia de Henán, reveló que las autoridades la han estado acosando desde el mes pasado solo porque tiene la imagen de una cruz en su hogar. Para protegerla, instaló una cortina desplegable que utiliza para cubrir la imagen cada vez que alguien la visita. La mujer ha ideado este ingenioso método luego de que funcionarios del Gobierno local visitaran su hogar por primera vez. Cuando ingresaron a su apartamento utilizando el pretexto de que iban a inspeccionar el edificio «en ruinas», vieron la imagen de la cruz e intentaron destrozarla, pero ella logró salvarla. La misma sigue conservando el único símbolo de su libertad religiosa a pesar de que amenazaron con arrestarla si lo hacía.
Informado por Piao Junying