Cualquier persona que rente a una iglesia doméstica puede ser castigada con una multa elevada… de hasta 30 000 dólares. La medida, apoyada con propaganda, ha dejado a muchas iglesias sin hogar.
por Li Guang
“Informa proactivamente acerca de sitios religiosos privados y actividades religiosas ilegales”. “A aquellos que faciliten las actividades religiosas ilegales, se impondrá, en los casos graves, una multa de 20 000 a 200 000 yuanes [entre 2900 y 29 000 dólares]”. En el mes de abril se colgaron carteles de color rojo con contenido similar a lo largo de las principales calles del condado de Luanchuan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Luoyang en la provincia central de Henán.
Carteles como esos se han desplegado en otras partes de Henán. Un documento titulado Programa de eventos diarios para propaganda enfocada en políticas y reglamentos religiosos, emitido por un condado en Henán en el mes de marzo, estipula el contenido y el número de carteles que deben desplegarse en las principales avenidas; se indica hasta la distancia que debe haber entre ellos. Como parte de las medidas enérgicas implementadas por el Partido Comunista Chino (PCCh) en contra de las creencias religiosas es indispensable la presión sobre los ciudadanos a través de la propaganda.
Programa de eventos diarios para propaganda enfocada en políticas y reglamentos religiosos, emitido por un condado en Henán.
Al parecer, la propaganda ha elevado el nivel de temor entre las personas de fe. Una cristiana de un hogar pobre en el condado de Luanchuan solía albergar pequeñas reuniones religiosas a lo largo del año. Sin embargo, cuando vio los carteles que amenazaban con imponer fuertes multas, dejó de hacerlo, por miedo a no poder conseguir el dinero para la sanción en el caso de que las autoridades la descubrieran.
“En Henán tenemos el mayor número de iglesias domésticas. El Gobierno está implementando esas severas medidas en su campaña para erradicar por completo las iglesias domésticas”, comentó un miembro de una de ellas.
La persona a cargo del sitio de reunión de las Tres Autonomías expresó su descontento con el enfoque del Gobierno: “El Gobierno se está golpeando asimismo en la cara. La Constitución estipula que los ciudadanos tienen el derecho a la libertad de creencia, pero ellos están diciendo abiertamente que las reuniones de las iglesias domésticas son ilegales y están alentando a las personas a reportarlas e, incluso, están imponiendo fuertes multas”.
Elementos de policía y funcionarios locales han estado hostigando a la propietaria de un sitio de reunión de una iglesia doméstica en el distrito de Jinshui de la ciudad de Zhengzhou de Henán desde el año pasado para que deje de rentar su propiedad a la iglesia a la que solían asistir más de 100 miembros de la congregación.
La mujer se negó a obedecer, así que en abril los funcionarios le dijeron que “los asuntos religiosos son políticos” y amenazaron con multarla con 200 000 yuanes (alrededor de 29 000 dólares) si continuaba rentando el sitio a creyentes.
La propietaria dijo a Bitter Winter que los funcionarios le llamaban prácticamente todos los días para presionarla y que, incluso, amenazaron con arrestarla. Le dijeron que, aunque desalojara a los creyentes de su propiedad, aun así tenía que informar a las autoridades cuando rentara el edificio otra vez.
Presionada e intimidada, la mujer no tuvo otra opción más que obedecer y la iglesia doméstica suspendió sus reuniones el 28 de abril.
Han ocurrido situaciones similares en diversas regiones. Algunas veces, la policía ni siquiera necesita aparecer en persona para cerrar una iglesia: una llamada telefónica amenazante es suficiente para hacer que el propietario tiemble de miedo.
En el caso de las iglesias domésticas que generalmente rentan sus sitios de reunión, la táctica de represión de amenazar a los propietarios con multas considerables es perjudicial: se quedan sin un lugar donde congregarse.
También se imponen fuertes multas a las personas que comparten el evangelio o distribuyen materiales religiosos. Así ocurrió en un condado bajo la jurisdicción de la ciudad de Liaocheng en la provincia oriental de Shandong, donde, el 3 de abril, el Departamento de Asuntos Religiosos adoptó medidas impuestas por el Gobierno central para multar a los miembros de iglesias con 50 000 a 100 000 yuanes (alrededor de 7000 a 14 000 dólares) por distribuir volantes con contenido religioso en áreas públicas habitadas o cerca de escuelas. Además de eso, todos los bienes de la iglesia serían confiscados. Si se descubre a una persona haciendo lo mismo, se le multará con 50 000 yuanes (unos 7000 dólares) y, a la persona a cargo de la iglesia, con 100 000 yuanes (aproximadamente 14 000 dólares). Las personas que facilitan sus propiedades para que se lleven a cabo reuniones religiosas tendrían que pagar una multa de 200 000 yuanes (alrededor de 29 000 dólares).