Las autoridades locales destruyeron una iglesia protestante aprobada por el gobierno que había sido custodiada por sus miembros día y noche durante tres años.
El 26 de enero de 2017, durante el Año Nuevo chino, funcionarios gubernamentales del poblado de Baisha, ciudad de Zhengzhou, reunieron a más de 200 personas y a la fuerza abrieron la entrada de la iglesia en la aldea de Zhanghuqiao, arrastraron fuera a cuatro miembros de la congregación que la custodiaban y rápidamente vaciaron el interior de la propiedad. Luego, dieron la orden para que explanadoras y excavadoras demolieran la iglesia a la fuerza y el edificio pronto fue destruido. Cuando la congregación se acercó rápidamente al lugar y descubrió que la iglesia ya había sido destruida, trataron de hablar con el personal, pero fueron detenidos por el equipo de demolición, alegando que habían recibido instrucciones de prohibir que se acercaran.
Según un infiltrado con información privilegiada, a principios del año 2014, el área en la aldea de Zhanghuqiao donde se encontraba la iglesia fue asignada para demolición, y sus miembros pidieron al gobierno local que repartiera tierras para que la iglesia fuera reconstruida. No obstante, el gobierno local se negó y cortó el suministro de agua y electricidad de la iglesia, luego ordenó en repetidas ocasiones a los miembros de la iglesia que se fueran y les prohibió reunirse. De todos modos, la congregación continuó turnándose para vigilar la iglesia. Durante este tiempo, tuvieron que usar un generador de electricidad y obtener agua de un sitio de construcción cercano. Persistieron en estas condiciones durante tres años.
Hasta la fecha, casi 400 miembros de la iglesia se congregan en una casa abandonada que posee tres habitaciones estrechas. Como la casa es demasiado pequeña, algunos miembros deben permanecer de pie escuchando los sermones. Incluso esta casa pronto será demolida.
Informado por Jiang Tao