Al ser cada vez más perseguidos, los miembros de estas Iglesias protestantes conservadoras están huyendo de China en cada vez mayores cantidades.
por Massimo Introvigne
Martín Lutero y la controversia relacionada con la justificación
Abogados y autoridades de inmigración en varios países se enfrentan cada vez más a casos de refugiados que afirman pertenecer a Iglesias domésticas protestantes de «Justificación Solo por la Fe», o «Sola Fide» perseguidas en China. De hecho, las noticias sobre arrestos de cristianos en China ahora también mencionan esta denominación de manera frecuente. Esto no comenzó recientemente. Por ejemplo, en el año 2009, cinco líderes de la Iglesia Candelero de Oro emplazada en la ciudad de Linfen de la provincia de Shanxi, siendo la misma una Iglesia de Sola Fide, fueron sentenciados de tres a siete años de prisión por oponerse a la demolición forzada de iglesias. En enero de 2018, las autoridades demolieron por la fuerza el edificio de la Iglesia Candelero de Oro, dinamitándolo.
No obstante, el nombre de estas Iglesias es desconcertante, ya que en teoría, creer en «la justificación solo por la fe» (en latín, sola fide) es simplemente sinónimo de ser protestante, en lugar de católico; en China, “cristiano” se refiere a protestante, ya que es costumbre que los chinos distingan entre cristianos, es decir, entre protestantes y católicos, mientras que en Occidente la palabra «cristiano» incluye tanto a protestantes como a católicos (y ortodoxos orientales).
Martín Lutero (1483–1546) popularizó la fórmula «justificación solo por la fe» como la decisiva para identificar quién es o no es un verdadero cristiano. Lutero creía que la fe en Jesús salva por sí misma. La salvación no es “ganada” por las buenas obras. Aunque los teólogos católicos sostenían que su posición era de hecho más complicada, Lutero y, después de él, una gran parte de la tradición protestante acusó a los católicos (y luego a los ortodoxos orientales también) de defender una doctrina de «justificación por obras», que era herética y no bíblica.
En los siglos XX y XXI, el diálogo ecuménico llevó a la Iglesia Católica y a algunas Iglesias luteranas y a otras protestantes a concluir que los desacuerdos del siglo XVI estaban basados, en gran medida, en malentendidos. Gracias, en particular, a los esfuerzos del cardenal Joseph Ratzinger, quien más tarde se convirtió en el papa Benedicto XVI, la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial firmaron en el año 1997 una declaración conjunta, donde acordaron que la justificación es solo por la fe, pero que «dicha fe es activa en el amor y, entonces, el cristiano no puede ni debe quedarse sin obras”.
Otros protestantes aceptaron la declaración conjunta, pero la mayoría de los protestantes conservadores no lo hicieron, y criticaron a los luteranos que la habían firmado por haberse «vendido» a Roma.
Controversias relacionadas con la justificación en China: el obispo Ting
Debido a las condiciones políticas prevalecientes en China, los cristianos chinos no participaron en los diálogos internacionales sobre la justificación llevados a cabo entre católicos y protestantes. A medida que pudieron ir teniendo contacto con cristianos fuera de China, las Iglesias domésticas fueron adoptando un enfoque conservador y simpatizando con aquellos que se oponían a la declaración conjunta y defendían una interpretación estricta de la doctrina sola fide de Lutero como irremediablemente opuesta al catolicismo.
No obstante, hubo en China algunas personas que fueron autorizadas a mantener algunos contactos internacionales con otros cristianos, incluso a través del Consejo Mundial de Iglesias con sede en Ginebra. Estos eran los líderes de la Iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno. Durante décadas, el líder más famoso de la Iglesia de las Tres Autonomías, tanto en China como a nivel internacional, fue el obispo Ting Kuang-hsun (también escrito Ding Guangxun, 丁光訓, 1915–2012). Ting provenía de la tradición anglicana y había estudiado en Estados Unidos. Se trataba de una figura compleja. El Partido Comunista Chino (PCCh) lo utilizó internacionalmente como el rostro público y sonriente de la religión controlada por el Gobierno, pero Ting había recibido una buena formación teológica, y también se opuso con cautela a algunas políticas del PCCh.
Ting creía que el cristianismo en la China Comunista no sobreviviría sin la sinización. En lugar de resistirse a la sinización, propuso abrazarla y crear una teología que uniera el cristianismo y los valores socialistas centrales del PCCh. Elaboró esta teología en el marco del movimiento conocido como «reconstrucción teológica» (神學思想建設), cuyo objetivo era crear un cristianismo chino autóctono luego de haber eliminado todas las influencias evangélicas «occidentales».
Como parte de este esfuerzo teológico, Ting sugirió que la tradicional doctrina de «justificación solo por la fe» creaba divisiones innecesarias y que, en cambio, algo que luego fue llamado «justificación por amor» debería ser adoptado por la Iglesia de las Tres Autonomías como una fórmula capaz de unificar diferentes tradiciones que se habían unido en la Iglesia patrocinada por el Estado. Así, sola caritate debería reemplazar a sola fide.
De hecho, tiempo después, Ting negó haber defendido estas fórmulas, o rechazado la verdad fundamental de la justificación solo por la fe. No obstante, los académicos lo ven como el creador del movimiento de “justificación por amor”. Algunos creen que este movimiento fue oportunista, ya que la ideología marxista del PCCh sería más fácilmente compatible con una perspectiva de «justificación por obras». Cristianos y marxistas pueden cooperar en buenas obras patrióticas. No obstante, estudios más recientes sobre Ting evidenciaron una segunda raíz de su teología influenciada por autores católicos liberales, particularmente por el jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin (1881–1955). A través de Teilhard, según palabras del académico contemporáneo An Chu Tee, Ting «separó amor de Cristo de la cruz» en favor de la adoración de un «Cristo Cósmico» teilhardiano, el cual también estaba más cerca de las utopías seculares marxistas.
La reacción contra Ting: El movimiento de Sola Fide
La “justificación por amor” se convirtió en una fórmula muy popular en la Iglesia de las Tres Autonomías, una que identifica su teología como verdaderamente sinizada y en diálogo con los valores socialistas centrales del PCCh. Muchas personas en las Iglesias domésticas consideraron a la doctrina de «justificación por amor» como una evidencia de que la Iglesia de las Tres Autonomías no solo estaba controlada por el PCCh, sino que también era teológicamente herética.
Una de sus referencias fue el presbítero procedente de Pekín (el cual se negó a ser llamado «pastor») Wang Mingdao (王明道, 1900–1991), quien había sido arrestado en el año 1955 por su negativa a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías. El mismo fue puesto en libertad en el año 1980, cuando su condición física y mental estaba disminuyendo debido a los 25 años que había pasado en la cárcel. Wang fue un firme defensor de la doctrina de sola fide y se opuso a cualquier tipo de teología liberal. Otro líder protestante procedente de Pekín con una teología similar, quien fue arrestado al mismo tiempo que Wang por su negativa a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías fue Yuan Xiangchen (袁相忱, 1914–2005). Movimientos de resistencia contra la Iglesia de las Tres Autonomías y contra la «reconstrucción teológica» también se desarrollaron en Shanghái y Cantón, donde las respectivas figuras de referencia fueron el pastor Li Tian’en (李天恩, 1928–2016) y Lin Xiangao (林獻羔, 1924–2013). Todos enfatizaron la justificación solo por la fe y todos pasaron largos años en la cárcel debido a su firme negativa a someterse a la Iglesia de las Tres Autonomías.
Inspiradas por estas figuras, surgieron varias Iglesias domésticas, ya sea utilizando la denominación “Justificación solo por la fe” (Sola fide) o siendo llamadas como tales por otros cristianos. Dichas Iglesias compartían una teología conservadora, la cual rechazaba la «reconstrucción teológica», pero también el ecumenismo, así como la teología liberal influenciada por Occidente.
Las mismas no constituyen una confesión, sino una red poco conectada sin una gestión uniforme. Debido a su negativa a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías y a su rechazo a la teología de las Tres Autonomías, que en realidad es su propia razón de ser, han sido perseguidas por el PCCh más severamente que otras Iglesias domésticas. Criticar a la Iglesia de las Tres Autonomías es una de las «líneas rojas» que las Iglesias domésticas no deben cruzar si quieren mantener la oportunidad de no ser molestadas. Es importante tener en cuenta que la principal razón por la que las Iglesias de Sola Fide son perseguidas es su firme negativa a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías en lugar de su teología. Hasta cierto punto, las diferencias teológicas son toleradas en China, siempre y cuando dichas Iglesias acepten someterse a la Iglesia de las Tres Autonomías y a sus líderes designados por el PCCh.
No existen estadísticas confiables sobre las Iglesias de Sola Fide, aunque algunos creen que cuentan con varios millones de miembros. Las mismas rinden culto los domingos, cantando himnos, orando, leyendo la Biblia, escuchando un sermón y concluyendo el servicio con el padrenuestro. Algunas Iglesias de Sola Fide celebran la Última Cena bebiendo jugo de uva en lugar de vino. Otros beben vino. Celebran las festividades cristianas habituales (Semana Santa, Navidad, Acción de Gracias) y enfatizan los valores morales que se enseñan en el Evangelio.
Excepto por sus críticas a la Iglesia de las Tres Autonomías, lo cual está prohibido en China, los miembros de Iglesias de Sola Fide parecen ser ciudadanos respetuosos de la ley. No obstante, su crítica teológica a las doctrinas de justificación «sinizadas» es suficiente para ser severamente perseguidos en China.