Documentos confidenciales exponen planes tendientes a consolidar las fuerzas de instituciones estatales a fin de implementar medidas represivas contra actividades y grupos asociados con países extranjeros.
por Wu Haiping
Bitter Winter accedió a documentos confidenciales, emitidos por el Gobierno de la provincia nororiental de Jilin, los cuales exigen el fortalecimiento de la represión contra todo lo que esté afiliado a grupos religiosos procedentes del extranjero en la provincia. Como parte de la campaña, las autoridades provinciales están estableciendo una institución supervisora para que gobierne el proceso y le exija a cada Gobierno local el establecimiento de iniciativas interinstitucionales para llevar a cabo una amplia represión contra las actividades religiosas llevadas a cabo por extranjeros.
Guiados por el Plan de trabajo a nivel nacional de la operación especial para investigar y lidiar con la infiltración cristiana extranjera según la ley, emitido el año pasado de manera conjunta por el Departamento de Trabajo del Frente Unido y el Ministerio de Seguridad Pública, las autoridades de China han estado reprimiendo a los movimientos y grupos religiosos procedentes del extranjero. Los cristianos surcoreanos son el principal objetivo de estas represiones, pero en el documento también se enumeran otros grupos: Jóvenes Discípulos de Jesús, testigos de Jehová, Cru (conocido hasta el año 2011 como Cruzada Estudiantil para Cristo), Iglesia Evangélica Luterana, Iglesia del Corazón Amoroso (사랑 교회), e Iglesia de Canaán (가나안 교회). Incluso los turistas comunes que visitan China son considerados sospechosos de llevar a cabo “infiltración extranjera” y son investigados a fondo.
Prevención e inspección conjunta en tres niveles
Uno de los documentos recibidos por Bitter Winter, titulado Medidas a ser implementadas en el trabajo de prevención e inspección conjunta en tres niveles, fue adoptado en el mes de mayo por la Oficina del Grupo Líder de Trabajo del Frente Unido bajo las órdenes del Comité del Partido Comunista Chino (PCCh) de Jilin. Concebido para ser implementado en tres niveles administrativos –provincial, de ciudad y de condado– el documento exige llevar a cabo inspecciones periódicas de los grupos religiosos a fin de «prevenir y resistir la infiltración religiosa», uniendo las fuerzas de varias instituciones gubernamentales.
Los lugares de actividad religiosa, las universidades, los pasos fronterizos y otros sitios bajo la jurisdicción de los tres niveles de gobierno son indicados como los principales objetivos de las inspecciones que deberán realizarse dos veces al año. La difusión de las enseñanzas cristianas, católicas y del budismo tibetano procedentes del extranjero, así como también los grupos religiosos catalogados por el PCCh como «extremos» son especialmente perseguidos.
En lo que respecta a las inspecciones en universidades, el documento prevé tareas detalladas, tales como la verificación de antecedentes de docentes extranjeros y la investigación de sus actividades, la detección de trabajo misionero en el campus, la recopilación de información sobre lugares y grupos religiosos establecidos en universidades y sus actividades, la censura en el ámbito ideológico y cultural, incluidos el control de publicaciones, las actividades de las asociaciones estudiantiles, la información en línea, los proyectos de cooperación con otros países, la ayuda financiera procedente del extranjero y la introducción de libros de texto extranjeros a China.
La labor de inspección dirigida a grupos y lugares religiosos consiste principalmente determinar si el clero o los creyentes viajan al extranjero para participar en capacitación teológica o si están en contacto con organizaciones religiosas extranjeras. Las donaciones procedentes del extranjero que no estén aprobadas por el Gobierno, el trabajo misionero no autorizado o las capacitaciones religiosas organizadas por extranjeros también se encuentran dentro del ámbito de las investigaciones.
Oficina para resistir la infiltración de fuerzas cristianas extranjeras
Según otros documentos que recibimos, la implementación de inspecciones parece estar siendo llevada a cabo a gran escala en ciudades y pueblos a lo largo de la provincia. Un edicto, emitido en julio por el Departamento de Trabajo del Frente Unido de una localidad de Jilin, estipula que a cada Grupo Directivo Municipal del Departamento se le confía la creación de una Oficina de Resistencia a la Infiltración de Fuerzas Cristianas Extranjeras, compuesta por cinco equipos: Investigación y Represión, Inteligencia de Alerta Temprana, Gestión de Sitios, Antiinfiltración Universitaria y Monitoreo de la Opinión Pública.
Bajo la administración de la Agencia de Seguridad Pública, el Equipo de Investigación y Represión es responsable de: reunir información sobre religiones relacionadas con el extranjero y realizar trabajos de reconocimiento y vigilancia, establecer una base de datos de miembros de grupos religiosos relacionados con el extranjero y seguir sus actividades, y clausurar lugares de reunión y seminarios clandestinos fundados por grupos religiosos extranjeros.
El Equipo de Inteligencia de Alerta Temprana, administrado por el Ministerio de Seguridad de Estado es el principal responsable de recopilar información exhaustiva sobre religiones relacionadas con el extranjero, analizar las características y patrones de actividades religiosas relacionadas con el extranjero, desarrollar tendencias de religiones relacionadas con el extranjero y proporcionar información de alerta temprana para campañas represivas.
Bajo la supervisión de la Agencia de Asuntos Religiosos, el Equipo de Gestión de Sitios se encargará del control de las actividades de los lugares religiosos relacionados con el extranjero. El Equipo de Monitoreo de la Opinión Pública está establecido en el marco de la Oficina de Información de Internet y es el principal responsable de la vigilancia y el control de la opinión pública en línea. La Agencia de Educación está a cargo del Equipo de Antiinfiltración Universitaria.
Instituciones gubernamentales unen fuerzas para luchar contra la religión
Un documento emitido por el Departamento de Trabajo del Frente Unido de otra municipalidad de Jilin, también prevé, en el mes de julio, la creación de la Alianza Conjunta sobre Trabajo Religioso, una iniciativa que reúne a representantes de más de 20 instituciones gubernamentales, los cuales deberán llevar a cabo el control a largo plazo sobre la religión, especialmente las actividades religiosas relacionadas con el extranjero. Además de los organismos que habitualmente llevan a cabo el trabajo antirreligioso, tales como el Ministerio de Seguridad de Estado, la Agencia de Seguridad Pública y la Agencia de Asuntos Religiosos, también participarán en el trabajo de la Alianza departamentos tales como la Agencia de Asuntos Civiles, la Federación de Mujeres, la Agencia de Comercio, el Comité de Higiene y Salud, y la Aduana de China.
La Agencia de Asuntos Civiles deberá informar y tratar con prontitud las actividades filantrópicas religiosas llevadas a cabo en hospitales, hogares de ancianos e instituciones similares por grupos que reciban fondos de organizaciones o personas religiosas procedentes del extranjero.
El Comité de Higiene y Salud deberá examinar minuciosamente las instituciones médicas en las que hayan invertido organizaciones religiosas o personas procedentes del extranjero, antes de permitirles operar, con el objetivo final de evitar que lleven a cabo actividades religiosas.
Dado que la mayoría de los creyentes son mujeres, la Federación de Mujeres estará a cargo de la educación ideológica de las mujeres mediante el fortalecimiento de la propaganda de la visión marxista de la religión, el ateísmo y los principios y políticas del PCCh relacionados con la religión.
La Oficina de Asuntos Exteriores se encargará de revisar las donaciones procedentes de organizaciones extranjeras, individuos y ciudadanos chinos en el extranjero que posean antecedentes religiosos, así como también los proyectos financiados por ellos.
La Agencia de Cultura, Radio, Televisión y Turismo será la responsable de evitar que grupos de turistas e individuos procedentes del extranjero lleven a cabo actividades religiosas en lugares turísticos.
La Aduana de China se encargará de garantizar que los extranjeros no introduzcan en el país materiales impresos y audiovisuales que posean contenido religioso.