Creyentes pertenecientes a una iglesia de Sola Fide fueron arrestados y golpeados en Hubei, tras decirles que incluso reunirse para compartir una cena es considerado una actividad religiosa ilegal.
por Cai Congxin
Cristianos de una iglesia doméstica fueron golpeados en Xiangyang
Actualmente, en China, a los cristianos incluso se les prohíbe reunirse para compartir una comida. Parece que las cenas ahora son consideradas reuniones religiosas, que como tales deberían estar autorizadas.
Esa es la dura lección que 11 creyentes pertenecientes a una iglesia doméstica de Sola Fide emplazada en la ciudad de Xiangyang, en la provincia china central de Hubei, aprendieron el 13 de marzo de 2019, la noche en la que fueron detenidos tras haberse reunido para compartir una cena. Mientras salían del lugar donde se habían reunido, fueron rodeados por más de 20 agentes de policía, quienes los acorralaron, metieron en patrullas policiales y llevaron a la estación de policía. Los oficiales afirmaron que posiblemente habían sido avisados por vecinos que buscaban una recompensa por haber denunciado una reunión religiosa ilegal.
Bitter Winter se enteró de que, cuando una creyente, una mujer de unos 60 años, se limitó a preguntarle a la policía lo que estaban haciendo, la respuesta fue un puñetazo en el pecho. La mujer padecía una enfermedad cardíaca e hipertensión arterial. Haciendo caso omiso de su condición, el oficial de policía la atacó hasta desmayarla. Cuando recobró la conciencia, el mismo continuó el ataque.
En la estación de policía, personal de la Agencia de Asuntos Religiosos local reprendió a los creyentes, afirmando que estaba prohibido celebrar reuniones, y mucho menos predicar en otras regiones. De hecho, algunos de ellos habían llegado en autobús desde otro condado, lo que fue considerado por los funcionarios gubernamentales como «predicación interregional prohibida”. Finalmente, los creyentes fueron liberados, pero la salud de la mujer que padecía problemas cardíacos continuó deteriorándose. La misma desarrolló arritmia, vómitos e incontinencia urinaria, y fue llevada a un hospital donde se determinó que tenía múltiples lesiones en el pecho, el abdomen y la cara. Además, su condición cardíaca empeoró. Tuvo que gastar más de 3000 yuanes (aproximadamente 450 dólares) en gastos de hospitalización.
La mujer preparó un informe escrito sobre el incidente, y le pidió una explicación al Gobierno. Los funcionarios no solo no le proporcionan una, sino que le dieron otra cosa. Otra advertencia. Tal como le informaron a Bitter Winter creyentes locales, se le dijo que, «Creer en Dios es ilegal. Si siguen celebrando reuniones, los arrestaremos una vez más». Cuando se quejó afirmando que lo que estaban haciendo era ilegal, y mencionó que la Constitución china incluye una disposición sobre la libertad de creencia, un oficial le respondió: «¿Cómo puedes hablar conmigo sobre la ley? Lo que yo diga es la ley. Si no estás de acuerdo con eso, adelante, presenta una demanda».
Una iglesia fue clausurada en Suizhou
Recientemente, en Hubei, lugares de reunión pertenecientes a varias iglesias domésticas (entre los que se incluían algunos pertenecientes a la Iglesia de Sola Fide y a la Iglesia Adventista del Séptimo Día) han sido reprimidos y clausurados. El 8 de abril, la iglesia de Xinwang, emplazada en la ciudad de Suizhou, en Hubei, fue allanada. Más de 30 funcionarios de la Brigada de Seguridad Nacional y de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos local irrumpieron en el lugar de reunión, confiscaron los bienes de la iglesia y lo clausuraron, alegando que sus reuniones eran ilegales.
El director de la iglesia le pidió a la policía que presentaran sus credenciales de aplicación de la ley, pero su solicitud fue rechazada. El mismo quería tomar fotos para documentar la redada policial, pero fue detenido y escoltado hasta la estación de policía, donde fue interrogado sobre la cantidad de personas que conformaban la iglesia, así como también sobre la cantidad de dinero que poseía la misma. Otros tres fieles también fueron detenidos, interrogados y advertidos de que ya no se les permitiría celebrar reuniones.
Tras ser puesto en libertad, el director de la iglesia se dirigió a la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos buscando recuperar los bienes de la misma, pero el director de la Agencia afirmó que la iglesia era considerada un grupo religioso ilegal que llevaba a cabo actividades misioneras ilegales, por lo que las ofrendas de los creyentes constituían donaciones religiosas ilegales y, debido a ello, debían ser confiscadas.
Un fiel de la iglesia le dijo a Bitter Winter que, en una ocasión, funcionarios del Gobierno local les habían exigido unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías, pero dicha exigencia se había encontrado con una fuerte oposición por parte de los miembros de la iglesia. «En el exterior, el Gobierno chino habla sobre libertad religiosa, pero a nivel nacional, todo está siendo controlado por el mismo. No permiten que las iglesias de las Tres Autonomías hablen sobre la creación de Dios, deben hablar sobre evolución, y sus sermones y conferencias sobre la Biblia deben ser revisados por el Gobierno con antelación», explicó el fiel de la iglesia. “En las iglesias de las Tres Autonomías se deben colgar retratos de Xi Jinping y Mao Zedong. Las mismas también deben colocar ‘la bandera [nacional] roja’ y cantar ‘canciones rojas’. ¿Cómo puede ser eso un lugar para adorar a Dios?”