Utilizando el pretexto de evitar que «fuerzas occidentales» amenacen al régimen del PCCh a través de la religión, las autoridades no escatiman esfuerzos para reprimir y clausurar iglesias domésticas.
A principios de esta semana, Xu Xiaohong, presidente del Comité Nacional del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías de Iglesias Protestantes de China, expresó su preocupación ante el hecho de que fuerzas extranjeras se están infiltrando en lugares de reunión cristianos establecidos de forma privada, e intentando influir en la estabilidad social de China, e incluso socavar el régimen chino. «Pero sus esfuerzos están condenados al fracaso», afirmó.
“Existen muchos problemas relacionados con el cristianismo en China, tales como la infiltración de fuerzas extranjeras, lugares de reunión establecidos de manera privada, falta de un excelente personal pastoral patriótico y una débil conciencia legal de algunos pastores y creyentes, los cuales pueden causar graves consecuencias políticas si no son tomados en serio», afirmó el Sr. Xu. «Solo recurriendo continuamente a las buenas tradiciones de la cultura china, el cristianismo chino podrá enraizarse en el fértil terreno de la cultura china y convertirse en una religión reconocida por los propios chinos», agregó. «Solo si seguimos adelante y ponemos en práctica los valores fundamentales del socialismo, nuestro cristianismo podrá ser verdaderamente adecuado para una sociedad socialista».
Los funcionarios chinos han utilizado durante mucho tiempo el temor a la infiltración extranjera a través de la religión como una excusa para reprimir a los lugares religiosos no aprobados. Bitter Winter ha informado anteriormente que el Partido Comunista Chino (PCCh) a menudo utiliza el pretexto de resistir la infiltración religiosa para prohibir que los cristianos en China se vinculen con grupos religiosos extranjeros, o de lo contrario serán considerados y combatidos como si fueran fuerzas hostiles. En otros casos, los lazos con organizaciones extranjeras simplemente son inventados y utilizados como pretextos para reprimir a las iglesias domésticas.
Incluyo en este artículo información que recibí de una fuente confidencial. No poseo evidencia documental que respalde esta información, pero, por un lado, basándome en experiencia anterior, estoy convencido de que la fuente es confiable. Por otro lado, las medidas que mi fuente me confió, de hecho, han sido implementadas.
Según su relato, a mediados de junio del año pasado, el Gobierno del distrito de Sartu en la ciudad de Daqing de la provincia de Heilongjiang, convocó una reunión de representantes de cada subdistrito, comunidad y estación de policía. Durante la reunión, funcionarios de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos transmitieron el contenido de un documento altamente confidencial, emitido por las autoridades centrales, y relacionado con la clausura de varios lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas.
Citando el documento, un funcionario perteneciente a la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos afirmó que fuerzas contrarias a China en el extranjero ya se habían infiltrado en China a través de la religión. También afirmó que algunos lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas habían estado reproduciendo videos que mostraban el violento comportamiento de la policía del PCCh para hacer que los creyentes religiosos se opusieran al Partido Comunista, utilizando relaciones ilícitas con países extranjeros para derrocar al régimen comunista.
El funcionario también exigió que, en un plazo de dos semanas, se investigara completamente y se determinara la cantidad de lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas existentes en la jurisdicción. El mismo afirmó que cualquier lugar de reunión de una Iglesia que no pertenezca a la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el PCCh deberá ser catalogado como ilegal y clausurado; independientemente de si cuenta con un certificado de registro de lugar de actividad religiosa y de si se ha unido con fuerzas extranjeras contrarias a China o no.
El mismo también declaró que este trabajo es una tarea política y exigió que cada subdistrito, comunidad y estación de policía actúen de manera sincronizada para clausurar todos los lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas emplazadas en el área y para arrestar a cualquier creyente que persista en asistir a tales reuniones.
Debido a que el documento era ultra secreto, para evitar fugas, las autoridades nunca publicaron copias, el mismo fue leído pero no distribuido en las reuniones, y en su lugar se exigió que los asistentes lo implementaran manteniendo la confidencialidad.
Y el documento en cuestión fue implementado. Cuatro iglesias domésticas emplazadas en el área y que poseían aproximadamente 600 creyentes en total fueron puestas bajo estricta vigilancia. Posteriormente, los delegados de cada subdistrito y comunidad recibieron un formulario que enumeraba los elementos que debían ser investigados, incluidos las localizaciones de los lugares de reunión dentro de la jurisdicción, los nombres y los números de teléfono de las personas a cargo de los lugares de reunión, la cantidad de personas que asistían a las reuniones, y otra información. Los delegados recibieron instrucciones de investigar los lugares de reunión, llenar los formularios y enviarlos a sus superiores.
Menos de una semana después de la reunión, dos lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas de una comunidad fueron identificados por oficiales de policía. Mientras los creyentes estaban celebrando una reunión, la policía irrumpió en el lugar para investigar y grabarlos en video, afirmando: «En la actualidad, el Gobierno está combatiendo la infiltración de fuerzas contrarias a China. Cuando haya cinco o más personas en una casa, la reunión será considerada ilegal». Posteriormente, la policía obligó a los anfitriones de estos dos lugares de reunión a firmar un compromiso en el que afirmaban que no organizarán más reuniones.
No obstante, uno de los dos lugares de reunión, al que mayormente asistían cristianos de edad avanzada, continuó celebrando reuniones. Unos días después, los mismos recibieron una advertencia de la policía: “Si continúan celebrando reuniones, los arrestaremos. Las oportunidades de sus nietos de asistir a la escuela, obtener un empleo y convertirse en funcionarios públicos se verán afectadas”. Sin ninguna ciotra opón, el lugar de reunión se vio obligado a cerrar sus puertas.
Un creyente de edad avanzada dijo con impotencia: “Nosotros, gente anciana, solo nos reunimos para leer la Biblia. ¿En qué podríamos infiltrarnos? El Gobierno puede inventar cualquier tipo de excusa para luchar contra las creencias religiosas».
El 27 de noviembre, otro lugar de reunión perteneciente a una Iglesia doméstica emplazado en el distrito de Sartu fue clausurado. Según un creyente que asistía a ese lugar, ese día, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos les ordenaron que dejaran de celebrar reuniones, que retiraran la cruz y que sacaran todas las mesas y sillas del lugar de reunión, de lo contrario, la casa del anfitrión utilizada para celebrar reuniones sería demolida. Sin otra opción, más de 100 creyentes se vieron obligados a dispersarse.
En noviembre de 2018, al menos tres lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas emplazados en el condado de Lindian, bajo la jurisdicción de la ciudad de Daqing, también fueron clausurados por las autoridades.
Información de Zhou Hua