Después de que sus padres son llevados a campamentos de «transformación por medio de educación», los niños a menudo quedan abandonados a su propia suerte. En la actualidad, las autoridades están construyendo hogares de acogida para ellos.
Bitter Winter se enteró recientemente de la existencia de un hogar de acogida emplazado en la prefectura autónoma kazaja de Ilí, en Sinkiang. Este hogar de acogida fue construido para niños musulmanes que han quedado solos luego de que sus padres fueran llevados a «estudiar» a campamentos. El edificio principal de la instalación tiene cinco pisos de altura y en la misma hay otro edificio de dos pisos.
Según nuestras fuentes, dicho hogar fue puesto en servicio oficialmente el 18 de agosto. En dos días, ya vivían allí 89 niños. El mayor de ellos era un joven de 18 años y el más pequeño tenía 3 años. Los niños son de diferentes etnias, tales como uigur, kazaja y xibe. Según los informes, los niños que viven allí son emocionalmente inestables y los más pequeños a menudo lloran, deseando volver a sus hogares.
Al igual que lo que sucede con las condiciones de vida de sus padres en los campamentos, estos niños también son vigilados las 24 horas del día. Tienen que pasar por varias revisiones antes de entrar o salir del lugar y se han instalado cámaras en toda la instalación. La cerca perimetral mide unos tres metros de altura y está equipada con alambre de púas.
Las habitaciones de los dormitorios están equipadas con cascos y otros equipos de control antidisturbios. En las paredes de las mismas se han colocado carteles con frases tales como «Soy chino, amo a mi país» y «Obedezcamos al Partido siempre, construyamos juntos el sueño chino».
Actualmente, hay más de 30 maestros en el lugar. Los mismo han sido llevados allí desde varias escuelas cercanas, sin tener derecho a negarse. Se ven obligados a impartirles a los niños una educación atea y «sinicizada» para que se mantengan alejados de la religión desde temprana edad.
En el hogar también hay varios «instructores» encargados de brindarles entrenamiento militar a los niños. Estos instructores poseen la autoridad para someter a los niños desobedientes a castigos corporales.
En la actualidad, aún se están llevando obras de construcción en la instalación, que cubre un área de más de ocho acres.
Cerca equipada con alambre de púas que rodea el «hogar de acogida»
Información de Li Zaili