Un documento recientemente emitido exige la clausura, reutilización y estricta supervisión de los lugares religiosos, responsabilizando personalmente a los funcionarios a cargo.
Han Sheng
Bitter Winter recibió un documento, adoptado en el mes de marzo por el «grupo líder sobre trabajo étnico y religioso» de una localidad en la provincia china central de Henán, el cual exige una mayor gobernanza de todos los lugares cristianos. El mismo enumera diferentes medidas de control: desde hacerse cargo y reutilizar iglesias domésticas, gestionar las finanzas de las iglesias, hasta evitar la reapertura de las iglesias que fueron clausuradas. Todas las acciones deberán ir acompañadas de elogios a la «bondad del Partido Comunista», asegurándose de que todos los creyentes respeten su liderazgo.
El documento emitido por una localidad de la provincia de Henán exige una mayor gobernanza de los lugares de reunión cristianos.
Responsabilidad personal y estricta supervisión
El documento prevé sistemas de responsabilidad y rendición de cuentas –a nivel de condado, municipio y aldea– para vincular la implementación del trabajo de represión de la religión con la evaluación del desempeño del personal gubernamental. Para generar temor y garantizar la devoción total a la causa, todos los funcionarios involucrados son obligados a firmar declaraciones de responsabilidad personal.
Para asegurarse de que el programa sea implementado de manera oportuna y ordenada, se anexa al documento una lista de verificación para la inspección del trabajo de «gobernanza incrementada». Los equipos de inspección deberán evaluar si se ha establecido correctamente una oficina de gestión de trabajo religioso, si se han definido claramente las tareas para el personal de los municipios y aldeas, y si se han organizado cursos para que los funcionarios responsables comprendan la importancia de la «reducción, eliminación, clausura y demolición» de lugares religiosos.
Se prohíbe la reapertura de iglesias
Con respecto a los lugares religiosos que ya han sido clausurados, el documento exige implementar el llamado «sistema de visitas de retorno«, para asegurarse de que estos lugares no vuelvan a ser abiertos. Se deberán crear archivos para cada sitio clausurado y se deberán completar formularios específicos.
Los funcionarios a cargo también deberán enviar informes sobre el estado de los lugares clausurados a intervalos específicos. La segunda lista de verificación anexada al documento proporciona un directorio de información a ser recopilada sobre el estado de cada lugar religioso que ha sido clausurado, incluido el paradero de los miembros de la congregación, la eliminación de símbolos religiosos, el uso del edificio del lugar luego de la clausura y datos similares. Los funcionarios deberán tomar fotos antes y después de que los lugares sean clausurados.
Se exige que los lugares clausurados que hayan sido propiedad colectiva de creyentes sean «reutilizados y utilizados al máximo» o que los propietarios de dichos lugares sean obligados a firmar acuerdos de donación. Los funcionarios deberán hacerse cargo de los lugares que no sean inmediatamente convertidos y se les deberán entregar a los mismos las llaves de las instalaciones. Para evitar la reanudación de reuniones, se deberá determinar el paradero de los miembros de la congregación de los lugares clausurados.
Las actividades religiosas de los lugares que no han sido clausurados deberán ser exclusivamente llevadas a cabo en dichos lugares de culto. El documento especifica lo siguiente: «Todos los grupos visitantes, coros, bandas, reuniones empresariales e industriales, así como también otras actividades están estrictamente prohibidas fuera de los lugares religiosos» y «se prohíbe la circulación de materiales impresos y promocionales que posean connotaciones religiosas». Además, se exige la incorporación de los valores socialistas centrales en los sermones.
El personal clave de los lugares religiosos que funcionan sin permiso del Gobierno deberá ser investigado y los creyentes regulares deberán «ser transformados por medio de la educación».
Canciones y juegos para desviar la atención de la religión
Se deberán organizar diferentes actividades culturales al menos una vez a la semana «para educar y guiar a las masas religiosas para que se mantengan cerca de la rama del Partido y lejos de la Iglesia». El documento enumera algunas de ellas: «Día de actividades grupales”, «Domingo feliz«, «Sala de conferencias culturales» y «Cultura y buen estado físico todos los días».
El 2 de diciembre de 2018, se llevó a cabo un evento de «Domingo feliz» frente a una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el municipio de Shuichipu, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangqiu. A pesar de que continuamente podían oírse las voces de cantantes de tradicionales óperas chinas, muy pocas personas fueron a ver el espectáculo.
Según un cristiano que se encontraba en la iglesia, los miembros de la congregación no podían seguir el sermón debido a los cantos a viva voz. Funcionarios del Gobierno local irrumpieron en la iglesia a menos de dos horas de haber comenzado la reunión, utilizando el pretexto de efectuar una «inspección de saneamiento», por lo que los fieles no tuvieron más remedio que finalizar la congregación de manera abrupta.
El creyente afirmó furiosamente: «Desde el 16 de septiembre, todos los domingos, el equipo de literatura y arte organiza un ‘espectáculo rival’ frente a la iglesia. En cada ocasión, suben al escenario a las seis en punto, comienzan a cantar a las ocho y siguen cantando sin cesar hasta pasadas las 11, cuando los creyentes finalizan su reunión».
Una creyente de la Iglesia de las Tres Autonomías procedente de un condado bajo la jurisdicción de la ciudad de Sanmenxia afirmó que personal gubernamental repetidamente la obligó a asistir a estos eventos culturales celebrados los domingos.
“La primera vez, todos los funcionarios del comité de la aldea se encontraban en la plaza pública jugando tenis de misa y bádminton, invitando a otras personas a unirse a ellos. Mientras los aldeanos jugaban, los funcionarios les tomaban fotos. Los funcionarios también llamaron a varios cristianos para que salieran a divertirse», afirmó la creyente.
Los funcionarios de la aldea le exigieron asistir a las actividades los siguientes domingos, algo que ella se rehusó a hacer. Los mismos le dijeron que estaba obligada a hacerlo, o de lo contrario «no habría manera de explicárselo al secretario del Partido de la aldea».
La mujer se encontró con más de 20 creyentes pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías que, como ella, habían sido obligados por funcionarios del Partido a asistir a los eventos celebrados los domingos.