Antes de la puesta en marcha de la segunda ronda de revisión del trabajo religioso en la provincia de Shandong, las autoridades locales intensificaron las medidas represivas contra lugares y grupos religiosos pertenecientes a todas las denominaciones.
por Zhang Wenshu
Desde que el Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) lanzara su primer programa de supervisión religiosa a nivel nacional en septiembre de 2018, enviando posteriormente equipos especiales de inspección por todo el país, los lugares religiosos y los creyentes han estado sufriendo una persecución sistemática particularmente dura.
En el mes de mayo, un equipo central de inspección llegó a la provincia oriental de Shandong, acelerando la persecución religiosa en la región. Medio año después regresaron, desencadenando represiones más severas en toda la zona.
Los creyentes son obligados a aceptar «dejar de celebrar reuniones de manera voluntaria»
Según un funcionario del UFWD, 40 equipos de inspección central han sido enviados a todo el país. «Este no es un asunto trivial. Cada nivel del Gobierno debe prepararse para las próximas inspecciones”, afirmó el funcionario.
En espera de visitas del Gobierno central, las autoridades locales están haciendo todo lo posible para garantizar que todos los lugares y grupos religiosos existentes en sus jurisdicciones sean «debidamente reprimidos». Según creyentes que han pasado por algunas de estas cruzadas represivas, los funcionarios locales toman una gran cantidad de fotos para contar con evidencia material que les permita demostrarles sus «logros» a sus superiores.
El 20 de octubre, funcionarios de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de la ciudad de Jinan dispersaron a la congregación de una iglesia doméstica de Sola Fide, advirtiéndoles a los creyentes que si volvían a reunirse serían arrestados.
Según un miembro de la congregación, cinco días antes, funcionarios de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos habían allanado el lugar de reunión y obligado al anfitrión del mismo a escribir una declaración en la que prometía «dejar de celebrar reuniones de manera voluntaria».
Un creyente de otra iglesia doméstica emplazada en la zona le dijo a Bitter Winter que la Agencia había clausurado el lugar al que pertenecía el 13 de octubre, y que el anfitrión del mismo también se había visto obligado a firmar una declaración similar y la congregación había sido amenazada para que no volviera a celebrar reuniones. Todas las cruces y otros símbolos religiosos que se hallaban en el lugar fueron destruidos. Los funcionarios afirmaron que más de 50 iglesias bajo su jurisdicción ya habían sido clausuradas. Incluso han disuelto sedes pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías administrada por el Estado, y los creyentes se han visto obligados a firmar declaraciones de «cese de reuniones».
Mezquitas y áreas pertenecientes a la cultura islámica han sido fijadas como objetivo
El 2 de noviembre, funcionarios del Gobierno del distrito de Rencheng de la ciudad de Jining contrataron a un equipo de construcción para “rectificar» una mezquita de mujeres. No solo se eliminaron los signos y símbolos religiosos, sino que se demolió su cúpula y se colocó la bandera nacional en la entrada de la misma.
Incluso los sitios no religiosos que poseen símbolos islámicos son reprimidos. Qingzhou, una antigua ciudad administrada por la ciudad a nivel de prefectura de Weifang, alberga a unas 20 000 personas de etnia hui. La antigua calle de Qingzhou, sumamente conocida en toda China, está colmada de tiendas islámicas que han estado allí durante generaciones, algunas de las cuales poseen una historia que abarca cientos de años. La campaña antimusulmana en curso también se encargó de reprimir dicha calle: se eliminaron los símbolos islámicos existentes en los letreros de aproximadamente 120 tiendas étnicas hui.
Se eliminaron los símbolos islámicos de 54 tiendas étnicas hui emplazadas en el distrito de Luozhuang de la ciudad de Linyi. El propietario de una de las mismas, un carnicero, le dijo a Bitter Winter que la campaña de eliminación de letreros está siendo implementada a nivel nacional, y que cualquier negocio que desobedezca es amenazado con ser clausurado. Mientras su tienda era rectificada, los funcionarios que llevaban a cabo el proceso le advirtieron «que se mantuviera en línea con el Partido Comunista, escuchara al presidente Xi Jinping e hiciera lo que el Partido le ordene».
Al comentar sobre la intensificación de los esfuerzos gubernamentales tendientes a reprimir las tradiciones y costumbres islámicas, un imán local afirmó que muy pronto, a los hombres de etnia hui se les prohibirá usar gorros de oración y a las mujeres velos. «Xi Jinping tiene la intención de hacer que todos los musulmanes solo crean y escuchen al Partido Comunista», añadió el imán.
Estatuas budistas destruidas y templos rectificados
El Templo de Yuquan emplazado en Laiyang, una ciudad a nivel de condado administrada por la ciudad de Yantai, se vio sometido a drásticos cambios antes de la visita del equipo de inspección. Todas las estatuas budistas existentes en el mismo fueron cubiertas o modificadas, añadiéndoles barbas o colocándoles cuchillos y espadas en sus manos. Los caracteres chinos para «Namo Amitābhāya» que se hallaban situados en el muro exterior del templo fueron cubiertos con un eslogan sobre la importancia de proteger los bosques de los incendios. La placa de reconocimiento de donantes fue cubierta con pintura y sobre la misma se pintaron los caracteres chinos que significan «El país es próspero y el pueblo vive en paz».
El Templo de Tianqi emplazado en Anqiu, una ciudad a nivel de condado bajo la jurisdicción de Weifang, era sumamente popular entre los fieles, especialmente durante la feria anual de templos. A principios de noviembre, el Gobierno local envió personal para destruir la estatua de un Bodhisattva, cuyos restos fueron arrojados a un río cercano. Los budistas locales están preocupados ya que temen que no pasará demasiado tiempo antes de que el Templo también sea destruido.
En el mes de mayo, una estatua del Bodhisattva de los tres rostros situada en el exterior del Templo de Huangshan emplazado en el poblado de Tianheng, una división del distrito de Jimo en la ciudad de Qingdao, fue envuelta para esconderla del equipo de inspección durante la primera visita. No obstante, en el mes de octubre, el Gobierno local la reprimió antes de la segunda ronda de inspección; la estatua fue demolida.